capítulo 26

4.7K 380 20
                                    

La noche ya había entrado, la oscuridad se hacía notar en el cielo y una melodía muy hermosa decoraba el lúgubre paisaje.

Era el cumpleaños de Abrahel, la princesa del infierno, su primer cumpleaños en el mundo humano, Abrahel observaba a través del balcón de su habitación cómo los carruajes con sus invitados llegaban al castillo del Conde, ninguno era humano, todos poseían la misma característica en común:

Se alimentaban de sangre humana, o al menos la mayoría.

Abrahel salió de su habitación, usaba un vestido de fiesta color negro con un escote muy provocador que hacía resaltar sus hermosos pechos, el corsé le marcaba su diminuta y perfecta cintura, mientras que su largo cabello caía en cascada sobre su espalda, se miraba hermosa, cómo un ángel, tal vez ésa fue la razón por la que cuándo ella bajaba las escaleras todo el mundo enmudecio, en especial todos los hombres, ellos parecieron estar en  trance en cuanto vieron a la chica

El conde agradeció a todos por su asistencia, y la música se reanudó, todos bailando al ritmo de la música, mientras una soprano cantaba angelicalmente, Abrahel estaba recargada en la pared, observando cómo todo el mundo disfrutaba de su fiesta, se sintia rara, sentía que le faltaba algo...o alguien, sí ella tuviera corazón seguramente éste estuviera palpitando cómo loco, pero a cambio, sentía una melancolía que la invadía, un vacío en su ausente corazón.

El conde observó de lejos a Abrahel, se le acercó, y le dijo con un gesto de preocupación:

-¿no estás felíz por tu fiesta? ¿Hay algo que no te guste?

-No, estoy bien, realmente me alegra mucho, tenía tiempo que no miraba bailar a tanta gente, ni un gesto de felicidad así.-contestó Abrahel con una sonrisa mientras miraba a todos bailar

El conde observó junto a Abrahel cómo todos bailaban, la pieza acabó y al instante una canción que le gustaba mucho a la chica comenzó a sonar: la danse macabre

-¿Quieres bailar está pieza conmigo?.-preguntó el conde mientras extendía su mano a la chica

Abrahel soltó una ligera carcajada, olvidando la melancolía que empezaba a invadirla

Abrahel y el conde pasaron el centro de la pista, donde estaba cada quién con sus parejas, todos bailaban al ritmo de la música, dando vueltas alrededor de la pista de baile, una coreografía que concordaba con ésa pieza, que relataba como la muerte llegaba hacia los mortales y los hacía bailar alrededor de tumbas, cada sonido, cada nota representaba las altas y las bajas que la vida tiene, y nadie mejor que los inmortales para bailar ésa increíble danza, ellos viven para siempre, burlándose de la cruel muerte....

Bailando la danse macabre eternamente.

La pieza subía de intensidad, era cada vez más rápida, y todos bailaban extasiados, sonriendo, riéndose.

La pieza acabó abruptamente, cómo suele acabar la vida de quien sea.

Abrahel se sintió mejor, le agradeció al Conde por la increíble velada, siguieron bailando toda la noche, platicando de temas triviales, Abrahel bailó con algunos invitados, su curiosidad aumentaba al ver que cada raza de vampiro poseía características diferentes, algunas coincidían con las habilidades de ella, le parecía fascinante.

La noche estaba apunto de terminar, Abrahel se acercó al conde para bailar con él las últimas piezas, Abrahel le contó lo que había aprendido, lo fascinante que sería aprender sobre todas las razas de vampiros que existían hasta ése momento el Conde sonrió

-sabía que te interesaría, por éso tengo un regalo que seguro te agradara

-¿qué es?.-preguntó Abrahel con ligera emoción

-Tengo tus maletas listas ya, Luca las preparó antes de que la fiesta empezara, vamos a ir a una ligera excursión...por todo el mundo ¿te gustaría?.-preguntó el Conde, aunque sabía que la respuesta sería un sí inmediato, su plan funcionó, tal y como Satanás se lo había pedido.

                               ...

Un año antes

-¿Estás seguro que quieres que Abrahel viaje alrededor del mundo conmigo?.-preguntó el conde mientras se servía una copa de vino

-Es para distraerla, si se la pasa encerrada en tu castillo se aburrira, y Abrahel aburrida no es una buena idea...al menos no en nuestra situación actual.-Satanás se levantó de su asiento y caminó lentamente hacia el conde.-sólo no te pases de listo con ella...ya sabes a que me refiero, Abrahel es perfecta, no me sorprendería que te enamores de ella...pero no lo hagas.

El conde comenzó a reir a carcajadas, parecía que Satanás estaba exagerando, Abrahel llevaba un par de días viviendo con él, y no le parecía que se fuera a enamorar de ella

-Vlad, crees que estoy exagerando.-dijo Satanás.-pero la verdad eres un mujeriego, tus esposas lo demuestran, no quiero que Abrahel sea otra de tus "novias"

-¿porqué ella es una princesa y yo no?.-dijo el conde seriamente

-eres de la realeza, y realmente a mi ni a mi hija nos interesan esas tonterías de las clases sociales, simplemente no lo hagas, es todo

A el Conde siempre le parecía extraño la actitud de Satanás, él siempre está despreocupado, nada le toma importancia, pero si se trataba de Abrahel todo era muy distinto, era su padre después de todo, pero hasta cierto punto le parecía sospechoso

-Descuida, no me enamoraré de ella, y una de ellas ya está trabajando con ella, pronto Abrahel tendrá la necesidad de saber quién es realmente

Satanás y el conde hicieron un brindis
                                  ...
La fiesta había terminado, todos los invitados se habían retirado y Abrahel subía al carruaje acompañada de el Conde

El plan estaba a punto de iniciar.

La princesa del infiernoWhere stories live. Discover now