Cuando los chicos estaban preparando los instrumentos, Jesse me llamó con un gesto y fui hasta el otro lado de la radio.

—¿Me lo guardas? —preguntó, entregándome su celular—. No quiero que comience a sonar y moleste.

—No hay problema —respondí, sonriendo ante sus manos sudadas y su gesto de morderse el labio—. ¿Nervioso?

—Nunca he sido el protagonista —dijo—. Nunca estuve al frente de todos.

—Lo vas a hacer bien —interceptó Guido y comenzó a darle algunos consejos. Si se trataba de nerviosismo o voz, los concejos de Guido siempre eran acertados.

Cuando separé mi vista de ellos, me encontré por unos segundos con los ojos azules de Casiano antes de que desviara la mirada hacia su guitarra. Hoy parecía estar tan gruñón que ni la presencia de Cassy lo endulzaba siquiera un poquito.

—Así que ese es —dijo una voz a mi lado. Y entonces Marlene estaba allí con sus felinos ojos fijos en Jesse—. Me enteré de que tenés novio.

—Vos también —respondí.

Para sorpresa de todos, Marlene había comenzado a salir con un estudiante de Ingeniería. Digo sorpresa porque Marlene parecía ser el tipo de chica que no necesitaba -o soportaba- un hombre por mucho tiempo en su vida. Se la veía demasiado enamorada de sí misma como para compartirse con alguien más. Pero ahora no soltaba su celular y tenía una mirada presumida cada vez que su novio la pasaba a buscar en su auto.

—Y lo conseguí sin tu ayuda —se burló.

♥ ♥ ♥

El viernes antes de la presentación me tocó tener a Marlene en los controles. Casiano no pudo ir y como Marlene era quien tenía su programa luego del mío, ella sería mi compañera. Pero más allá de algunos comentarios sarcásticos, permaneció tranquila. En realidad, ella no quitó sus ojos de su celular. Su cara de boba me decía que estaba chateando con su novio.

Todo estaba muy tranquilo, hasta que Marlene colocó una canción de una de mis bandas k-pop favoritas y la gorda fan que llevo dentro se liberó.

—Oh, por Dios. ¡Esa canción! —casi chillé—. ¿Alguien la pidió?

—No, la puse porque me gusta —respondió a la defensiva—. ¿Algún problema?

—¿En serio? Yo la amo —dije sin poder contener mi lado fan.

Y entones comenzó un extraño momento en que ambas hablamos sin parar sobre los grupos, canciones y artistas que nos gustaban. Por una vez en la vida, Marlene y yo, enemigas declaradas, teníamos algo en común.

—Es raro hablar con alguien de esto... al menos cara a cara —dijo Marlene entre risas—. Y en el departamento no puedo fangirlear así si esta mi novio. Él se pone algo celoso.

—¿Eh? Pero si esos artistas están del otro lado del mundo —respondí.

—Sí, pero él es algo celoso de por sí. Prefiero evitar los problemas innecesarios —contestó con un movimiento de mano que le sacó importancia al asunto.

Estaba por comentar algo más, pero en ese momento recibimos una llamada y Celestina tuvo que acudir al auxilio de un corazón roto.

♥ ♥ ♥

El día de la presentación al fin había llegado.

Los chicos tocarían en un mini festival de fin de año junto con otras dos bandas locales y una famosa banda internacional de los años 80'. El lugar estaba lleno a más no poder y la mayoría de los que allí estaban vestían para la ocasión. Remeras de bandas clásicas, cabellos de colores, cuero negro, mucho negro; y yo no era la excepción. Blanca me había hecho vestir un jean roto, zapatillas negras y una remera de Sid y Nancy.

Las canciones de CelestinaWhere stories live. Discover now