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POV LAUREN

Camila dormía plácidamente con su cuerpo desnudo entre mis sábanas. Pasaba mi mano por su melena y a ratos, le daba algún suave beso en los labios. Me encantaba tenerla en mi casa y envuelta con mis sábanas. Era la primera vez que me acostaba con alguien en mi propia casa y nunca hubiese pensado que me gustaría la idea.

Camila estaba de revista, toda ella era de portada. Mi cámara estaba encima de la mesilla de noche, llevaba tiempo sin fotografiar porque con tanto trabajo, papeles y reuniones, la fotografía se había quedado en un segundo plano. Me levanté con mucho cuidado de no despertar a mi princesa de revista, tomé la cámara y comencé a disparar fotos. No tenía muy claro que buscaba con esas fotografías, así que saqué fotos desde varias perspectivas pero sin duda, mi favorita fue la que tomé subida a la cama, desde arriba, donde se podía apreciar la delicada cara de la morena, cubierta con algún mechón y con sus brazos extendidos, uno a cada lado de su cabeza.

Esa mañana descubrí que Camila tenía un sueño muy profundo y yo tenía que ir a trabajar. Apagué la cámara para guardarla, me si una ducha rápida y me vestí. Tenía pensado dejarle una nota pero no me parecía la forma.

-Camz...Camz Hey despierta... Buenos días. Me tengo que ir a trabajar pero no quería dejarte una nota.

-Mmmm Buenos días bebé ¿Ahora me llamas Camz?

-¿Y tú me llamas bebé?

-Tienes razón... mejor Lolo. Se lo escuché a tu madre el otro día y me pareció adorable.

- Ni te imaginas lo bien que suena Lolo saliendo de tu boca.

-No vayas a trabajar y te sigo llamando Lolo.

- Si por mi fuera, yo no volvería a salir de estas cuatro paredes con tal de estar contigo pero me preocupa mi padre. Eso sí, después de la hora de comer soy toda tuya.

-Vaaaale lo entiendo. Tu padre te necesita... Yo iré a buscar a Sofi a casa de Dinah e igual llamo a Normani.

-De acuerdo. Pero por la noche no hagas planes te quiero sólo para mi.

-¿Te recuerdo que tengo una hermana de 10 años?

-Tienes razón y con lo que gritas...- Bromeé recordando la noche anterior.

De repente Camila abrió la boca y me lanzó la almohada en la cabeza.

-¡¡¡Yo no grito!!! Fue sólo una vez y me pilló por sorpresa.

- ¿Sólo una vez? Yo creo que te quedaste sorda con tus propios gritos porque cariño... Te hice gritar más de una vez.

-¡¡¡Vete a trabajar!!!

Esa mañana creo que fue la más dura, tuve que abandonar a una chica de ensueño, MI chica de ensueño, para rodearme de personas con caras largas y papeles. Al llegar a la oficina, Keana se acercó a mi con preocupación y me podía imaginar por que.

- Lauren, tu padre está con otra de sus crisis, no quiere salir de su oficina y ya tendríamos que empezar la reunión con los nuevos clientes alemanes.

-¿Se acuerda de donde está?

- Si pero dice que no conoce a nadie.

Eso era lo peor que me podían decir. Odiaba cuando  mi padre tenía una de sus crisis, se ponía muy nervioso, se bloqueada e incluso se olvidaba de quien éramos sus hijos.

Cuando entré en su despacho estaba sentado en su silla, con sus codos en el escritorio y sujetándose la cabeza. Su cara era de derrota, llevaba muy mal el no acordarse de nada.

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt