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POV LAUREN

Cindy llevaba llamándome toda la semana, decía que me extrañaba, que quería estar conmigo y que no llevó bien que la rechazase pero yo en todo momento le dejé claro que estaba con Camila, que la quería.

El sábado estaba con Camila y Cindy me había llamado, dijo que me esperaba en Templo que quería hablar conmigo, no me dejó decir nada y por un lado lo agradecía ya que Camila estaba mirando.

Cuando ya estaba en Templo, bailando con Dinah y Normani, Cindy me volvió a llamar y fui hacía el aparcamiento con la excusa de que iba a ver a Camila.

Cindy me había dicho que se había intentado suicidar, ya no era la primera vez que me lo decís por eso ya no le daba mucha importancia. Pero en ese momento me abrazó y luego buscó mis labios para chocarlos con los suyos. No quería besarla pero me quedé quieta, me había vuelto a pasar pero está vez estaba Camila, la persona por la que daría cualquier cosa, estaba mirándonos, con cara de dolor absoluto. Intenté separarme de la chica lo más rápido posible pero era inútil, Camila ya nos había visto y estaba llorando. Me sentí miserable por hacerla sentir así pero no tenía la culpa así que se lo intente explicar pero de nada sirvió. Me dio una bofetada, y no me dolió el hecho de que me pegase sino que estaba peor por haberla destrozado de ese modo, no se lo merecía.

Todo eso fue lo que le expliqué a Normani mientras lloraba, la rabia me consumía pero más cuando me contó que fue Justin quien le mostró la foto de ella y Cindy besándose la pasada noche.

-Tienes que hablar con ella.

-No me querrá ver...

- Ya, eso ya lo sé pero debes intentarlo. Seguramente va ahora a tu casa a recoger algunas cosas para llevarselas a casa de Dinah. Tienes que llegar a tiempo.

Debía intentarlo así que me metí en el coche y puse el acelerador al máximo. Tenía que verla.

Llegué a casa y la puerta estaba abierta y lo que me encontré fue lo más doloroso de mi vida. Camila llorando de la rabia mientras rompía el retrato que le había hecho esa misma noche. Tenía todas la cosas metidas en una bolsa. Por lo que parecía, no quería dejarse nada para volver así no tener que volver.

-Camz... Por favor déjame explicarte...

- Lauren confiaba en ti. Por una vez, después de muchos años, tenía ilusiones. Tenía planes.

-Joder Camila que fue ella que se lanzó.

Después de decir esa frase supe que lo había hecho peor.

-¡¡Ahh claro!! La señorita Jauregui la que conquista a todo el mundo con su mirada. Espero que por lo menos el morreo te hubiese sabido y fuese satisfactorio.- Se fue por la puerta dando un golpe.

No había conseguido arreglar nada, se había ido y me había dejado llorando hasta caer rendida en la cama.

Por la mañana fui despertada por mi madre.

-¡Buenos días amor! ¿Vienes con Camila a recoger a la pequeña?

No me había acordado de Sofi, no tenía apenas voz oara contestar y tampoco tenía respuesta. No sabía que hacer y lo peor, no sabía cómo se iba a tomar Sofi la situación.

- Si iré en un rato a recogerla, tranquila mamá.

- Lolo, ¿Estás bien?

No contesté.

Me costó un mundo salir de la cama y arreglarme, debía estar presentable oara que mi madre no comenzase a dudar, aún no le quería dar explicaciones.

Dudé a llamar a la puerta, tenía miedo a como reaccionaría la pequeña pero no tuve mucho tiempo más para pensarlo, mi madre abrió la puerta y en la casa estaba Camila con Sofi. No sabía que decir así que bajé la cabeza y esperé a que alguien dijese algo.

-¡¡Lolo!! Camila vino sin ti y supuse que te quedarías en casa. ¡Qué alegría me hace veros juntas!

Tras la oportuna frase de mi madre miré a Camila, no dijo nada sólo se tocó el cuello y tomó a Sofi con la otra mano. Mi madre lo había notado.

-Vámonos Sofi. Gracias por todo Clara.- Salieron por la puerta pero Sofi rápidamente me agarró la mano.

- Laur ¿Tú también vienes verdad?

No podía decirle a Sofi la verdad, era incapaz. Pero Camila contestó por mi.

-No Sofi. Vamos a casa de Dinah.

-Pero yo quiero que venga Laur. ¿A qué tu también quieres venir?

Me moría de ganar por decirle que si pero no era el momento.

-¡¡¡¡Sofi he dicho que no!!!! ¡¡¡Vámonos!!!- Gritó Camila, con los ojos llorosos. Mi madre que estaba detrás mía no dejaba de observar la incómoda situación.

-Adios Lolo. Te llamaré ¿Vale? Quiero que sigas ayudándome con los deberes. Eres buena en mates.- Sofi me sonrió y se abrazó a mis piernas y yo no pude hacer nada más que cogerla en brazos y abrazarla, dejando que alguna lágrima se me escapase. El cariño que le había cogido a esa pequeña era indescriptible.

Cuando ya se fueron, mi madre sólo me abrazó. Ella me conocía a la perfección y sabía que estaba sufriendo. Lloré en sus brazos no aguantaba más. Le conté lo sucedido apesar de que no quería pero insistió.

-No te voy a juzgar pero quiero que te pongas en su lugar. Ella confiaba en ti.

-Mamá llevo desde entonces poniéndome en su lugar y por más que lo pienso más mala persona me siento.

-¿La quieres tanto?

- Cuando la gente decía que daba su vida por sus parejas me parecía ridículo, hasta que conocí a Camila.

- Pues dale tiempo, está dolida. En unos días la situación se calmará y podréis hablarlo.

-¿Y si conoce a otra persona? O peor, ¿Y si vuelve con su ex?

-Puede ser que pase pero no duraría mucho porque está muy enamorada de ti. Sólo fíjate en como te mira.

Igual mi madre tenía razón y todo era cuestión de tiempo. Necesitaba tener la cabeza en otro sitio así que me fui a la empresa a trabajar. Entre papeles sería más difícil pensar en Camila. 

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें