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CAMILA POV

El piano que mi padre me había regalado cuando era niña, ahora estaba destrozado. Era lo único de valor que me quedaba de mis padres y no sólo valor monetario sino emocional. Con ese piano había pasado muchas horas ensayando y además, era una de mis válvulas de escape después de que Justin me dejase destrozada. Él sabía lo que hacía, quería demostrar quien tenia el poder y que no tuviese nada a parte de él. 

Por dentro estaba deshecha, y supongo que por fuera también porque sin querer, una lágrimas salieron de mis ojos y en cuanto Justin lo vio, comenzó a reír pero sería por poco tiempo porque Lauren no le había dejado sola en ningún momento y si las miradas matasen, ella ya lo habría fulminado.

-¡¡¡Hombre!!! ¡¡¡Mira a quien tenemos por aquí, a mi Camilita!!! ¿Te gusta como ha quedado tu piano? Te advertí varias veces de que con Justin Foley no se juega.

Lauren permanecía detrás mía hasta que Justin comenzó a avanzar hacia mi y entonces, Lauren se interpuso entre los dos.

-Un puto paso más y te juro que el piano no va a ser lo único que haya roto. Así que si le tienes aprecio a tus huevos mejor estate con los pies quietecitos.

-Vaya!! ¿Camilita ahora con guardaespaldas? Y pensar que cuando te conocí eras una muerta de hambre que lo único que hacía era llorar por sus padres muertos... Aunque eso fue lo que me gustó de ti, que eras totalmente inofensiva.

-¡¡Justin déjame en paz por favor te lo pido!! Ya no quiero volver contigo.

-Pero vamos a ver puta ¿Alguna vez te pregunté yo lo que tú quieres?

En ese momento Lauren agarró a Justin por el borde de la camisa, lo estampó contra una pared y con demasiada rabia lo fue subiendo hasta que el jóven apenas tocaba el suelo con los pies.

-Vuelve a llamarla puta y te juro que no vives para contarlo.

-¡¡¡Camila!!! PUTA ¿Ves que te tenga miedo? JAJJAJAA

Entonces Lauren manteniendo al joven en la pared, levantó una pierna y golpeó su estómago. Luego lo soltó, dejándolo caer en el suelo. Justin se levantó rápidamente y cuando intentó pegar a Lauren, esta lo recibió con un puñetazo en la mandíbula. Lauren estaba fuera de si y no paró, siguió golpeando al muchacho hasta que este, con una mano en su estómago y otra en su nariz hinchada y ensangrentada, salió por la puerta pero no sin antes echarle una mirada de odio a la que ahora era su ex.

-Cuidado conmigo Camila, cuidado conmigo.

En cuanto se fue, caí al suelo de rodillas llorando, tapándome la cara y Lauren se acercó a mi, poniéndose de cuclillas para estar a mi altura.

-Hey shhh ya se fue. No tienes por qué  tener miedo. Estamos en esto juntas ¿Recuerdas?

- El piano...

-Ya buscaremos una solución. Poco a poco. Por ahora ya te libraste del capullo de tu ex.

-¿Y si vuelve?

-Lo recibiré con mi puño encantada. Tantos años yendo a boxeo ahora servirán para algo.

-Gracias.

-No hay de que. Coge lo que quieras y vámonos al club que hay un whisky que me espera.

Lauren ayudó a levantarme y cuando nos quedamos una frente a la otra, no lo dudé, pasé mis brazos alrededor del cuello de Lauren y comencé a besarla. Fue un beso sin prisas y muy suave, Lauren me acariciaba las mejillas con una mano y con la otra mano, tocaba la parte baja de mi espalda, provocando que me acercase más a ella. Estuvimos un par de minutos así hasta que nos miramos y comenzamos a reír.

-Si supiese antes que para besarte tenía que destrozarme los nudillos no lo hubiese pensado dos veces.

- Jajajaja se podría decir que eres mi heroína.

- Pues tendré que llevarte a trabajar volando porque como no apuremos, vas a llegar tarde a trabajar.

Me robó otro beso y luego me ayudó a coger lo que quedaba, ropa y juguetes de Sofi, más libros míos, discos y alguna que otra foto con mis padres.

-¡Ya estoy!

- Pues volando señorita ¡Vavava!

La noche en el club fue distinta, dolía llegar cansada y con cara de pocos amigo pero esta vez tenía a Lauren en la barra, tomando su ansiado whisky y sin quitarme el ojo de encima. Me aplaudía cuando hacía algún que otro malabar con las botellas o me daba conversación cuando la barra se vaciaba de clientela pero lo que más me gustaba eran las discusiones entre ella y Ally.

-Jauregui como te pases de lista con mi morena te juro que la próxima vez que vengas te enveneno la Copa.

-¿Ah pero le llegas a la estantería de las copas?

-Jauregui no me río

-JAJAJJAJAJA ya me río yo por ti.

Podría decir que fue el mejor día de trabajo, al final de la jornada, cuando ya quedaba poco para cerrar, Lauren me invitó a bailar. Yo odiaba bailar en pareja porque siempre salía alguien con el pie pisado pero Lauren insistió. Al acabar de bailar, me fui a cambiar de ropa y coincidí con la pequeña.

-Veo que tú y Jauregui tienen muy buen feeling.

- Me ayudó mucho con el tema de Justin, es más hoy lo dejé y me fui de casa.

-¿QUÉ? Oh me alegro Camila, no te merecía.

-Ahora buscaré un nuevo apartamento y podré seguir con mis aficiones que por su culpa dejé de lado.

-¿Y con Jauregui? Porque ella parece muy interesada en ti y eso no es lo común, siempre fue de flor en flor y contigo no da esa sensación.

-Acabo de salir de una relación y no quiero pensar en meterme en otra pero si es verdad que Lauren es un amor conmigo, tendrías que ver como me trata.

- Pues vístete rápido que tu salvadora particular debe estar cansada de esperar.

-Tienes razón...

Esta vez, Lauren me dio las llaves de su coche y conduje yo. Me acompañó hasta la habitación de mi hotel pero no estaba en condiciones de conducir de vuelta a su casa así que se quedó conmigo.

-Toma esta camiseta, ¿No dormirás con esa ropa?  

- Por mi, dormía desnuda. No hay nada como dormir con una sola sábana y acompañada de una chica tan guapa como tú.

El whisky le había afectado, durante el baile en el club no se lo había notado porque no hablábamos mucho, sólo nos mirábamos pero ahora, en el hotel, le notaba las mejillas coloradas y que hablaba con lentitud, me parecía muy cómica.

- Lauren venga ponte la camiseta.

-Veo que no te intereso desnuda. Muchas tías matarían por tenerme en sus camas desnuda y tú sólo quieres dormir.

Después de media hora para que se pusiese la dichosa camiseta, acabó acatando la orden y se metió en la cama, yo mientras estaba lavándome mis dientes y cuando volví a la cama, me encontré a una Lauren profundamente dormida, despeinada y con sus brazos abrazado a la almohada. Era adorable.

Me quité la ropa y me puse una camiseta dos o tres tallas por encima de la mía que la usaba para dormir y después  me metí en la misma cama sobre la que estaba acostada Laur y poco a poco iba entrando en sueño, envuelta por esa fragancia que desprendía Lauren y que tan loca me volvía.





Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Where stories live. Discover now