Cap 51

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•Narra Ryu•

Hacía apenas unas horas que me había enterado de que Matt había ido a "rescatar" a Kai. Mis padres habían decidido ir a su apartamento, ya que querían que Hideki les explicará lo que había pasado. Aún así, por alguna razón, se habían negado a llevarme con ellos y me habían pedido que me quedara en casa. Cosa que obedecí por una hora.

Me aburría demasiado, así que decidí dar una vuelta. Mientras estaba en la calle, lejos de mi casa, comenzó a llover. Y así se demostraba mi suerte al comenzar una tormenta de verano, ante la cual no tenía refugio alguno. Corrí hasta un edificio cercano en el cual me resguardé. Me senté en un pequeño escalón que había fuera el cual estaba cubierto, doblando las rodillas y apoyando mis manos sobre ellas. Miré al cielo, no parecía que fuera a parar pronto.

Saqué mi teléfono mirando la hora.

18:02

Todavía era pronto y sabía que mis padres puede que no llegaran hasta la noche, incluso, tal vez, volverían después de que yo me quedara dormido. Suspiré y miré al suelo. Gotas de lluvia caían al suelo formando pequeños charcos. Más allá, se podía ver a la gente correr de un lado a otro, cubriendo sus cabezas con sus brazos o con cualquier objeto que tuvieran a mano. Entonces, algo tapó mi vista. Había un par de zapatillas en frente mí. Me aparté levemente de donde me encontraba suponiendo que era alguna persona que viviría en aquel edificio y estaría molesto de que yo estuviera sentado en la puerta de este.

—¿Ryu? —levanté finalmente la mirada ante una voz familiar—. ¿Que haces aquí, pequeño? —delante de mi se encontraba Alex con una leve sonrisa en su rostro. Las gotas caían de su cabello, el cual tenía empapado casi por completo. Se veía realmente bien así.

—Podría preguntar lo mismo —dije haciendo un puchero a lo que el río.

—Vivo aquí, idiota —lo miré avergonzado, tras comprobar que aquel portal y aquella zona se me hacían familiares—. Anda sube debes de estas congelado si llevas aquí mucho tiempo...

—En realidad ni siquiera hace frío —me pegué a mi mismo en mi cabeza, una oportunidad perfecta para estar a solas en su casa y voy y la rechazo.

—Tira o cogerás un resfriado —asentí lentamente levantándome y siguiéndolo dentro.

En cuanto subimos y la puerta de su apartamento se cerró, los nervios comenzaron a crecer en mí. La última vez que había estado allí fue cuando me rescató de aquellos violadores y me trajo aquí. El mismo día en el que pude saber que, aunque fuera tan solo un poco, se sentía atraído por mí. Eso me hacía feliz, aunque negara que le gustaba, ya que en mi también habían crecido aquella clase de sentimientos por él. Lo que solo hacía que mis nervios aumentarán.

—Puedes darte una ducha si quieres —dijo tras dejar en la cocina un par de bolsas de plástico que llevaba con él—, buscaré algo de ropa seca —asentí lentamente de nuevo, sin decir nada.

Me indicó donde estaba el baño, aunque yo lo recordara perfectamente, y me dió un par de toallas para secarme al terminar. Me quité la ropa mojada, dejándola en el suelo, y, entonces, Alex entró con algo de ropa en sus manos, lo cual hizo que diera un salto tapando mi cuerpo instintivamente.

—He encontrado esto —finalmente, alzó la mirada y vio mi cuerpo desnudo. Vi como mordía su labio inferior sensualmente sin apartar la vista de mi blanca piel, recorriendo todo mi cuerpo con su mirada. Entró al baño hasta quedarse a un par de pasos de mí. Podía notar mi respiración acelerarse al igual que los latidos de mi corazón y mis mejillas cada vez ardian más. Paró dejando la ropa sobre un mueble al lado de la ducha—. Espero que sea de tu agrado —dijo en un susurro que hizo que mi piel se erizara y asentí nervioso. Después, salió del baño no sin antes mirarme una última vez.

Mordí mi labio, llevando ambas manos sobre mi rostro. La mirada de Álex había conseguido que un cosquilleo se formará bajo mi vientre.

Decidí darme una ducha de agua fría para calmar mis nervios. Cosa de la que me arrepentí al segundo, odiaba el agua fría.

• • •

—¿Alex? —salí del baño con mi pelo ligeramente mojado y comencé a mirar a todos lados buscando a Alex. Era una casi casi completamente abierta, a estepcion de la habitación y el baño, así que supuse que estaría es su habitación al no verlo allí.

Por un momento me alegré de que no me viera así. Me miré en un espejo que había junto a la puerta de la entrada. Solo llevaba una camiseta blanca que me llegaba justo por encima de las rodillas. A comparación con Alex yo era mucho más bajo, así que toda su ropa me quedaría enorme. Él, tambien me había dado unos pantalones cortos de chándal, los cuales no pude ponerme ya que entrabamos dos yo. Mordí mi labio al mirarme de nuevo y recordar que llevaba unos boxers suyos debajo de aquella camiseta.

—Oh, ¿ya has terminado? —me sonrojé al ver a Alex salir de su habitación, con el pelo mojado y una toalla sobre sus hombros, y vistiendo únicamente unos pantalones cortos. Así que, también había un baño en su habitación...

—Sí... —aparté la mirada de él, hasta que noté que acariciaba mi mejilla con suavidad—. ¿A-Alex?

—Tus mejillas están rojas... —subió su mirada a mis ojos, mirando estos fijamente con un leve sonrisa—. Te ves realmente adorable —tragué saliva mirandolo mientras mis manos comenzaban a temblar. Su rostro se había acercado al mío y mi mirada bajó instintivamente hacia sus labios. Cerré los ojos, sentía que mi corazón iba a salir de mi pecho y al final, sentí que besaba mi mejilla. Abrí los ojos de nuevo pestañeando un par de veces algo confuso—. ¿Que pasa, enano? ¿Esperabas algo más?

—Por cosas así, te odio —hice un puchero al oír la risa de Alex. Alcé la vista hacia él de nuevo, su perfecta sonrisa y su mirada hicieron que todo fuera un impulso. Me levanté sobre mis puntillas, tirando de la toalla que tenía al rededor del cuello, juntando nuestros labios en un inocente beso—. Y, sí, esperaba algo más...

Después de aquello, cuando nuestros labios se separaron, sus manos se dirigiendo a mi trasero, tirando de él hacía arriba y subiéndome a su cintura. Rodeé mis piernas en ella, tras soltar un pequeño gemido.

—Creo que voy a olvidar por un momento que eres menor...

Dejame Quererte (Yaoi/Gay) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora