Cap 25: Primer día con el bebe.

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–¡Lo encontré! –salí de la habitación con la mirada de todos fijada en mi.

–Creo que te ha cogido cariño. –Aoki-san sonrió cogiéndolo en brazos. Axel era cariñoso con él también, se agarraba al cuello de su camisa y se removía entre sus brazos.

–Kai, yo también quiero que me des amor~ –Ryu se acercó a mí abrazándome y besó mi cuello, ya que no llegaba a mi mejilla.

–En esta casa no se demuestra amor. –Matt se quejó desde el sofá con los brazos cruzados. No entendía lo que le pasaba, había estado así desde el momento en el que Ryu se me pegó.

•Narra Matt•

Seguía oyendo la risa de Kai y de ese maldito peliazul. No me había movido del sofa. Tenía una pequeña esperanza de que Kai viniera donde mi, o que me preguntará un simple "¿Estas bien Matt?". Era un poco egoísta por mi parte, pero sinceramente, quería que se preocupara por mi, quería oírle decir mi nombre, cuando él lo decía se sentía diferente; especial. Y, sí, estaba celoso. Sabía que no tenía motivos para estarlo, quiero decir, para Kai, el peliazul, era como un hermano pequeño; pero no podía evitar estarlo.

Llevaban toda la tarde abrazados o agarrados de la mano. Si tan solo, yo, tuviera la suficiente confianza para estar así con él... Eso sería suficiente para mi, aunque mis sentimientos no fueran correspondidos.

–Sabía que algo bueno le había pasado al enano... –me giré para ver al padre del peliazul con Axel en brazos– Últimamente, cuando lo veo, sonrie más ampliamente.

–¿Que quiere decir con eso? –sonrió sentándose a mi lado, dejando a Axel sobre su regazo.

–No se le da bien hacer amigos –suspiró–, bueno, mejor dicho, no quiere hacerlos. –lo miré ladeando la cabeza– solo ha tenido a Ryu. Mientras, él, traía amigos a casa, Kai simplemente se quedaba en alguna parte apartado. –dejó a Axel sobre el sofá, ya que no paraba de moverse– Me preocupaba que no consiguiera llevarse bien con vosotros... pero me alegro de que no sea así.

–¿Se puede preguntar la razón de porque se comportaba así? –miró detrás para comprobar que ellos dos estaban lo suficientemente lejos para no oirnos.

–Tiene miedo. –dijo al volver a mirar hacia mi– Y supongo que con vosotros también lo tendrá.

–¿Miedo?

–Su infancia no fue demasiado perfecta. –«lo se, créeme que lo se»– Las personas que se supone que deberían haberlo querido nunca lo hicieron. –suspiró bajando la mirada– Tiene miedo a cogerle cariño a alguien y que luego lo abandoné, o que simplemente desaparezca de su lado.

–Ya veo... –así que, tal vez, esa era la razón por la que le había molestado tanto que lo ignorara aquella semana. Pero, eso significaba que ¿me tenía cariño? Me giré y pudé ver una expresión triste en su cara. Al notar mi mirada sonrió forzadamente– Supongo que no habrá sido fácil criarlo. –me miró algo sorprendido– No me malinterprete, me imagino que estarían preocupados por él; por no hablar del terremoto andante.

–Esperó que me lo cuidéis bien –dijo tras reír cogiendo a Axel de nuevo–, y promete protegerlo. No quiero verlo herido de nuevo; ni mental, ni físicamente...

–¿Físicamente?

–Se que no lo parece, incluso me sorprendió a mi cuando casi se convirtió en una rutina para él, pero solía meterse en demasiadas peleas. Volvía a casa con cortes y moratones por todo su cuerpo... Sobre todo en sus manos.

–Nunca imaginé que fuera así... –sabía de primera mano que Kai era fuerte, pero nunca pensé que hubiera tenido tantas peleas.

–Hace dos años que paró, aunque no fue de la mejor manera... –sentía curiosidad por como paró, pero parecía incómodo hablando del tema. Lo más probable es que lo hubieran pasado bastante mal.

–Oye, ¿Yoshi-san no estará preocupado? –Kai asomó la cabeza entre nosotros apoyándose sobre el sofá. En ese momento, Axel apoyó las manos en el respaldo del sofá usándolas para levantarse y mirar a Kai sonriendo. Este, lo sujetó en sus brazos sonriendo al igual que él.

–Serias un hermano mayor perfecto. –el padre del peliazul acarició la mejilla de Axel– Incluso un padre genial... –entonces me miró a mi sonriendo de lado y hablando por lo bajo mientras Kai estaba distraído con Axel– o una buena esposa.

–¿Que ha sido lo último que has dicho? –Kai puso su atención en él mientras balanceaba suavemente a Axel.

–Un buen padre. –sonrió mirándome de nuevo. Miré hacia otro lado avergonzado. Me había sonrojado levemente cuando susurro esas últimas palabras.

Esposa, ¿eh?

No sonaba tan mal en el fondo. Kai como esposa. Mi esposa. Me había sonrojado más aún. Sonará cursi, pero me encantaba imaginar cosas así. Vivir los dos solos, casarnos... incluso formar una familia... Pero me temía que nunca pasaría.

Suspiré apoyando todo mi peso sobre el sofá. Para cuando quise darme cuenta era el único sentado en el. Vi como los tres de dirigían a la entrada. Me levanté y me dirigí a la puerta al igual que los demás.

–Entonces nos vamos ya.

–Gracias por todo.

• •

Solos de nuevo. Ya era casi de noche así que busqué en la nevera por algo de comida o alguna sobra. Ese día no me apetecía cocinar.

–Se siente raro... – mientras buscaba por los cajones mire atrás para ver a Kai dejando a Axel sobre la mesa y sentándose en frente de él– sin Hideki por aquí... seguramente estaría estresado haciendo de madre.

–Sí... – sabía que lo había dicho con su mejor intención, pero algo dentro de mí se había sentido roto. Era como si el hecho de que lo echará de menos significara que yo no era suficiente para él. Sabía que no era así y no entendía porque había empezado a pensar cosas como esa.

–Por cierto, Matt ¿ha pasado algo?

–¿Porque lo dices?

–Sabes la razón. –me miró apartando la vista de Axel– En cuando han llegado prácticamente te has apartado.

–No es nada. –mentí. Miré hacia otro lado girando ligeramente la cabeza y sonreí. Así que despues de todo de había dado cuenta.

–No me lo vas a contar, ¿verdad? –lo volví a mirar con una pequeña sonrisa todavía dibujada en mi cara– Si algo te pasa o preocupa, solo dímelo. Intentaré solucionarlo lo mejor que pueda.

Asentí dándome la vuelta para finalmente encontrar un par de paquetes de ramen. Solo tenía meterlos en agua hirviendo y estarían listos, fácil y rápido. Me parecía buena idea. Unos minutos más tarde ya lo tenía listo. Dejé dos cuencos llenos sobre la mesa y un par de palillos para cada uno.

–No necesitaras tenedor como los niños pequeños, ¿verdad? –hizo un pequeño puchero cogiendo los palillos al momento. 

–Pásame una cuchara antes de que te sientes. –vi como Kai iba hacia el carrito de Axel y deje la cuchara al lado de su cuenco.

Kai se sentó de nuevo apartando el cuenco ligeramente hacia su izquierda y puso un bote de potitos en la mesa.  Apartó la silla hacia atrás, para colocar a Axel sobre su regazo, e hizo un intento de darle de comer. Y digo intento porque Axel simplemente se negaba a abrir la boca.

–No te rías. –dijo mientras me miraba y yo ladeé la cabeza hacia un lado algo confuso.

–No me he reído...

–Por fuera. Pero por dentro se que te esta haciendo gracia. –sonreí suspirando.

–En realidad me esta pareciendo muy tierno. –y esa era la verdad.

Dejame Quererte (Yaoi/Gay) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora