Cap 6: Nueva casa.

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-¡Esta decidido! -me levanté de un salto del sofá. Girándome para mirar a Hideki de frente. Le extendí la mano y sonreí ampliamente.- Me quedo aquí.

Hideki esfozó una amplia sonrisa y pude notar un pequeño brillo en sus ojos.- ¡Genial! -se levantó y me rodeó con sus brazos dándome un fuerte abrazo.- Pero, ¿estas seguro de que no quieres conocer a mi compañero antes?

-Supongo que confio en ti.

-Que mono que me eres. -sentí un pequeño pinzado en mis mejillas. Hideki estaba pellizcando estas, moviendo mi cabeza de lado a lado.

Entonces sonó la puerta, y ambos giramos la cabeza mirando hacia ella. Me froté las mejillas mientras Hideki se dirigía a abrir.

Después de todo, al final, si que tendría la oportunidad de conocer a mi segundo nuevo compañero.

Podía oír un murmullo entre ellos. Pero ninguno de los dos se movió de la entrada. Me parecía raro que siendo su compañero todavía no hubiera entrado al apartamento.

Decidí acercarme a ver y realmente me sorprendí al ver quien era.

-¿Se puede saber que hacer aquí enano? -Hideki estaba hablando con alguien al quien yo ya conocía. Ryu estaba en la puerta.

-Es que tardabas demasiado en volver. Y empezaba a aburrirme sin ti. -movía sus brazos adelante y atrás con una pequeña sonrisa.

-Así que lo conoces... -Hideki parecía analizarlo de arriba a abajo. Y Ryu hacía lo mismo con él, aunque él era un poco menos disimulado.- Puedes pasar si quieres.

-Solo venia a por él. -Ryu utilizaba un tono bastante serio y algo borde. Suspire mientras él me señalaba.

-Siento irme tan pronto... -me acerqué a Ryu y revolví su pelo.- Vamos a casa petardo.

-Claro, no hay problema. Nos mantendremos en contacto entonces. -asentí y tras ver a Ryu lanzarle un mirada de odio, salimos de allí.

Ryu iba con los brazos cruzados sin hablar durante el camino. Me dio un leve empujón mientras me miraba haciendo pucheros. Así que decidí invitarle a comer un helado. Las cosas dulces siempre lo animaban y, bueno, yo soy de los que se podrían alimentar con chocolate toda su vida, así que no me importaba en absoluto.

Aunque esta vez no tenía apetito, así que él fue el único que comió. Nos sentamos en un banco cerca de casa.

-No me gusta ese chico. -suspiré y rodé mis ojos. Me imaginaba algo como eso. Tenía asumido que se quejaría de cualquiera, fuera quien fuese.

-¿Se puede saber cual es la razón? -me imaginaba una respuesta como «Porque lo digo yo

-Cuando nos hemos ido te estaba mirando el culo. -él siguió comiéndose el helado como si nada. Por otra parte, mis ojos se abrieron de par en par. Ryu me miró y se encogió de hombros.- Ya te lo he dicho; no me gusta.

-No es para tanto. -tras toser un par de veces mire hacia arriba, para tras un par de segundos mirarlo a él de reojo.- Tú me lo has mirado mas de una vez.

-Eso no es lo mismo. -levante una ceja y rodé mis ojos, mientras suspiraba.- Yo cuando lo hago no me muerdo o lamo el labio.

-Lo que tú digas... -«¿¡Espera que!?» ¿¡Morderse el labio!? Como que se había mordido el labio mientras ME miraba en culo. Me levanté y arqueé mi espalda con mis brazos en alto para estirarme.- De todas formas, vámonos ya a casa.

* * *

-Lo siento Hideki... -estaba en la puerta del apartamento con una mochila y un par de cajas al lado. Aunque las cajas no eran lo único que estaba allí conmigo. Tenía a Ryu detrás agarrándome de la cintura.

Ryu infló sus mejillas y miro a Hideki con odio, mientras este aun no entendía muy bien la situación. Así que ambos pasamos y le explique lo que había pasado.

Unas horas antes.

Por fin había llegado el fin de semana. Y entonces tuve la oportunidad de empaquetar mis cosas. Bueno, básicamente, solo cogí mi ropa y algún par de cosas mas.

Estaba listo para irme. Pero un pequeño gatito se me agarró a la pierna. Y no, ellos no tenían gato.

Ryu se había abrazado a mi pierna y no parecía querer soltarla. Había estado pataleando durante horas hasta que, finalmente, se dio cuenta de que patalear no seria suficiente.

-¡SUELTAME DE UNA VEZ! -me agarré a la puerta agitando mi pierna bruscamente.

-¡NO QUIERO! -cada vez se agarraba con mas fuerza, hasta el punto de llegar a hacerme algo de daño.

-¡DEJAME IRME!

De vuelta al apartamento.

-Así que por eso esta él aquí. -señala a Ryu el cual seguía aferrado a mi.

-Yo no tengo ningún problema en que se quede... -Hideki miraba a Ryu mientras yo acariciaba su pelo.- ...pero como él vuelva no creo que le haga mucha gracia.

-¿Él? -Ryu asomó su cabeza por detrás de mi.

-¿Recuerdas que te dije que viviríamos tres juntos? -Ryu asintió- Pues su compañero.

-Ya veo... entonces ¿todavia no lo conoces? -ambos, Hideki y yo, negamos con la cabeza.

-No volverá hasta mañana... o eso creo. -al terminar la frase pude notar el tono triste en el que la dijo. Parecía que realmente eran muy buenos amigos.

-¡Perfecto! -mire a Ryu asombrado. ¿Que demonios estaría planeando?- Entonces, como a ti no te importa... Hoy me quedare aquí a dormir.

Con lo cabezota que era Ryu, sabía que no iba a poder quitarle esa idea de la cabeza, lo cual era un problema.

Aunque, a Hideki, no pareció importarle, ya que aceptó de inmediato.

-¿Tan pocas ganas tienes de cederme a tu preciado Kai? -Hideki soltó una pequeña risa al ver que me sonroje levemente ante aquella pregunta.

-Por supuesto. -Ryu se agarró a mi brazo. Yo, estaba sentado con la piernas cruzadas, de lado, mirando a Hideki. Entonces, Ryu, acto seguido se levanto sentándose encima de mi regazo, mientras cruzaba sus brazos.- No me gusta como lo miras.

Otra vez, con la teoría de que me miraba con "deseo". Bueno, al menos ahora Hideki podría desmentirlo y, tal vez, así entendería que solo eran paranoias suyas.

-¿Como quieres que no mire a un chico tan mono con ese culo? -«Espera, ¿¡que!?»

Dejame Quererte (Yaoi/Gay) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora