Dejame Quererte (Yaoi/Gay) [TERMINADA]

Especial Matt x Kai

Se que ya he publicado un especial de Matt y Kai. Pero por culpa del poco tiempo que tengo no he sido capaz de terminar ningún especial más. Este no tenía pensado publicarlo, pero ahora doy gracias a no haberlo borrado. Disfrutadlo ❤

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—¿Matt? —lo había llamado unas cinco veces y ninguna de ellas había contestado. Por suerte, finalmente, me encontraba de vuelta en el apartamento— ¿Hideki? ¿Estáis en casa?

Cerré la puerta tras de mi mirando a mi alrededor y suspiré al no ver a nadie. Fue entonces cuando noté que alguien tapaba mis ojos desde atrás.

—Bienvenido, pequeño —llevé mis manos hacia las que no me dejaban ver al reconocer la voz de Matt—. No, no. No dejaré que veas.

—Matt, ¿que estas pensando? —Matt rió. Noté que besaba mi nuca con suavidad, empujándome suavemente hacia delante. Me sentó en una de las sillas de la cocina.

—No habrás los ojos, ¿esta bien? —asentí aún confuso—. Prometelo —asentí de nuevo. Apartó sus manos de mi rostro y, tal y como me dijo, dejé mis ojos cerrados. Oí el sonido de platos sobre la mesa y un olor que ya conocía entro por mis fosas nasales—. Ya puedes abrirlos.

—¡Como te quiero! —delante de mis ojos se encontraba el delicioso pastel de chocolate que tanto echaba de menos.

—Se que hace demasiado que no lo hago, así que he pensado que podría... —me elevé en la silla hasta alcanzar los labios de Matt.

—Gracias, idiota...

—Lo que sea por mi niño.

—Si es que te como a ti antes que a la tarta, guapo —Matt soltó una carcajada. Sonreí mientras comenzaba a comer el primer trozo de la tarta. Noté que, Matt, se quedó mirándome con una pequeña sonrisa en su rostro. Minutos mas tarde, él, seguía igual. Me quedé mirando hacia la mesa y sonreí ligeramente.

Ya lo había pensado mas de una vez, pero por alguna razón en ese momento me vino a la cabeza de nuevo. Me sentía realmente feliz por haber tenido la oportunidad de conocerlo y, aún mas, por estar saliendo con él. Giré la cabeza para mirarlo a él.

—¿Pasa algo, pequeño? —de nuevo sonreí inconscientemente y, antes de que pudiera darme cuenta, me encontraba abrazándolo. Me encantaba que me llamara pequeño o enano, o cualquier otro de esos apodos que siempre me decía con tanto cariño.

—Matt... —rodeé su cuello con ambos brazos hundiendo mi cabeza en su cuello.

—Ven aquí, mi amor —Matt me cogió en brazos alzándome hasta su cintura y besando mis labios con suavidad. Reí quedándome a unos centímetros de él rozando nuestras narices. Besó mi mejilla y cuello haciendo que riera de nuevo por culpa de las cosquillas.

—No se como puedes estar conmigo siendo tan perfecto.

—Sabes que no soy perfecto —besé su nariz  mirando a sus ojos desde arriba por unos segundos antes de volver a hundirme en su cuello.

—Lo eres para mi.

—¿Tú crees que es posible enamorarse una sola vez y para siempre? —pregunto después de unos segundos en silencio. Bajé de la cadera de Matt mirándolo a los ojos.

—¿Matt? —tras acariciar mi mejilla con apenas con un roce, vi una expresión de ternura que pocas veces había visto en su rostro.

—¿Como he sobrevivido sin ti hasta ahora? —mordí mi labio bajando la mirada y, Matt, tras acariciar mi mano, me agarró esta besando mi frente—. Kai, ¿pasa algo? —negué con la cabeza.

«¿Como he sobrevivido sin ti hasta ahora?»

—Pues como lo harías si me fuera... —me dije a mi mismo. Odiaba pensar así. Realmente lo odiaba. Era demasiado pesimista, y lo sabía.

Matt era el prototipo de muchos y no le sería muy difícil volver a encontrar pareja. Volver a enamorarse.

Suspiré dejándo caer mi cabeza sobre su pecho. Acarició mi pelo sin decir nada y besó mi cabeza. Entonces, me sujetó de nuevo en brazos, aunque esta vez me sentó encima suyo después de sentarse en el sofá.

—¿Seguro que estas bien? —asentí—. Mientes —negué—. Kai, dime que te pasa.

—No es nada...

—Kai —miré hacia arriba para verle rodearme con un brazo y pegándome un poco mas a él.

—Es sólo que... —me callé por un instante—, ¿y si te acabas aburriendo de mi?

—Kai... Mírame —hundí me cabeza en su cuello—. Se que sabes perfectamente que he salido o he estado con muchas personas —levanté levemente la cabeza—, pero, puedo jurar que tú eres la primera de la que me enamoro. La primera con la que me siento lleno y, la primera en la que pienso todo el rato incluso sin quererlo.

—Matt...

—Y, la primera persona que me hace sonreír sinceramente con el simple hecho de pasar por lo mente —me quedé mirándolo mientras hablaba, cuando noté que por mis mejillas caían pequeñas lágrimas—. Así que, mi pequeño, cada vez que pienses así —acarició mi mejilla quitando las pequeñas gotas—, solo recuerda que cuanto mas tiempo paso contigo, mas me enamoro de ti.

—No te merezco —me abracé a su cuello mirándolo a los ojos de nuevo. Agarré sus mejillas con suavidad besando sus labios y después su nariz.

—Deja de llorar, mi chiquitín —apartándome apenas unos centímetros de él, acaricio mis mejillas y depositó un beso en mi frente apartando los mechones de pelo que habían caído hacia mi rostro.

Me abrazó de nuevo tumbándose en el sofá y colocándome encima suyo. Besé su barbilla y sonreí sin dejar de mirarlo. Matt revolvió mi pelo sonriendo, se acercó a mis labios y me aparté levemente. Hizo un pequeño puchero alzándose de nuevo y, me aparté dejando mis labios a unos milímetros de los suyos. Acaricié su pelo echando su cabeza hacia atrás y, Matt, se dejó caer en el sofá de nuevo. Entonces, mientras yo soltaba una pequeña carcajada, me cogió por las caderas tirando de mi y tumbandome en el sofá debajo de él.

—Matt —alcé las manos a sus orejas bajando desde ellas hasta su cuello lentamente y, tras sonreír acomodó su cabeza hasta una de mis mano apoyándose ligeramente en ella—, te amo.

—Mi niño... —sujetó mi mano con una suave caricia para acercarla a sus labios depositando un beso en esta— eres lo mejor que me ha pasado.