Dejame Quererte (Yaoi/Gay) [TERMINADA]

Cap 37

•Narra Matt•

—Tu teléfono no deja de sonar, Matt. —dijo Hideki y suspiré de nuevo.

—¿Quien es? —Kai se asomó curioso a mirar la pantalla.

—Todos los mensajes son de un bar cerca de aquí.

—¿Un bar? —preguntó de nuevo. Después de unos días de que Dan nos llevó a aquel pub había empezado a recibir mensajes de empleo. Lo extraño, era que ni siquiera era para trabajar en aquel local. Parecía que los jefes tenían pensado abrir una cadena de bares, y iban a inaugurar uno en cuanto el verano terminara en la ciudad.

—Es una oferta de trabajo si no me equivoco. —contestó Hideki, a lo que yo asentí— Y no es una mala oferta, no entiendo como no la has aceptado.

—Tengo mis dudas...

—Venga ya. Según la información que te han enviado, recibirás un buen sueldo y no son tantas horas de trabajo.

—Lo se, pero si las clases empiezan no se si podré hacerme cargo de las dos cosas a la vez.

—Puedes hablar con ellos —lo miré mientras se ponía los pantalones—, explicarles tu situación e intentar ver si tú horario podría ser flexible, por si necesitas unos días para los estudios.

—Hideki tiene razón. —Kai se tiró sobre mi— Con el dinero podrías comprar chocolate.

—Ni siquiera me gusta el choco... —miré a Kai quien estaba sonriendo ampliamente— Maldito goloso. —revolví su pelo— Pero aceptarlo serían menos horas en casa. —Kai miró hacia arriba— Y con el instituto significarían menos horas contigo...

—¿Desde cuando eres tan cursi? —dijo Hideki mientras se reía. Por otro lado, Kai ya se encontraba abrazándome con fuerza mientras besaba mi mejilla.

—¡¿Donde hay condones?! —gritó finalmente. Entonces, miré a Hideki y señalé a Kai, el primero rodó los ojos.

—Tiene sus recompensas.

—No quiero saber nada de... —nos miró y comenzó a señalarnos girando su dedo— eso.

—Hideki, sabes que es una broma. —lo miré alzando una ceja— No me mires así, ¿creías que te iba a dar esa satisfacción?

—Eres cruel. —me besó suavemente riendo.

—Por cierto, —ambos miramos a Hideki— ¿tenéis planeado hacer algo hoy? —negamos con la cabeza— Bien, ¿que os parece ir a una pequeña fiesta en un bar aquí cerca?

—¿Fiesta? —parecía que había conseguido la atención de Kai.

—Aja. —Hideki asintió— Parece que es algo exclusiva y no puedes entrar sin contactos.

—Y, ¿como pretendes entrar? —pregunté.

—Alex es un nuestro ticket de entrada.

•   •   •

Y tal como Hideki afirmó, gracias a Álex conseguimos entrar, aunque no fuimos los únicos, ya que, un pequeño tornado azul también había aparecido allí.

El bar estaba situado en el último piso de uno de los edificios de la ciudad. Tenía una vista increíble y una pequeña terraza en la que todavía se podía oír la música del local. No era demasiado grande tal vez, tan siquiera entrarían unas 40 personas allí, aunque alguno más podía estar fuera.

Cuando entramos, ya estaba casi lleno con personas bebiendo o bailando por todos lados. Tenía la sensación de que iba a ser una buena noche.

•Narra Kai•

Ya llevábamos allí aproximadamente una hora y entonces, vi que alguien entraba. Después de que nosotros llegáramos no había visto a nadie cruzar aquella puerta. Para mi sorpresa conocía a esa persona.

—¿Gaby? —efectivamente comprobé que no me había equivocado cuando se quedó mirándome.

—Mocoso, ¿que haces aquí? —Gabriel se acercó a mí sentándose en uno de los asientos de la barra.

—No eres el único con contactos, bonito. —él rió. Nuestra relación había mejorado bastante después de la fiesta en casa.

—Por cierto, tenía que hablar contigo. —me apoyé en la barra a su lado— ¿Esta aquí tu compañero de piso?

—¿Cual de los dos?

—El guapo.

—No ayudas. —Gaby volvió a reír, miró a su alrededor y señaló a alguien, a Matt.

—A ese no, al otro.

—Sí... ¿porque~? —miró a otro lado— Espera, ¿como que "el guapo"? —¿acababa de llamar a mi Matt feo?

—Tu amigo Matthew tampoco es para tanto. —lo miré alzando ambas cejas.

—¿Perdona? Matt es muy, muy... —me miró de nuevo rodando los ojos— vamos que yo le daba. —nunca mejor dicho.

—¿Es eso una confesión?

—¿Ni nini ni ninini? —rió revolviendo mi pelo— Bueno, ¿porque preguntas por Hideki?

—Po-Por nada... —miró hacia el vaso de cristal que tenía entre las manos— Es solo que... Ol-Olvidalo.

—Cuéntame~ —me abracé a él pegando mi mejilla contra la suya— Venga~

—Entonces, ¿no lo ha dicho? —suspiró aliviado y yo me aparté con aún más interés.

—¿Contar el que? —miró a su alrededor y agarró mi muñeca tirando de ella tras levantarse. Me llevó hacia la terraza donde casi no había nadie— ¿Entonces...?

—En tu casa... —comenzó a decir tras un largo y pesado suspiro— nos besamos, y bueno, ya sabes...

—¡¿Lo hicisteis?! —Gaby se sonrojó y negó histéricamente con la cabeza.

—N-No... —se apoyó en el borde de la terraza notando la brisa— Solo nos tocamos, pero no llegamos a tanto...

—Te gusta, ¿eh? —me miró de reojo y asintió levemente.

—Eso creo... —sonreí. Entonces, vi como Hideki se asomaba por la puerta de la terraza y se acercó hacia nosotros.

—Pequeño, te están buscando por ahí dentro. —metió sus brazos entre los míos abrazándome levemente y apoyando su cabeza en mi hombro.

—Deja de beber ya.

—Mi bebé... —depositó un suave beso en mi cuello— como te quiero. —miré a mi lado para ver que Gaby aún seguía allí.

—Hideki, ¿te quedarías aquí con él? —le susurré— Al menos hasta que te encuentres mejor. —Hideki asintió— Bien, entonces, Hideki quédate con Gaby que yo voy dentro. —le guiñé un ojo a Gaby apartando a Hideki levemente de mi.

Salí de allí, no sin antes mirar atrás para ver a Gaby nervioso. Busqué con la mirada a ver quien podría haber estado buscándome, y noté que alguien me rodeaba por detrás.

—¿Donde te habías metido~? —Matt se encontraba besando mi nuca, podía oler el alcohol en él.

—Por cierto, ¿donde se ha metido Ryu? —me di la vuelta para mirar que Matt estaba haciendo un pequeño puchero.

—¿Que importa el peliazul? —me ofreció una cerveza que tenía en la mano aún sin empezar— Venga, vamos a divertirnos chiquitín.

—¿Porque parece que lo dices con doble intención? —Matt sonrió para después lamer su labio superior con toda la sensualidad que pudo conseguir. Como me ponía ese idiota.