Dejame Quererte (Yaoi/Gay) [TERMINADA]

Cap 23

Después de leer vuestros comentarios, me va a doler romper el ship de alguno ;+;
Os dejo con el capítulo. Espero que os guste! (//w\\)

—————

•Narra Matt•

Sentía los rayos del sol en mi cara. Aún así, se sentía más cálido de lo normal, una sensación que hacía tiempo que echaba de menos. Parpatedeé un par de veces al sentir un cosquilleo bajo mi nariz. Me aparté ligeramente y paré al sentir una presión que no me dejaba retroceder más. Sonreí al ver a Kai abrazándome, y me aseguré de no estar soñando.

Llevaba varios días soñando con Kai; con su sonrisa, sus labios, su suave y oscuro pelo negro y sus hermosos ojos azules. Y esa situación se había repetido varias veces en ellos, aunque el contexto era totalmente distinto; y, bueno, la cantidad de ropa también era menor. Aún así pensaba disfrutar aquel momento, dudaba que se repetiría en alguna ocasión.

No pude evitar besar su frente y acariciar su pelo. Se quejó moviéndose y soltó su agarré para frotar sus ojos suavemente.

–¿Matt...? –miró hacia arriba para encontrarse con mis ojos.

–Buenos días. –se sentó y solté una pequeña risa. Tenía el pelo revuelto y no paraba de bostezar.

–Buenos días... –Kai me miró, sonrió y se dejó caer sobre la cama de nuevo– ¿Que hora es...?

–Las 11. –llevé mis brazos detrás de mi cabeza, apoyando esta en mis manos.

–Quiero dormir...

–Duerme.

–No creo que así pueda...

–¿Así? -me quedé mirandolo algo confuso, entonces note que sus mejillas habían adquirido un suave color rojizo e inmediatamente se había dado la vuelta dándome la espalda– ¿Kai...?

–Ni siquiera se como conseguí conciliar el sueño ayer... Tal vez, estaba tan preocupado de que no me hablaras que el quitarme ese peso de encima fue un alivio para mi... –prácticamente, Kai, susurraba esas palabras. Parecía que lo decía para si mismo– Sí... eso debe ser...

–Solo duérmete, pequeño. –hasta a mi se me hacía raro pronunciar aquella palabra.

Pequeño...

Sonaba tan bien.

Kai giró su cabeza para mirarme de reojo, su sonrojo no había cesado, incluso parecía que había ido a mas. Sonreí, poniéndome de lado y acercando nuestros cuerpos un poco más. Rodeé su cintura con un brazo, tenía miedo de ser rechazado o de que se apartara, pero no lo hizo. Se quedó quieto, apartando la vista de mi. Apoyé mi cabeza cerca de la suya, rozando su pelo ligeramente.

–¿Crees que Hideki habrá quitado la silla? –Kai relajó su hombros, relajándose ante la situación.

–¿Quieres huir? –lo agarré más fuerte acercándolo más a mi, y le susurré al oído– No dejaré que salgas corriendo.

–Pero, es que tengo hambre... –solté una pequeña risa y Kai se giró de golpe haciendo pucheros.

–Vale, lo pillo. –suspiré sentándome al borde de la cama– Haré comida, ¿que quieres?

–¡Tortitas con chocolate y nata! –se sentó a lo indio sujetando sus pies con las manos. Era un gesto que hacía a menudo al sentarse.

–Oído cocina. –lo miré y me ofreció una de sus perfecta sonrisas.

–Espera. –se puso de rodillas en la cama y al girarme besó mi mejilla– Te lo debía.

¿Debermelo? ¿De que me debía un beso...? Oh. Cierto.