Vio a Bucky sentado en el borde de la cama que compartían, colocándose las zapatillas de levantarse.

—Escuché un ruido —había respondido él dándole un pequeño y suave beso en la frente antes de marcharse, para después acariciar su mejilla y regalarle una de sus deslumbrantes sonrisas—. Seguramente no es nada. Espérame aquí, muñeca. Ya vuelvo.

Y eso hizo.

Esperó.

Y esperó.

Y esperó.

Esperó hasta que la espera se hizo insoportable.

Esperó hasta que el ruido de un disparo le hizo ponerse de pie, y correr hasta la sala de estar de su departamento, donde vio como Bucky caía por la ventana arrastrando consigo, a un hombre con una gigantesca pistola.

Con dos grandes zancadas, llegó hasta el marco de la destrozada ventana, sacó la cabeza por esta, afirmándose en el marco para no caerse, cortándose las palmas de las manos con los vidrios rotos que habían quedado incrustados en este, para darse cuenta de que Bucky no se encontraba por ninguna parte.

¿Dónde estás?

Había desaparecido sin dejar rastro alguno.

La muchacha se subió al autobús repitiendo la noche anterior en su cabeza como una película, buscando pistas que pudieran ayudarla a encontrarlo por sí misma, considerando que la policía no iba a ayudarla, tratando también de grabar en su memoria los preciosos ojos azules de Bucky, y esa sonrisa juguetona que volvía sus mejillas de un vergonzoso rojo escarlata.

Solo por si no volvía a verlo.

El bus se detuvo con una frenada brusca, y ____ tuvo que afirmarse del asiento delantero para no golpearse en la cabeza, un fuerte dolor la recorrió por completo, sus manos sangraban a través de las vendas que se había puesto a la rápida esa mañana antes de salir disparada a la comisaria, su ritmo cardíaco se aceleró cuando escuchó decenas de disparos provenientes de todas partes.

La gente que se encontraba con ella dentro del autobús, se cubría la cabeza con las manos mientras se empujaban para salir lo más rápidamente posible, los gritos y los disparos resonando en sus oídos, sin querer detenerse.

Pero ____ solo atinó a quedarte dónde estaba, con la cabeza entre las piernas, y lágrimas cayendo de sus ojos.

—¡¿Queda alguien?! —gritó una mujer pelirroja desde la puerta de adelante del vehículo, ____ levantó su torso, la pelirroja la vio y le hizo un gesto en el aire con la mano para que se apresurara a salir—. Ve a esa tienda y quédate adentro, por nada del mundo se te ocurra salir —le dijo tomándola de los hombros y empujándola en dirección a una tiendita que a medida que pasaban los segundos se llenaba cada vez más de civiles desesperados por encontrar refugio.

____ asintió y corrió, cubriendo su cabeza con sus brazos, hasta la tienda de perfumes que estaba al otro lado de la calle, mientras que la muchacha pelirroja iba detrás de ella disparando a quien fuera que disparara primero.

Y de ahí vio todo.

Por la puerta de vidrio, vio como el Capitán América recibía golpe tras golpe por parte de un hombre con una máscara negra. Las piernas de ____ temblaban, las rodillas eran atraídas por el suelo, sus labios estaban tiesos en una línea, y de sus ojos caían silenciosas y calientes lágrimas.

El capitán arremetió con un golpe en la cara al hombre, haciendo que este se fuera de espaldas y la máscara que cubría más de la mitad de su rostro, cayera al suelo.

____ no se dio cuenta en qué momento abrió la puerta de vidrio de la perfumería y corrió con todas sus fuerzas hasta llegar al lado del muchacho.

Marvel | One Shots | (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now