Luego de haber cenado y escuchado los chistes malos de papá, dónde lo único que da risa es la carcajada sin sentido de Zayed, es como si solo el entendiera realmente de lo que habla nuestro padre. Para cuando llegamos a casa, ya no estoy tan cansada, así que decido salir a caminar por los alrededores con papá, el hacia esta clase de ejercicios después de cenar, por el asunto de mantener su salud estable por el trasplante de pulmón que tuvo hace años.

—Papá tu... —hago una pausa mientras pateo una piedra delante de mí—. ¿Mataste por mamá?

Escucho como él se aclara la garganta y permanece sin responderme por un minuto.

—Tuve que hacerlo por ti y por Zayed también, dearie no me gusta ese apodo que me tiene, pero cuando lo dice con tanto cariño, lo olvido.

—Pero no es algo de lo que quisiera hablar contigo Brooke, así que mejor hablemos de ese novio tuyo —sonrío y asiento cuando el cambia de tema tan rápido, y precisamente para hablar de Charlie.

—Charlie, ¿qué quieres hablar de él? —pregunto con la mirada en el piso.

—Bueno, primero que nada ¿por qué parece tenerme tanto miedo? —Esa es una pregunta incorrecta, porque volveremos a caer en el mismo tema de antes.

—mmm... en realidad él sabe de ti, ya sabes, todo eso de la mafia, toda la escuela lo sabía menos yo, pero no hablemos de eso...

—Oh, bueno él debe de saber que no le haré nada a menos de que te haga algo a ti, así que...

—Dudo que lo haga, has hablado con él, has visto como es, además, que haya sido mi único amigo sabiendo, ya sabes —digo entre risas para suavizar el efecto de mis palabras.

—Bueno, lo he visto y si parece un buen chico, tal vez demasiado —bromea papá riendo junto a mí mientras caminamos de vuelta a la casa.

—Y... ¿le has contado?

—No, estoy esperando que llegue a Londres y buscar el momento correcto de decirle, no sé cómo se lo tomara, así que supongamos que lo estoy posponiendo —respondo en un susurro cuando llegamos a la entrada de la casa.

—Un consejo, no esperes mucho tiempo para contarle, o será peor —responde mi padre antes de podamos entrar a la casa. En el momento que papá pone su mano en el picaporte de la casa, todo se vuelve una completa locura, escucho disparos bastante cerca de nosotros y al instante chillo aterrada quedándome petrificada y sin saber que hacer.

—¡Joder! —grita papá mientras busca algo de entre sus pantalones y los disparos son cada vez más, el corazón me late desbocado y no sé qué mierda hacer. El intenta cubrirme y mis manos solo tiemblan mientras me aferro al cuerpo de mi padre.

—¡Zack! —Aparece mi madre como loca con una pistola en sus manos, ellos vinieron preparados para esto.

—¡Brooke, entra! —vocifera mi padre aun cuando los disparos se detienen.

—No te voy a dejar aquí papá.            

Ambos estamos escondidos detrás de su auto, y yo detrás de él, miro por encima de sus hombros y un hombre con un arma bastante grande está acuclillado sobre el muro que divide la casa del exterior, no sé cómo demonios se subió allí, lo único que sé es que él ahora está disparando como loco, cristales rotos en el piso y mi miedo haciéndose más grande. El ruido que hacen los disparos es casi ensordecedor me sorprende que nadie del condominio haya salido o llamado a la policía.

—¡Maldita sea Brooke! —grita mi padre mientras intenta cubrirme y disparar al mismo tiempo. Empieza a caminar para acercarse más a la puerta de entrada. Nos hemos alejado sin darme cuenta, solo estoy con el corazón que parece que se saldrá de mi pecho, la piel de gallina, y todo mi cuerpo tiritando. Completamente aturdida.

Escape: Brooke © PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora