41. La encontraremos

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Maratón 2/3.

Kelsey dio una bocanada de aire despertando exaltada. Bajó la mirada y vio su blusa de tirantes y su pantalón de chándal. Había sido un sueño, mejor dicho, una pesadilla. Suspiró aliviada y se levantó motivada a salir de ese asqueroso lugar. Su cuello crujió al dar vuelta bruscamente escuchando el sonido de unas llaves, se tiró despacio en el suelo situándose en una esquina y finjio estar dormida.

-Así que... Ella es Kelsey.- dijo alguien.-Se ve joven.

-Tiene dieciocho.- reconoció la voz de Joseph.

-¿Qué harás con ella?- preguntó de nuevo esa voz, era algo dulce, sin duda era de una adolescente.

-Nada, la torturare.- sintió un escalofrío recorrer toda su espalda.-Es mentira, hijita. Sólo se quedará aquí hasta que me entreguen el dinero.- sintió unos tacones acercándose a ella.

-Se ve muy pálida, ¿ha comido algo?- preguntó la voz dulce.-¡Papá!- regaño.-¡Oye! Traiganle algo de comida a esta chica y mucha agua.- exigió la chica.

-Alexa...- se quejó Joseph.

-Alexa nada, déjame hablar con ella.- pidió. Los pasos del hombre se alejaron y cerraron la puerta, dejando a las dos chicas dentro.

-Kelsey, kelsey.- llamó Alexa. Kelsey finjio despertar.-Hola, me llamo Alexa.- se separó un poco por precaución.-Tranquila, no te haré daño. ¿Bien?- preguntó. Asintió débilmente. Alexa le hizo varias preguntas a Kelsey, ella sólo asentía o negaba, nunca habló. Alexa era una chica de pelo negro y ojos azules, era bonita físicamente.

Después de unos minutos una bolsa de comida llegó para la chica y Alexa la dejó sola. Kelsey se fijó en la bolsa, un sándwich de verduras y una botella de agua. Intentó no comer nada, pero los ruidos que lanzaba su estómago no le permitió. Devoró la comida sin dejar ni una sola miga, moría de hambre, no había comido en 12 horas.

Se levantó y sacudio su trasero por el polvo que acumulaba en este. Se fijo en la ventana y vio que era de día, nueve de la mañana tal vez. Unos toques en la puerta la hicierob sentarse rápidamente. Alexa entró sonriente con las manos en la espalda. Se acercó a Kelsey y la miró con lástima.

-Lo siento tanto por esto.- e inyectó una aguja en su brazo descubierto.

De pronto todo se hizo borroso, sus ojos pedían, más bien, rogaban por cerrarse. Y eso hizo, cerró los ojos.

Kelsey

De nuevo, estaba atada y amordazada. Pero esta vez en una silla de metal y unas sogas que marcaban mis muñecas y tobillos. Intenté por décima vez desatar los nudos de mis manos, per me fue imposible. Estaba en otra habitación, esta era blanca, toda blanca, no había nada más excepto que un gran ventanal con rejas. Finjiendo que estaba dormida, me enteré de que estaban pidiendo mil millones de dólares por mi, para dejarme libre.

Ojalá los chicos tengan ese dinero.

Cameron

-Tengo cien mil. Dentro de unas horas conseguiré otros cien.- dije colocando el fajo de billetes en la mesa. Zack lanzó unos más murmurando "cuatro trescientos"

Los chicos, los padres de Kelsey, y yo, nos reunimos en su casa para juntar los millones de dólares. Todo estaba yendo bien, lo que perdíamos era tiempo.

-Hasta ahora tenemos cuatrocientos mil. Nos faltan seiscientos.- dijo Shawn dejando un par de calculadoras en la mesa.

-Yo ya di todo mi dinero.- admitió Matthew.

-Yo puedo conseguir más, pero para mañana.- ofreció Taylor.

-¡Sólo nos quedan 24 horas!- solté. Estaba furioso, exasperado, cansado y frustrado.

Furioso por no poder cuidar de Kelsey. Exasperado porque en la habitación en la que nos encontramos era un tanto pequeña para tanta gente. Cansado porque no había dormido lo suficientemente y frustrado porque no sabemos dónde está Kelsey.

Fuimos al lugar de la nota pero sólo nos dio a una casa abandonada, nada adentro. Avisamos a la policía pero lo consideraran secuestro a las 72 horas.

Esto apesta.

-Cameron, deberíamos salir a tomar aire.- asentí a las palabras de Aaron y salí siguiéndolo. Salimos al patio y me senté en el césped con la mirada gacha.-Amigo, la encontraremos.

-Lo sé.

-Cameron estamos haciendo todo lo posible para pagar ese dinero, si te das cuenta es demasiado.

-¡Lo sé!- solté de nuevo gritando.-Lo siento amigo, estoy muy frustrado.- me disculpe. Tapé mi cara con mis manos y solloce. Aaron me abrazó y oculte mi cara en su hombro.

Tengo miedo de no encontrar a Kelsey a salvo. Tengo miedo de encontrarla muerta.

𝘁𝗲𝗲𝗻𝗮𝗴𝗲 𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺 » old magconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora