—¿Papá y Susy saben de ella? —él negó con la cabeza—. ¿Y Nacho?

—No —exclamó—. Ni siquiera la conoce y no quisiera que lo haga.

—¿Por qué no? —pregunté extrañada. A pesar de la diferencia de edad, Fede y Nacho siempre fueron muy unidos.

—Tengo miedo de que, si lo ve, lo prefiera a él —admitió.

—Por favor, Fede. Nacho y vos son completamente diferentes, si vos le gustás dudo que Nachito sea su tipo.

—Pero él es el tipo de toda.

Y lo que había temido por años estaba sucediendo: Ignacio se estaba convirtiendo en una copia de Manu. No era de extrañarme, Nacho era tan guapo como sus hermanos mayores, divertido y una estrella en el futbol. Comparado con sus hermanos, Federico no resaltaba mucho con su timidez y manera de esconderse detrás de sus cuadernos y viejos suéteres. Él casi podía pasar por el estereotipo de nerd, aunque eso no quitaba que era super lindo y adorable.

—No te preocupes. Nacho no haría eso —le dije para tranquilizarlo, aunque con lo competitivo que era mi hermano menor no estaba tan segura. Pero luego agregué con más entusiasmo—: Pero de igual manera necesito conocer a esa chica. Cuando vaya para las fiestas quiero ser la primera en conocerla.

—Obvio —dijo él con una sonrisa tímida—. No podría estar con una chica que no tenga la aprobación de mi hermana favorita.

♥ ♥ ♥

—El primer beso siempre es un gran acontecimiento —dije al micrófono mientras Casiano reproducía Kiss me, de Ed Sheeran, como cortina musical—. Pero no por eso tiene que ser algo que te ponga extremadamente nervioso. Todos los primeros besos son algo torpes.

No pude evitar sonreír al recordar a Gastón, mi compañero de la primaria, quien me había dado mi primer beso en un juego de la botella. Aquel niño gordito estaba tan nervioso que por accidente puso su mano sobre la botella, haciendo que los dos cayéramos en medio de la ronda de amigos. Aunque eso no había impedido que luego saliéramos durante un año como "amigovios" hasta que terminamos y cada uno fue a distintas secundarias.

—Pero qué podría hacer para no arruinarlo todo. ¿Podrías darme algún consejo? —preguntó Felipe casi con desesperación.

«¿Consejos para un primer beso?» Afortunadamente tenía algunos en mi base de datos románticos.

—Escucha con atención mi pequeño padawan. Y ustedes también, queridos oyentes. Estos son los consejos para un primer beso digno de fuegos artificiales y mariposas en la panza. Porque uno da muchos primeros besos en su vida. El primer beso con una nueva pareja siempre será como el primero de todos —dije entre seria y divertida, creando un poco de suspenso. Hasta Casiano parecía estar prestándome atención—. Lo principal es no ponerte muy nervioso ni ansioso. Será normal que te pongas un poquito nervioso, Felipe, pero tratá de estar lo más relajado que puedas. No te apresures demasiado, espera el momento oportuno... o mejor créalo. Acercate a ella, hablale, sonreile, mirala a los ojos, podés tomar su mano o acariciar su cabello. Eso es importante, controlá tus manos —agregué con un énfasis cómico—, ¿entendido?

—Sí, señora —respondió Felipe con entusiasmo—. Muchísimas gracias, Celestina.

—No hay de qué —dije con una sonrisa—. Te deseo la mejor de las suertes con tu chica.

—Chau, Celestina. Gracias.

—Adiós —dije antes de que Felipe cortara la llamada—. Y espero que mis pequeños consejos, les haya servido a varios. Un primer beso siempre será algo realmente especial, por más primeros besos que hayas dado. Pues cada beso es único. Como dijo el poeta mexicano, Octavio Paz: "Un mundo nace cuando dos se besan".

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