Te Deseo Mucha Suerte

Como la primera vez

-Lo soy, pero dime, Kenneth ¿te desagrada que sea así?- susurró a mi oído, haciéndome soltar un suspiro, su tacto, su voz, la forma tan sutil pero sugerente en que nuestras humanidades se unían me estaban haciendo perder la cordura

-Mucho- dije al girarme, mirándolo a los ojos, observando esa mirada acechadora, cazadora, únicamente para mi -Me desagrada tanto que seas así- susurré, llevando mis manos desde sus brazos hasta su nuca, hundiendo mis dedos en su cabello -Pero puedo vivir con eso- susurré, sonriendo ligeramente antes de ponerme en puntas y alcanzar sus labios, ya no podía tolerarlo más tiempo 

-Si... Creo que está bien que puedas vivir con eso- dijo con una cautivadora sonrisa, mirándome a los ojos entre cada beso, sosteniéndome, pegándome a su pecho, juraba que podía sentir mi cuerpo vibrar ante su tacto -Me encanta cuando me miras así Kenneth-

-¿Así, cómo?- pregunté, acariciando el cabello de su nuca, mordiéndome ligeramente mi labio inferior, sonriendo ligeramente al tenerle tan cerca de mi

-Así, como si me dejaras hacer contigo lo que me viniera en gana- conteniendo mis ganas de suspirar por sus manos frías tocar bajo la camiseta, respiré hondo y mis ojos seguían fijos en los ajenos -Pero me pregunto si estaré en lo correcto-

-En lo más mínimo- dije al separarme y sonreír -Hay que comer antes de jugar- dije al guiñarle un ojo y girarme, tomando platos y servir la comida y dirigirme hacia el comedor

Habíamos comido con calma, a pesar de lo que había pasado antes, Dallen parecía no tener esa ansiedad sexual que con anterioridad parecía manifestar; me hizo sentir más cómodo el notar eso, saber que no sólo venía a eso, mi pecho se llenó de un calor abrumador que juraba hacía mis mejillas enrojecer

Después de comer, Dallen me ayudó a lavar los trastes sucios y también la cocina y comedor, su ayuda había hecho que termináramos más rápido, y por ende podía darme el tiempo de hacer algún postre -Tengo algo de fruta y yogurt natural ¿quieres un poco?- dije al ver en el refrigerador, pero, pronto sentí su mano tomar la mía y voltee a verle

-Vayamos a caminar, he visto que por aquí hay un café muy agradable- le miré impresionado, no esperaba a que dijera algo así ¿salir? ¿era esa una buena idea?

-¿E-estás seguro de que quieres ir?- pregunté, cerrando el refrigerador, volteando a verle, no sabía si era la mejor opción, era, como una cita

-Si no quieres salir está

-¡Vamos!- dije, sonrojándome al instante -Ha-hay que ir, es una buena idea- me solté de él y caminé fuera de la cocina -Iré por una chaqueta, no tardo- dije al andar a mi habitación y verme en el espejo, me arreglé un poco el cabello y tomé una chaqueta cualquiera, me sentía muy nervioso, era la primera vez que, Dallen me invitaba a salir después de tantos años

Salí de mi habitación y Dallen estaba poniéndose su chaqueta, me volteó a ver y tomó una de mis manos -Si no quieres ir está bien Kenneth, no quiero que te sientas incómodo-

-N-no me incomoda, es sólo que... Es la primera vez en mucho tiempo que, salimos juntos- dije sin poderle ver a los ojos, pasándome la mano por el cabello -Tiene demasiado que no tengo una cita, o algo así-

-Entonces hay que disfrutarla ¿si?- dijo al tomar mi mentón y alzar mi mirada, viéndome a los ojos para después darme un beso en los labios -Vamos... No es lejos así que podemos ir caminando- dijo, tomando con mayor firmeza mi mano y acto seguido salir de ahí

Ésto era muy raro, se sentía tan diferente, tan distinto pero nostálgico al mismo tiempo >>Siento que estoy en mi primera cita con él<< pensé, aferrando mi mano a la suya, andando fuera de ahí, caminando a su lado, llegando a ese café que antes había mencionado. Escogió un buen lugar como siempre y nos sentamos, uno al lado del otro, yo puse mis codos en la mesa para leer el menú y sentí uno de sus brazos pasar a mi cintura, llevando su mano hasta mi pierna, acariciándome sutilmente y dejar su mentón en mi hombro

-¿Qué se te antoja?- preguntó, viendo el menú conmigo

-No lo sé, todo se ve muy bien, hace mucho que no vengo a este café- dije, bajando una de mis manos a uno de sus muslos, tomando el menú con la otra mano para recargarme en el pecho de Dallen, reconocía que estaba un poco nervioso, pero su cercanía me estaba gustando bastante en este momento -¿A ti algo te ha llamado la atención?- pregunté con curiosidad

-Mmm... Éste llama mi atención- miré lo que señaló y era un tipo de infusión, parecía muy rico a decir verdad -Lo voy a probar-

Habíamos pasado un par de horas en el café, y al terminar ahí fuimos a andar por el parque, caminando sin prisa, Dallen se esforzaba por se gentil, o al menos su manera de ser tan atento conmigo me había dejado embelesado, sin embargo, no me encontraba del todo cómodo; estábamos en un lugar público y cualquiera podría reconocer a Dallen pero, si él no se mostraba incómodo ni inseguro entonces yo tampoco debía de sentirme así...