Extra + Agradecimientos

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Yo pasaba mis propias amarguras en silencio, sin decir palabra sobre Madge, porque mi amiga me necesitaba a su lado. Sólo lloraba por las noches, cuando estaba seguro que mi familia se había dormido. Aunque a veces, mi madre me sentía (o se hacía la dormida), entonces iba a acariciarme la espalda y el cabello como cuando era niño, hasta que mamá se aseguraba que yo estaba dormido. Sabía que no podía lamentarme ni llorar delante de los demás y menos de Catnip, porque ella me necesitaba, quizás más que nunca antes. Por eso callé mi pena por Madge, además Coin había ordenado no mencionar temas dolorosos frente a la inestable chica que sería el rostro de la rebelión. Pero más tarde, preferí contárselo, quería dejar las cosas claras entre ambos, que ya no tenía sentimientos románticos con ella como antes que fuera a sus primeros Juegos. Que yo también estaba sufriendo una dolorosa pérdida, al igual que ella... salvo que Katniss aún tenía la esperanza de recuperar a Peeta.

Por eso, por nuestra vieja amistad, me ofrecí voluntario para traer a Peeta de vuelta, aun cuando sabíamos que Snow lo había convertido en su esclavo y lo manejaba a su antojo. Coin tuvo que mandar por él, luego de varias fugas nuestras, desacatos, Peeta de vuelta pero convertido casi en robot y la propia Katniss prisionera (aunque sólo duró dos días). Tuvo que hacerlo porque los médicos, y Haymtich sobre todo, la convencieron que los nervios de Katniss no daban para más. Se estaba hundiendo de a poco. Finnick, Johanna y yo tampoco lo pasábamos bien, pero la prioridad era ella. Cuando trajimos a Peeta y los médicos le quitaron el chip, descubrimos que ya nunca sería el mismo. Snow debe haber previsto que lograrían extraer el aparato de control mental y le dio veneno de rastrevíspulas para secuestrar su mente, algo con que los médicos del 13 no sabían cómo lidiar. 

Catnip tampoco podía seguir siendo la misma. Tenía el sistema nervioso hecho pedazos. Sin embargo, monté en cólera cuando supe que Coin había ordenado expresa y estrictamente que los médicos le ocultaran la pérdida del bebé. Catnip era primeriza y durante ese tiempo le hicieron creer que sólo tenía stress cuando estaba embarazada en verdad. Pero después, ocultar a toda costa el aborto, para mí, fue la gota que colmó el vaso. Haber rescatado a Katniss Everdeen del Vasallaje era mejor que dejarla morir ahí, a manos de otro vencedor o que el Capitolio la torturara después de volar la cúpula. Pero todo lo que Coin hizo con mi amiga no era correcto tampoco. Por todo eso no me caía ya nada bien la mujer que gobernaba el 13. Lo peor de todo, es la forma en que decidió usar la bomba de doble secuencia... ¡era para usarla contra agentes de la paz!, ¡no contra civiles ni menos niños inocentes! Aunque no fue mi decisión usarla, nunca me lo perdonaré, nunca dejaré de culparme. Prim estuvo en el peor lugar, en el peor momento. Yo no sabía que había sido designada a trabajar de enfermera en el frente, ni Catnip no yo sabíamos eso. Ella la autorizó, también ella lanzó los paracaídas, nadie más que Alma Coin pudo hacerlo, quería hacer creer a la gente que el Capitolio estaba bombardeando a los niños y paramédicos rebeldes. En cuanto vi el aerodeslizador, supe que no era del Capitolio a pesar del sello, porque no les quedaba ninguno después de cerrar el Hueso. Logré zafarme de mis captores con el primer estallido que nos tomó de sorpresa, envuelto como macabro regalo en los paracaídas plateados. Recibí dos balazos por la espalda pero apenas los sentí, seguí corriendo mientras la adrenalina me lo permitiera, para llegar al lugar y advertir a la gente. No alcancé a llegar a tiempo (nunca me lo perdonaré tampoco). Vi la segunda explosión a pocos metros, incluso perdí el equilibrio con la onda expansiva. El espectáculo era horroroso. Antes de caer sobre alguien, vi a Peeta rodando fuera de la explosión con una pequeña en sus brazos, estaba a salvo. Miré hacia el otro lado y entonces la vi... vi a Catnip con el abrigo quemándose y fui a apagarla. Tenía una contusión también, estaba toda machucada y cayó inconsciente. Después, al ver las repeticiones de las propos rebeldes, me enteré de la muerte de Prim. Estuve hospitalizado por los balazos, pero me dieron el alta mucho antes que a Katniss, aunque no tenía valor para ir a verla y decirle: "lo siento". Estaba seguro que Catnip no me lo perdonaría jamás.

Sinsajo HeridoWhere stories live. Discover now