Capítulo 4: Tic-Tac, Esto es un Reloj

1K 74 22
                                    


Las figuras rojas parecen humanas, no obstante, mantengo el arco en posición. Tampoco parecen estar en óptimas condiciones puesto que tropiezan y se tambalean cuando sus pies dan contra alguna pequeña roca que sobresale o un montículo de arena. La criatura que se ve en mejor estado deja caer a la  segunda, que se desploma en la playa, quizás muerta o desmayada. La primera patea el suelo y empuja a la figura que da vueltas. Cuando todavía estoy decidiendo si son mutaciones o tributos, nuestro amigo Finnick los reconoce, porque esboza una gran sonrisa y corre hacia ellos.


-  ¡Johanna! –le grita corriendo por la playa.


- ¡Finnick! –le contesta una de las criaturas.


¡Rayos! Odair quiere aliarse ahora con Johanna y su grupo, esto no me lo esperaba. Mason es una de las últimas personas con quien haría una alianza.


- ¿Y ahora qué? –gruño de mala gana.


- No podemos dejar a Finnick –contesta Peeta.


- Vamos, cazadora, si el pescador confía en Johanna es por algo... yo también la conozco y tiene mi confianza, es mejor tenerla de nuestra parte –me señala Chaff y empieza a caminar hacia el grupo.


Peeta y yo lo seguimos, a regañadientes, al menos yo. Sé que mi esposo concordaba conmigo sobre no tener aliados antes de ser lanzados al coliseo y también sé que intenta mantenerme a salvo y que regrese a casa. Ahora constato que ha cambiado de opinión respecto al primer punto, considerando su accidente con el campo de fuerza más los otros peligros de la jungla. Bien, yo también he variado mi resolución de funcionar solos. Sin embargo, todavía recelo de la chica del 7, aparte de sus números de strip tease, algo en ella me da mala espina. Pero me quedo callada y sigo a Chaff y a mi esposo.


- Ey, miren, Johanna tiene al Distrito 3 –comenta Chaff apuntándolos con su muñón.


- ¿A "Lunática" y a "Voltios"? tengo que enterarme de esa historia –dice Peeta algo sorprendido, igual que yo.


Mason está con Finnick, habla y gesticula rápido, nos acercamos para entender su relato.


- Pensábamos que era agua, por el rayo y la tormenta, y estábamos tan sedientos, pero cuando empezó a caer, era sangre... ¡sangre espesa y caliente! No se podía ver ni hablar sin que se te llenara la boca, así que andábamos sin rumbo por la jungla y en eso Blight se dio contra el campo de fuerza –explica una enojada Johanna.


- Lo lamento, Johanna –expresa Finnick.


- Sí, no era la gran cosa, pero era de casa... y me dejó sola con estos dos –apunta a los tributos del 3.


Beetee está tumbado de espaldas en la arena, semi inconsciente, y Wiress sigue dando vueltas en círculos, musitando "tic-tac" cada tanto. Johanna se ve molesta, como si fuera culpa de sus compañeros lo que les ha pasado.


- Sí, tic-tac –bufa de mal modo- Wiress sufrió un shock –nos explica.


Sinsajo HeridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora