Capítulo 25: Escape en Llamas

865 69 13
                                    


- Katniss, Finnick, Johanna... ¡sáquenme por favor, no me dejen aquí! -gimotea Effie desesperada.

Yo me he quedado en shock al verla en tal estado. No parece que la hayan torturado tan cruelmente como a mi Peeta, no veo sangre ni heridas, pero está muy delgada, sus brazos escuálidos cuelgan de las manillas redondas en la pared, donde también están sujetos sus pies. Su cara está pálida, demacrada, huesuda y sin maquillaje... tan lejana y distinta a la Effie que conocí cuando me ofrecí voluntaria. La abrazo con cuidado a través de la ropa que le cuelga y siento sus huesos en su tórax. Tampoco lleva peluca. Effie llora.

- ¡Libérenla! -le grito a Enobaria y al tipo en calzoncillos. 

Nos informa que los guardias tienen las llaves que abren los grilletes metálicos de la pared; Johanna lo sigue a buscarlas, Finnick consuela a Effie acariciando su rostro bañado en lágrimas mientras Gale y yo seguimos sujetando a Peeta. Siento una rabia infinita ardiendo dentro de mi ser, no es posible que le hayan hecho esto a Effie, ella no tiene nada que ver con la revolución. Sólo está pagando culpas ajenas y eso me hace sentir muy mal. Me siento culpable de no haber imaginado este escenario, apenas pensé en Effie un par de veces después que me rescataron de la arena, pero no me preocupé de su destino, pensé que al ser una ciudadana del Capitolio no le harían nada. Veo que me equivoqué por completo. También estoy muy furiosa por lo que le han hecho a Peeta, él tampoco sabía nada y Snow lo torturó no sólo por información que no manejaba, sino para hacerme pagar mi osadía de ser el Sinsajo y comenzar las revueltas con un puñado de bayas venenosas.

El hombre y Johanna vuelven con un manojo de llaves, Mason se las quita y libera a Effie, que nos abraza, luego que comprobamos que puede caminar por sus propios medios. Peeta parece pronto a desvanecerse en cualquier minuto. Gale le pide a Finnick que lo sujete por él. Agarra al tipo por el cuello y pregunta con furia contenida:

- Dime, ¿dónde está Madge?

- Ya te dijimos que no hay nadie con ese nombre aquí -contesta Enobaria por él, porque Gale está casi estrangulando al hombre-. Tu chica no está en estos calabozos, sólo estos dos. 

Gale no le cree, porque aprieta más la garganta del tipo que empieza a ponerse morado, incluso le golpea la cabeza contra la pared.

- Algo debes saber tú... ¿dónde está Madge? -sisea con rabia.

El hombre niega con la cabeza y Gale afloja un poco sus manos pero vuelve a golpearlo contra la pared e insiste en preguntar "¿dónde está Madge?". Aprieta, afloja y golpea cada vez que recibe otra negativa. Le digo que ya basta, que se detenga, con matar al tipo a golpes no vamos a conseguir nada. Enobaria repite que mi amiga no está, que ni siquiera la conoce y que sólo tenían a Peeta y a Effie en los calabozos, también Annie estuvo aquí, pero nadie más. Effie agrega que ella tampoco ha oído que tuvieran prisionera a Madge. 

Gale obliga a Enobaria a abrir las otras celdas, pero regresa cabeza gacha, hombros caídos y negando con la cabeza cuando lo miro para averiguar. "Si tu chica estuvo aquí, supongo que no debe haber resistido mucho", suelta entonces Enobaria con una sonrisa cruel. Gale trata de retener lágrimas que asoman a sus ojos. Sin soltar a Peeta, acaricio su brazo, intentando imaginar su impotencia y dolor. Tantos esfuerzos para no encontrar a Madge. Finnick también consuela a Gale con un abrazo. Dejamos al tipo encadenado a los grilletes y discutimos qué hacer con Enobaria, que insiste que no lograremos salir, que seguro ya se han dado cuenta de nuestra presencia.

- Deberíamos matarla, como escarmiento -opina Johanna.

- ¿Ella les hizo algo, Effie? ¿Peeta? ¿los torturaba? -pregunto yo y ambos niegan.

Sinsajo HeridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora