Atrapada

Capítulo 36 - CASTIGO

—Smith y Parker se presentaron en la dirección. ¿Ya pueden entrar? —dijo Sussy en su tono amable y chillón—. Oh, y me temo que por causas especiales, Smith no puede quedarse después de clases.

La profesora los miró fijamente mientras ellos seguían en silencio.

—Está bien —dijo finalmente—, que ninguno se quede esta tarde, pero quiero que me entreguen para mañana un trabajo sobre la ocupación China en el Tíbet. Juntos.

Sara se tuvo que morder la lengua para no soltar una maldición.

—Genial —Sussy sonrió—. ¿Ven como todo tiene solución?

¿Cómo era posible? Sara iba pensando camino a su puesto, ella había intentado evitarlo todos esos días y justo ahora tendrían que reunirse a hacer ese estúpido trabajo. Ella gruñó mirando las ondas de su cabello, todo por tener la magnífica idea de arreglarse. Sabía que no sería capaz de soportarlo, si tan sólo haber estado cerca por un par de minutos había puesto de cabeza todo su mundo no quería imaginar más.

—Bien —empezó a la profesora Martínez—, ahora que están todos, quiero aprovechar para hacer un pequeño examen.

Sara seguía inmóvil mientras que algunos habían empezado a quejarse y reclamar por el examen sorpresa, sólo después se fijó en su brazo y vio que al lado había un pequeño papel doblado. Ella miró a Emma quien sólo asintió en silencio, entonces lo abrió.

“Eso sí que va a ser interesante. Necesito que vayas a mi casa en la tarde para hablar del plan.”

¿Interesante? Aquel asunto del trabajo estaba empezando a sentirse como una pesadilla, como si no hubiera tenido suficiente con la de la noche anterior. ¿Y si se reunían a hacer el trabajo y en ese momento Katherine llamaba a Tomás… o aparecía de sorpresa? Sara sacudió su cabeza y escribió:

“Ahí estaré. Y no voy a hacer ningún trabajo, parece que no me conocieras.”

Emma lo leyó y sonrió.

—Las respuestas deben ser sus opiniones, así que no quiero ver respuestas gemelas —estaba diciendo la profesora con su tono autoritario—. La calificación la voy a dar en porcentajes, respeto todas las opiniones, pero quiero ver su capacidad de análisis y redacción, ¿entendido?

Sara suspiró, últimamente había perdido hasta su capacidad de pensar.

El pequeño examen al final resultó ser un cuestionario que ocupó tres hojas por cada lado, Sara no supo cómo logró que se abriera su mente o de dónde provino la repentina inspiración para responderlas, pero lo hizo. La mayoría de preguntas eran sobre eventos a través de la historia que cambiaron positiva y negativamente al mundo, así que simplemente escribió lo que pensaba de cada uno, hizo unos cuantos gráficos y dibujos y luego se levantó para entregarlo.

—Es usted la primera en terminar —murmuró la profesora con ironía—. Imagino que así de interesantes serán las respuestas.

Sara hizo una mueca al dar la vuelta y salir del salón en silencio. Se había sentido tan bien escribiendo, pero eran sólo tonterías, los mejores estudiantes aún estaban allí terminando el examen, sería un milagro si le daba un 50% de nota. Con suspiro de resignación, sacó su celular del bolsillo y se sentó en un lugar alejado de la cafetería. A pesar de todo, lo que le había dicho a Emma era cierto; ya se le había ocurrido una idea para salvarse de su castigo.

—Pablo, si me haces este favor, voy a hacer lo que me pidas —habló en cuanto su vecino contestó al otro lado.

—Tienes suerte, hoy no tengo tareas —repuso el joven en tono alegre.