Capítulo 26 - EL PLAN

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A la salida del colegio Sara tomó rumbo directamente al edificio donde vivía su papá, aún se sentía culpable por haberlo hecho preocuparse la noche pasada y además por no haberse fijado en su regalo antes. Sobre la silla del copiloto tenía el sobre que había leído esa mañana, había algo extraño sobre esa citación para los tres en la revista y necesitaba averiguar qué estaba pasando.

Irasshaimase —saludó Felipao al abrir la puerta.

Arigato, Feli-San —Sara sonrió haciendo una reverencia.

—Algún día, Sara-Chan —murmuró Felipao—. Algún día no vas a adivinar el idioma.

 Sara se sorprendió al ver que todo estaba completamente arreglado, aunque dudaba que fuera obra de ellos dos. Había algunas artesanías y obras de arte nuevas decorando la sala.

—La especialidad hoy es Sushi —dijo su papá saliendo de la cocina, llevaba un elegante delantal negro—. Qué bueno que viniste, hija.

Sara dejó su maleta sobre una silla y fue a abrazarlo.

—Lo siento, papá. Esta mañana vi el regalo y es hermoso, todo en esta colección es hermoso.

Él sonrió.

—Y eres la primera en tenerlo todo porque oficialmente sale a la venta mañana.  

—Bueno, sobre eso… les he regalado algunos productos a mis compañeras de clase.

Su papá miró inmediatamente a Felipao, estaba sonriendo ampliamente.

—¿Lo ves? Por eso la amo tanto.

William los hizo ir a lavarse las manos como si fueran bebés y sólo después les permitió que se sentaran a la mesa. Él personalmente estaba sirviendo la comida y a pesar de su gran desayuno, Sara empezó a comer con entusiasmo.

—Creo que vas a necesitar manager, Sara —estaba comentando Felipao—. Después de esta campaña te van a llover los contratos.

—¿Tú crees? —Sara tomó otro rollo con los palillos—. Papá, está delicioso. Pero... ¿dónde aprendiste?

Felipao empezó a reír.

—Él no lo hizo, lo trajeron del Norimaki como siempre.

—Gracias, Feli —William le hizo una mueca—. Al fin había impresionado a mi hija en algo.

—No te preocupes papá —dijo Sara luego de degustar otro bocado—. No tienes que hacer cosas para impresionarme, sabes que siempre te voy amar cada día más.

A pesar de las protestas de su papá, Sara y Felipao recogieron los platos y empezaron a limpiar, pero debido a que no eran expertos, sólo hasta que se sintieron conformes se permitieron ir a descansar en la sala de televisión. Sara se sentía agotada, pero no quería dormir, mientras Felipao repasaba marcadores de partidos de fútbol, Sara sacó el sobre del bolsillo de su abrigo.

 —Papá, llegó una carta de la revista citándonos a todos a una sesión de fotos. ¿Me puedes explicar?

Su papá leyó detenidamente la nota cuando Sara se la pasó.

—Anoche iba a hablarte sobre esto —él asintió—. Esas fotos tuyas pudieron haber iniciado un gran escándalo, la familia estaría nuevamente en el ojo del huracán.

Sara suspiró.

—Eso lo sé, papá. Lo siento.  

Él la acercó y la abrazó para darle ánimos.

—Bien, convencimos a la junta proponiendo hacer lo que nos han pedido desde hace años... que es contar nuestra historia, tu mamá y yo.

—¡No pueden hacerlo! —Sara lo miró sobresaltada, ¿qué habían hecho?

AtrapadaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ