Capitulo 5 - LA LLAMADA

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Sara buscó inmediatamente con la mirada a los lados hasta que encontró a la mente siniestra tras el post-it, era Emma quien sonreía maliciosa mientras se acercaba con una copa de champan en su mano. Sara olvidó por completo el asunto de su vestido cuando vio que ella estaba vestida como una piñata con un vestido multicolor.

— ¿Qué haces aquí?— preguntó irritada.

—Pensé que no ibas a caer con el truco del espejo, pero eres demasiado predecible, además la vanidad siempre te gana ¿verdad?—  Emma sonreía, pero parecía sorprendida—. Lo que no puedo creer es que soportes esto para conquistarlo, es bajo.

Sara se fijó que Alex no estuviera cerca antes de responder.

—Lo que es bajo es que nos sigas. En verdad no tengo tiempo para esto. ¿A qué viniste? ¿A decirle la verdad?

—No, claro que no. Quiero dejar que esto agrande, ya sabes, para disfrutarlo más.

Sara no podía hacer nada, Emma la tenía en sus manos. Si ella le decía la verdad a Alex ahí mismo,  seguramente lo iba a perder antes de poder explicarle por qué le había mentido. Al final suspiró resignada.

— ¿Qué quieres?

—Simple. Mañana te van a llamar para que seas la portada de una revista, quiero que la rechaces y me la hagas ganar a mí.

— ¿Ah? ¿Cómo sabes eso? —la miró incrédula.

—Eso no importa, igual Alex te descubriría si salieras allí—  Emma la miro con curiosidad — ¿O  acaso no lo quieres?.

—¡Por supuesto que lo quiero!

Emma levanto su copa otra vez y bebió.

—Bueno, creo que eso es un sí.

—Aunque lo hiciera igual vas a decirle la verdad, te conozco.

—No, claro que no, querida. Las frutas podridas se caen solas —con eso Emma se alejó sonriendo.

Ser portada de una revista había sido el sueño de toda su vida, ¿así de fácil se lo iba a regalar a su peor enemiga? ¿Todo por Alex? ella vio que él se acercaba y suspiró. Tenía que hacerlo, igual en un futuro tendría más portadas que la Barbie rubicunda.

La exposición terminó sin más visitas indeseables, pero Sara estuvo en cabizbaja todo el camino a casa de Valeria.

—¿Te gustó la exposición? —preguntó Alex.

Ella sonrió irónicamente.

—Sí, mucho... Sobre todo el espejo dorado. Siempre me han gustado los espejos con diseños raros.

—Qué bueno que te gustara —Alex sonrió sin notar su irritación. Cuando llegaron a la casa de Val se acercó y la besó, Sara se sintió lejos por un momento, luego al reaccionar le devolvió el beso pensando que quizás en eso consistía el amor, en sacrificar cosas que quieres por quedarte con el premio mayor.

La despedida fue tranquila, pero al entrar a la casa de Valeria algo se rompió en su interior y fue directo al baño a encerrarse a llorar. Intentó ser silenciosa, pero su amiga probablemente no había dormido esperándola y usó sus llaves para entrar al baño.

— ¿Qué te hizo? ¿Por qué estas así?

Sara sacudió la cabeza.

—¿Por qué, Val? ¿Por qué siempre que estoy feliz, ella llega a dañarlo todo?

— ¿Qué te hizo Emma?—  por supuesto que sabía que era ella, ¿quién más?. Val la ayudó a calmarse y esperó mientras se cambiaba y se acostaba en su cama gigante, pero se quedó allí sentada hasta que no tuvo más remedio que contarle toda la verdad. Sabía que su amiga estaba enojada, y tampoco es que ella se molestara en ocultarlo.

AtrapadaWhere stories live. Discover now