Capitulo 28 - PIERRE

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—¡Creí que Val se iba a desmayar! —Sara iba riendo mientras iba en el auto de Tomás camino a la fiesta—. ¿Por qué no se me ocurrió grabar ese momento? Habría sido épico.

Afortunadamente Val iba en el auto que los seguía en compañía de Cristian, porque ambos estaban muy nerviosos cuando se saludaron. Probablemente se sentirían más cómodos solos que en compañía de ellos.

Val no había querido contarle lo que le había susurrado su mamá antes de irse, había intentado olvidarlo, pero luego había visto al vigilante llamado Henry mientras salían del edificio. Si su mamá en verdad lo había presionado para no hablar de esa noche, sería inútil preguntarle. Ya encontraría una forma de descubrir la verdad.

—Yo creo que Cristian se habría desmayado primero —murmuró Tomás. Esa noche se veía mucho más recuperado que esa tarde, a pesar de que aún tenía su mirada adormilada.

—Tommy —Sara se sentó de tal forma que pudiera mirarlo—. Siento haberte presionado para que me acompañaras.

Él sonrió sacudiendo la cabeza.

—Sólo sentí que necesitaba venir, ya me siento mucho mejor.

Verlo sonreír le hizo sentir un cosquilleo en su interior, así que decidió volver a mirar por la ventana. Sara miró por el espejo que el auto de Cristian aún los seguía y sonrió. Ese día en el reproductor de Tomás iba sonando Do I wanna know de Arctic Monkeys, casi sin darse cuenta ambos estaban tarareando.

Siento interrumpir

Es sólo que estoy constantemente a punto

De intentar besarte

No sé si sientes lo mismo que yo.

Sara se sacudió con un estremecimiento.

—Cristian debe hacerlo hoy, es mejor que dejemos que estén solos —dijo de pronto Tomás. Sara tuvo que mirarlo porque no había entendido bien, luego las palabras cobraron sentido.  

—Es decir que si lo sabías —murmuró asombrada—. ¡Tú ya sabías que él piensa declararse hoy!

—Claro que lo sabía, pero no te lo podía decir frente a ella... Eres demasiado curiosa.

—Lo soy —ella asintió—. Creo que hoy va a ser una buena noche, entonces. Además vas a ver a tus amigos... y a tu exnovia —Sara sintió una punzada profunda cuando la recordó.

Sabía que era probable que esa noche se cruzara con Katherine Montana, quien había sido novia de Tomás casi dos años, pero hasta el momento no había sido tan consciente de que iba a suceder.

Todo el mundo decía que ella había sido la razón de que ellos hubieran terminado, y la verdad era que Katherine jamás había aceptado que ellos fueran amigos, entonces era probable que eso fuera cierto. Sara recordó con amargura todos los escándalos que había tenido que soportar, y en el fondo sabía que había sido Katherine quien había enviado unas fotos de ella editadas en Photoshop con un cuerpo desnudo. Afortunadamente esas fotos sólo se las había enviado a ella para asustarla, jamás habían sido publicadas, aunque el miedo que había sentido esos días jamás lo olvidaría.

A decir verdad era injusto, ella jamás había dado la imagen de ser una chica fácil, jamás se había metido en una relación ajena—o al menos hasta que había iniciado su tonta guerra con Emma. De hecho, ella jamás había tenido un novio oficial antes de Alex, pero había sido víctima de varias novias celosas y había tenido que soportar ser llamada “zorra” sin defenderse. Probablemente Valeria era la única persona que sabía que había dejado de entrar a las redes sociales para no tener que leer más esa clase de comentarios.

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