59. Empieza el juego

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Después de desayunar les volvieron a dar la misma ropa que el día anterior y prepararon sus mochilas con lo que consideraban necesario para el éxito de su misión. Una vez listos. Cada grupo fue llevado con un jeep a diferentes puntos de la zona. Allí se quedaron solos. El juego había empezado.

Akira reunió a los miembros de su grupo a su alrededor y se quitó la chapa.

—Déjame su mano, Himeko. Ayer comprobé una cosa —dijo pulsando con el alambre de su chapa el botón que los desactivaba—. Trae, Kohaku. Ahora —Pulsó el otro botón y esperó a que parpadeasen—. Estáis desactivados.

—¿Así tan simple se desactivan las pulseras? —preguntó Kohaku.

—Tenía que ser sencillo, tan sencillo que nadie lo sospechase. Lo que pasa es que nadie se ha entretenido en observar a los profesores —decía mientras se ocupaba de las de Nagato y Seishiro—. Todos pensábamos que no se podía o que se necesitaba ese destornillador que tienen los profesores... ya está también la vuestra, pero no es así, eso es por suponer las cosas obvias.

—¿De veras estamos desactivados? —repitió Kohaku.

—Aléjate unos pasos, si pita es que estoy equivocado.

Kohaku se alejó confirmando que no pitaba, ni daba descarga mientras Akira desactivaba la suya y la de Stella.

—Esto hacía anoche cuando me diste ese cabezazo, Stella.

—De veras que eres un genio —decía Stella que comenzaba a pensar que ese chico no era tan vulgar como parecía después de todo.

—No. Solo que no me fío de lo que veo, hay que analizarlo todo, se consigue información valiosa.

—Esto ya lo sabías ayer —habló Nagato—. Por eso preguntaste lo de las trampas.

—Y anoche salí a dar una vuelta para comprobarlo. Ahora tenemos más libertad de movimiento y podemos desconcertar a otros equipos.

—¡Tío eres un máquina! —exclamó Kenshi—. ¡Un máquina!

—El machito es un poco exagerado pero tiene razón —afirmó Yayoi.

—He estado pensando que mi "segundo al mando" va a ser Seishiro. Me he basado en que de los cuatro líderes hay dos del grupo de Nagato y dos del mío y creo que los de grupo de Seishiro van a dar problemas, así que prefiero que aquí no tengamos motines, ni nada por el estilo.

—¿Piensas que me iba a amotinar, Shikamoto?

—Pienso que eres muy capaz de aliarte con quien sea y traicionarnos, sí, pero también creo que te gusta mucho el poder y que si estás al mando, aunque sea de "líder beta" no lo harás y te esforzarás porque ganemos.

—Mira que eres listo, pequeño.

—Lo primero de todo —habló Taro con el brazalete de "líder beta" en la mano—, toma, primo, creo que tú debes ser el segundo. En realidad deberías ser el primero, a mí no me gusta ser el líder pero esta vez me aguantaré.

—Puta mierda —gruñó Ayame.

—¡Eh! —Llamó su atención Sumire—. No hables mal, queda muy feo en un chico tan guapo.

—¿Tu eres tonta?

—Taro no quiere discusiones. Los profesores nombraron a Taro jefe y Taro manda ¿Entendido?

—Total y que más da —decía Yutaka—. Estamos en manos de los Kaguya, que más da si ya sabemos que Kamui va a ser el que mande.

—El objetivo está claro —hablaba muy serio Taro ignorando a Yutaka—. Se trata de conseguir todas las banderas que podamos. No sabemos si los otros equipos están cerca o lejos, pero lo más lógico será dirigirnos hacia el barracón, no hace falta que busquemos a los demás, tarde o temprano ellos irán allí.

Con sabor a mandarinaWhere stories live. Discover now