05. Akane y las patatas

51 9 3
                                    

Sumire y Kamui seguían caminando en silencio. Sumire le miraba de cuando en cuando sin poder evitar sentirse cada vez más incómoda, por eso, cuando oyó la voz de Yuri llamándoles sintió un gran alivio.

—¡Yuri! ¡Qué alegría verte!

—Vais al Burger ¿no?

—Sí, es que uf, menos mal que encontré a Kamui porque andaba algo perdida.

—¡Ay, Sumire! ¡No cambiarás nunca!

Yuri se colocó dejando a Kamui en medio de las dos chicas y agarrándose a su brazo. Sumire la miraba asombrada "Desde luego" pensaba "Pues ella tampoco ha cambiado, sigue igual de descarada, ahora vuelvo a sentirme incómoda, parece que voy con una parejita"

—Dime Sumire ¿Has conocido algún chico en España?

—Si claro, he conocido a muchos.

—Me refiero a conocer de encontrar, ya sabes, que si has encontrado a alguno que mereciese la pena.

—Yuri —interrumpió Kamui —. No seas indiscreta.

—No soy indiscreta, a las chicas nos gusta hablar de chicos ¿verdad Sumire?

—Pues supongo que sí. ¿Y vosotros estáis...?

—No —respondió tajante Kamui

—¡Pero que arisco eres Kamui!

—No quería ser antipático, pero no estamos saliendo porque tus estas saliendo con Shikamoto.

—¿Pero qué dices? —Se apresuró a gritar Yuri—. ¡Yo que voy a estar saliendo con ese!

—Como se os ve mucho juntos lo había pensado.

—Akira es solo mi amigo, un buen amigo, casi un hermano. Yo estoy libre, Kamui, completamente libre.

—Entonces lo mismo es porque Shikamoto está interesado en Kumoyuki.

—¡Que va! Si yo quisiera salir con Akira saldría con él sin importarme Akane, además si ellos no... —Yuri guardó silencio y se quedó mirando a Kamui que, sin mostrar ninguna expresión, seguía caminando mirando al frente ¿Por qué decía aquello?

—Creo que Akane no está saliendo con nadie —añadió Sumire que empezaba a sentirse un poco ignorada.

—Ya hemos llegado —habló Yuri—. Mira ¡Si ya está casi todo el mundo!

—¡Sumire! —gritó Genki—. ¡Ya has llegado!

—¡Aquí, aquí! —Xu-Xu llamaba la atención moviendo los brazos— ¡Venid aquí!

Yuri se arrimó más a Kamui.

—¿Cómo es que venís juntos? —bramó Momoka.

—No te pongas celosa, Momo, tienes que acostumbrarte.

Yuri sonreía con una malicia que casi asustaba.

Todos saludaban a Sumire y ella trataba de decidir donde sentarse. Hizashi, Akira y Kyojin estaban en una de la mesas redondas, Hisoka y Akane, en otra y en las otras mesas que habían sido puestas juntas Momoka, Kenshi, Xu-Xu, y Genki estaban acompañados por otros dos antiguos compañeros que Sumire conocía muy bien, la linda Himeko, que parecía una muñequita de porcelana y el rubio hiperactivo Nowaki; esta mesa parecía muy divertida pero solo quedaban dos sitios libres, que seguramente serían para Kamui, al que Nowaki ya estaba reclamando y claro, Yuri que querría sentarse a su lado. En la mesa de Akane había más sillas libres y faltaban Jisei y Ryuko, que seguro se sentarán allí, bueno, sí, parecía buena opción. Bien, decidido, Sumire colocó su bolso en la mesa.

Con sabor a mandarinaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum