16. Y llegó el día de la cita

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No se podía decir cuál de las chicas estaba más emocionada. Aprovechando que los padres de Jisei se habían marchado ese fin de semana, Xu-Xu, Akane, Sumire, Ryuko y Jisei decidieron comer juntas el domingo en casa de ésta última. Al verlas llegar y el alboroto que organizaban en la cocina, el hermano de Jisei decidió que lo mejor era desaparecer de allí.

Lo tenían todo planeado, primero comerían hablando de chicos y luego ayudarían a Akane y a Ryuko a arreglarse. Estaban muy alteradas, quizás la única que parecía mantener la calma era Akane. Las más escandalosas eran Xu-Xu y Sumire. Ryuko casi no hablaba, los nervios parecían haberse juntado todos en su intestino, produciéndole unos tremendos retortijones, menos mal que por lo menos Akane no parecía haberse molestado por lo de "espiarla", al contrario, se había reído muchísimo y le había parecido genial que por fin se decidiesen a hacer algo.

—Entonces ¿Has estado chateando con Kamui, Akane? —preguntaba Xu-Xu.

— Un poco.

—¿Pero ese chico se comunica con los demás? —se extrañó Jisei.

—Hombre, algo se comunica, tampoco es que se extienda mucho en sus respuestas.

—Si el año pasado me dicen que una de nosotras iba a quedar con el Kaguya no me lo hubiera creído —continuaba Xu-Xu—. Bueno, que todavía no me lo creo.

— Tía, el Kaguya ¡qué fuerte! —exclamaba Sumire—. Yo pensaba que ese chico estaba por encima del mundo.

—Es un chico normal y corriente —intervino Akane—. Algo separatista, pero normal.

—No, normal no es, es el Kaguya —aclaró Sumire—. El más popular del instituto.

— El más popular desde la guardería —enfatizó Xu-Xu.

— Es como una telenovela —habló entusiasmada Sumire—. Él, el chico guapo y rico y tú la chica pobre pero honrada.

—¡Madre mía! —suspiró Akane—. Ahora sí que me estás poniendo mala.

—Tranquila —dijo Jisei—. Son los típicos nervios previos a la cita. Es normal que estés nerviosa piensa que eres la representante de todas las chicas normales que hay en el mundo, en ti se hace realidad el sueño de todas: salir con el más guapo y popular.

—¡La madre que os parió! Que exageradas sois. Kamui es guapo pero personalmente creo que hay otros que no le desmerecen nada, como Kohaku, Hizashi... hay muchos ¿Y tú Ryuko no dices nada?

—No puedo ni hablar, estoy aterrada.

—Pues no creas que nos hemos olvidado de ti —sonrió traviesa Xu-Xu.

—¿Por qué? ¿Estáis planeando algo malo? Lo mío no es nada comparado con la cita de Akane, de la que parece depender el futuro de la humanidad.

—¡Uy, que no! —rio Jisei—. Lo que pasa es que no queremos ponerte nerviosa.

—¡Pero si no es una cita de verdad!

—Sí, sí, ya no sabemos —habló de nuevo Jisei—. Pero también sabemos que "si" es un cita.

—Una cita es una cita lo mires por donde lo mires —puntualizó Xu-Xu—. Has quedado con un chico, eso es una cita.

—Ryuko —Akane la miró fijamente—. Tú se tú misma, como siempre, no te esfuerces en parecer súper simpática, ni ingeniosa, ni esas cosas que hacemos para gustar más a un chico. Tu mejor baza es que le gustas como eres, así que se natural, habla cuando quieras decir algo y ríe cuando tengas ganas, Tienes que actuar como cuando salimos en grupo, igual.

Con sabor a mandarinaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ