My Friend of Misery /(En edición)

#27 "Adiós Amigo" 2da parte.

-¿Puedes creer que esta noche sea "La gran noche"?
-Sí, vaya que voló el tiempo- conteste sin muchas ganas.

Me estire en mi silla y continúe mirando hacia un cuadernillo, lleno de tablaturas, que tenía sobre mis piernas sin prestar mucha atención a lo que pasaba a mi alrededor.

Estábamos en el "Club Averno No.8", un local donde de día era una cafetería de segunda, y de noche montaban una tarima improvisada de 20 cm de altura para que diversos grupos musicales se presentasen ante los grupos sociales marginados. Y esa noche, como ya había dicho Diana, era "la gran noche", donde daríamos a conocernos como una banda integrada por mujeres. Otras tantas bandas que estaban siguiendo la ola de música metal se iban a presentar ahí también, por lo que dábamos por hecho que habría un público lleno de greñudos metidos en cuero.

Mientras tanto estábamos Diana y yo en el lugar solo porque nos parecía divertido el hecho de como lucia de día, antes de que su oscura transformación comenzara.

-Mira, aquí viene Jim-

Levante la vista y mire alrededor buscando al susodicho. Jim significaba Phantom Lord; Phantom Lord significaba James; y James significaba probabilidad de sufrir un paro cardíaco...

Mi pulso se disparó y comencé a respirar de manera agitada.

-¿Estas bien? Estas pálida Cris- Diana se inclinó hacia mí. Toco mi hombro –Tranquila amiga- hablo por lo bajo. Le dedique una sonrisa que a duras penas pude contener.

*Flashback*

-Habla ya Hetfield- sostuve el teléfono con ambas manos, temblorosa.
-Mira, tengo muchas oportunidades en puerta. Tu y yo habíamos acordado intentar estar juntos, pero ahora veo que será difícil hacerlo-
-No te entiendo- mi ánimo se vino abajo
-Te estoy diciendo que tengo planes y asumo que debes de tener los tuyos. Por eso no creo que podamos formalizar una relación-
-¿Es en serio?-
-Sí, Cris. No pude llamar porque estoy ocupado. Solo puedo ofrecerte mi amistad, si aún la quieres-

Se me hizo un nudo en la garganta, no pensaba con claridad y apenas podía controlar los pensamientos que iban y venían. <<Respira hondo>> pensé. Intente calmarme... pero ¿Cómo podía pasarme esto? Pinche James.

De un momento a otro mi orgullo tomo las tiendas del caos que estaba aconteciendo en mi interior. Nunca había caído en la cuenta de lo orgullosa que podía ser.

-¿Y por qué me lo dices hasta ahora?- la sangre recién se me comenzaba a calentar.
-Mm... no sabía cómo decírtelo-
-¡Ah, vaya!, ¿y supongo que pensaste que hablarlo por teléfono fue tu mejor opción? Pues vete al carajo James-
-¡OYE, no fue nada fácil dar el paso y decírtelo!-
-¿Y no pensaste que mientras más tarde es peor?-
-Al contrario, mejor tarde que nunca-
-¿Consideraste no decirme nada?-
-NO. Te lo iba a decir tarde o temprano, solo necesitaba organizarme y pensar bien-
-¿Organizarte?- me burle -Eres la persona menos organizada que conozco, y tú lo sabes-
-Pues discúlpame, señorita PERFECTA, no todos podemos ser unos maníacos del control-
-Y tú discúlpame a mí por no ser una desordenada-
-Está bien, creo que no todos nacemos con el "don" de ser anticuados- Y me dio un tic en el ojo, ¿me llamo anticuada?
-Ja, ja, ja... Hombre, NO TIENES IDEA, ni razón, para llamarme anticuada-
-Oh. Mis razones las tengo- replicó.
-Mm, ¿sabes qué? Vete a la mierda, James- finalice.

Colgué antes de que pudiera decirme algo. La sangre me hervía y tan pronto como repase la situación en mi cabeza mi ánimo se vino abajo.

* * *

-¿Hola Jim, que tal va la banda?- escuche a Diana preguntar.

Volví en sí y salude a Jim con la mano. Tomo asiento en nuestra mesa, solo, para mi suerte. Al parecer ese día Jim había decidido salir SOLO. Toparme con James no me apetecía y no me convenía, después de todo, las cosas terminaron peor de lo que habría imaginado. Aun así, la adrenalina que corría por mis venas era casi la misma que sentí la noche que el rubio me llamo para mandarme a la...

-Ah, supongo que bien. Deje la banda hace unas semanas- dijo Jim.
-¿Qué?- preguntamos la pelirroja y yo casi al unísono
-Bueno...ese estilo de vida no va conmigo- y se encogió de hombros.

Asentí. La curiosidad me pico, ¿qué clase de estilo de vida?