#10 "En espera del olvido" 2da parte

360 44 6
                                    

Después de tener completado el paso 1 (llamar a Kirk para oficialmente preguntarle por unirse a Metallica) faltaba proceder al paso 2: la expulsión de Dave.

-Ya nos vamos James- Mustaine entro a la pequeña habitación y tomo su chaqueta negra
-Voy- respondí. Estaba terminando de cambiarle las cuerdas a mi querida flying V y me faltaba afinarla correctamente...
-¡Date prisa, men! No quiero volver a llegar tarde- me apresuro Dave, antes de salir
-Que ya voy- gruñí. Supongo que la afinación debía esperar.

Eran algunos detalles los que nos habían llevado a decidir expulsar a Dave, pero sobre todo su carácter que resultaba ser cambiante algunas veces. Lars y yo sospechábamos que estaba metido en asuntos de drogas pero nunca habíamos tenido evidencia para confirmarlo.

-¡James!- escuche a Lars gritar.

Guarde la guitarra y salí dando zancadas.

-¡Que ya voy, carajo!- solté saliendo del cuarto
-¿Qué tanto estabas haciendo?- pregunto el danés
-Cambiando de cuerdas- se apresuró Mustaine a contestar y salió del departamento. Un taxi ya nos esperaba afuera
-Es más fácil cuando no te están presionando- conteste mientras Lars me cedía el paso para salir
-James tuviste toda la puta tarde-
-Lars no empieces, ¿nos vamos o quieres discutir?-
-*Suspiro* -Vámonos ya, Cliff nos está esperando en el lugar-.

Abordamos el taxi, Dave tomó el asiento del copiloto y puso su guitarra verticalmente entre sus piernas, Lars y yo entramos con nuestras cosas en los asientos traseros.

-Llévanos al centro, al bar La Piedra. Date prisa pero cuídate de los polis- ordeno Dave en tono tajante al taxista.

Lars y yo nos miramos un poco extrañados. El entusiasmo de Mustaine antes de un show normalmente era infantil y exagerado pero contagioso, y en esta ocasión estaba tan serio que parecía que se trataba de otra persona y no del Dave que conocíamos.

Estábamos en esa parte en la que sabíamos que Dave detenía nuestro progreso como banda, pero deshacernos de él era más difícil de lo que se suponía que debía ser. Por alguna razón no me animaba a echarlo directamente; de antemano sabía que tendría que recibir sus insultos y uno que otro puñetazo de su parte, pero no estaba listo, ni sabía cómo, decirle que ya no lo queríamos en Metallica.

Tan pronto como llegamos al lugar y pagamos el taxi, entramos a La Piedra, donde Cliff ya nos esperaba en la entrada...

-Hola Cliff- / -Que tal, men- / -Que onda, Clifford- Saludamos todos a nuestro amigo castaño
-Creí que no vendrían- contestó Cliff.

Por detrás de él apareció una señorita con vestimenta negra y un bonito maquillaje. Todos la miramos y cuando la reconocí sentí mi nuca escocer y mi estómago dar vueltas.

-Hola muchachos- saludo ella y nos miró a todos hasta detener sus ojos en mí.

Me habría encantado saber qué tanto pensaba a pesar de que su rostro manifestaba alguna clase de sorpresa. En milésimas de segundos sentí como la tensión comenzó a hacerse presente y, como pude, hice a un lado las náuseas y me concentre en dedicarle una sonrisa. Ella me contesto con una sonrisa y levanto las cejas en mi dirección a modo de saludo.

-Ella es Cristine, una buena amiga mía- anuncio Cliff.

Respire hondo. Sabía que tarde o temprano debía encontrarme con ella otra vez... pero no esperaba que fuera tan pronto.

My Friend of Misery /(En edición) Where stories live. Discover now