Cap. #1 "San Francisco"

441 50 4
                                    


Enero de 1983. San Francisco.

La campanilla de la puerta anuncio al nuevo cliente, un muchacho alto de apariencia desaliñada y cabello naranja claro, se detuvo apenas entró, y observo la pequeña tienda de abarrotes como si nunca hubiera visto una.

-¿Puedo ayudarte?- al costado de la entrada, detrás del mostrador, una robusta mujer mayor lo miraba por encima de sus lentes de fondo de botella en un aire de desconfianza.
-ah... si-
-Y bien... ¿Qué necesitas muchacho?- hablaba de manera lenta y pesada
-eh...- él miro de nuevo el local y analizo los pasillos entre las estanterías -¿Vende cerveza?- La mujer lo miró dudosa
-No- contesto ella y volvió su atención a una revista
-¿Cigarros?-
-Tampoco-.

El colorado se quedó mirando a la mujer y antes de darse media vuelta para irse, por los pasillos apareció una joven cargando una caja con latas de cerveza y los puso en el mostrador.

-Cóbrame esto, Magda-
-En seguida, cariño- la mujer tomo el billete que la joven le extendió y lo guardo en la caja registradora.
-Oiga, me dijo que no vendía cerveza- se quejó el muchacho
-No para ti niño-
-Soy una persona como cualquier otra, si no me vende voy a...-
-¿Vas a hacer qué?- la mujer, Magda, saco una escopeta, la tomo con sus manos grandes y la sostuvo frente a ella cursándole el pecho. La joven miraba a ambos estupefacta. El colorado levanto las manos...
-Usted está loca, vieja- retrocedió.
-Sí estoy loca, ahora ¡lárgate!-.

El muchacho salió por la puerta y se fue.

-¿Por qué ha hecho eso?- pregunto la joven.
-Hm, no me gustan los hombres- contesto Magda.

El clima en el exterior no era precisamente el mejor, había probabilidad de que llovería ese día. La joven salió de la tienda de abarrotes y camino calle arriba hasta su departamento contra el viento que la azotaba de frente. Llevaba el pack de cervezas en una bolsa negra.

-Oye... ¿cuánto quieres por tus cervezas?- Unos pasos la alcanzaron. Ella miro a su costado y se encontró con el mismo joven de la tienda, el del cabello naranja.
-¿Perdón?-
-Te pago el doble, anda-
-¿Por qué no te consigues las tuyas?-
-Llevo un rato buscando cervezas y no encuentro en ningún lado y la gorda malhumorada no me quiso vender-.

Ambos iban caminando. La joven evitaba mirarlo, al contrario que él, ella iba un poco más formal, con unos jeans oscuros y una sudadera negra, en comparación con las ropas de él las cuales desprendían olor a sudor.

-¿No eres de San Francisco, verdad?- pregunto ella.
-Acabo de llegar-
-¿Acabas de llegar y estás buscando cerveza?-
-No entiendes, me han pedido que las compre. Necesito las cervezas-
-Y un baño-
-La cerveza limpiara mi alma, te lo aseguro-.

La joven de negro rio y se detuvo para observar más al colorado. No parecía ser más joven que ella, pero tampoco se veía tan grande, su cara parecía simpática y a simple vista parecía ser un buen chico.

El muchacho la miraba sonriendo como si pudiera convencerla con una sonrisa inocente.

-Entonces, ¿me pagaras el doble?- ella reanudo la charla. Los ojos de él brillaron.
-Claro que sí. Por alguna razón no he tenido suerte en conseguir cerveza- el muchacho sacó el dinero –toma-
-Gracias-
-Gracias a usted señorita, que se compadeció de esta pobre alma. Sr. Mustaine a tus ordenes-
-Un placer hacer negocios con usted Sr. Mustaine- estrecharon sus manos y cada uno siguió su camino.

A unos metros él volvió la vista hacia atrás y la observo entrar nuevamente en la tienda. Sonrió para sí mismo y siguió su rumbo.

-Dave, carajo ¿Dónde estabas?- se quejó uno de los amigos del colorado tan pronto como este llego al pequeño departamento.
-Cálmate Hetfield. Conseguir cerveza fue más difícil de lo que pensé, pero aquí esta-
-Venga, venga dame esa maldita cerveza-
-¿Cuánto costo?-
-Pues...- se quedó pensando -No me lo van a creer pero esta cerveza la venden al DOBLE-
-¡¿Qué?!-
-Tranquilo Lars, ya buscare otro lado donde la vendan más barata. Solo dame tiempo-
-Para la próxima mejor voy a comprarla yo- Lars miro con recelo al colorado
-Déjense de estupideces, hay que festejar que finalmente estamos en San Francisco- irrumpió Hetfield quien ya comenzaba a beber.

My Friend of Misery /(En edición) Where stories live. Discover now