Cap. #21: "Verano frío"

617 50 7
                                    

La castaña me recibió en la puerta de su casa. Definitivamente estaba sorprendida por mi visita, su expresión me lo decía. Eche un vistazo rápido a su ropa y noté que aun llevaba puesto el pijama.


-¿Hola?- sonreí

-No te esperaba, como podrás ver- se apuntó a si misma

-Sí, está muy claro- reímos

-Pasa- se hizo a un lado y me invito a entrar.


Nos dirigimos a su cocina, donde me ofreció algo de comer y de beber, pedí un vaso con agua, y en seguida subimos a su habitación.

Era pequeña y por lo tanto acogedora, me gustaba porque tenía una decoración estilo victoriano. A excepción por las sabanas y colchas que eran rosadas.


-¿Qué tal te fue?- lanzo la pregunta.

Estaba observando unas figuras de porcelana que tenía como decoración en una de las repisas de un librero. Hice un análisis rápido de mi salida con James para resumirle como me había ido.

-Bien, más o menos... Aunque... en realidad no sé- Sí, creo que a veces respondo de manera poco convencional.

Andi se giro a verme y alzo una ceja. Me encogí de hombros bajo su mirada y me di vuelta para seguir observando las figuras.

-Oook- dijo en tono dudoso –¿Entonces eso significa que te fue bien?-

-Bueno, así inicio...-

-Ajá-

-PeroentoncesnotéqueJamesparecíaalgodesinteresado,ynosabíaquéhacer. Supongoqueestabapresionadoporlosasuntosdelabanda, cosa que yo comprendo pero...

-Cristine- me interrumpió -¿Podrías ir más despacio, y con más detalle?-

-Ah...- la escena se repitió dentro de mi cabeza, no evite reírme de mi misma. Estaba claro que necesitaba desahogarme- está bien- inhale y exhale.


La castaña se sentó sobre su cama y se orilló hasta recargarse en la pared. Dio unas palmadas suaves sobre su colchón indicándome que le acompañara y me sentara junto con ella.

Llamamos a casa de Diana para que nos acompañara, no estaba dispuesta a contar la misma historia dos veces en un día. Una vez las tres reunidas les conté como fue mí salida con James.

La cita no había resultado mala. Pero tampoco había sido la mejor del mundo.

Sabía que James era un poco reservado, después de todo, me tocó conocerlo con esa forma de ser. Ya tras la pérdida de su madre, su personalidad comenzó a cambiar. Supongo que el James con quien salí tenía una personalidad hibrida, por llamarle así. Aún era reservado en unos aspectos, y en otros era rudo, siempre aparentando tener personalidad de acero.

Recordar su poca atención hacia mí y lo, aparentemente, desinteresado que podía ser con algunos detalles, me hacían creer que no estaba cómodo con la cita, y por lo tanto conmigo...

Y todo eso sin contar las ocasiones incomodas en las que estuvimos a punto de mostrar afecto a través del contacto, (abrazos obviamente).

Los días del verano pasaban y, aunque me las ingeniaba para no aburrirme, por otro lado no era suficiente y me sentía en una clase de "vacío". Los días con la primera cita de James pasaron hasta convertirse en semanas.

My Friend of Misery /(En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora