My Friend of Misery /(En edición)

#14 "Me leíste la mente"

El carismático Kirk me había caído bien. Durante toda la caminata por la calle Market, me había contado sobre cómo conoció a James y a Lars, sobre los álbumes que habían lanzado y sobre el hecho de volver al estudio para sacar otro nuevo... en realidad, apenas me había dejado hablar a mí.

-Es aquí cerca- anuncio mientras nos aproximábamos a la intersección con la calle O'Farrell. Para mi suerte, reconocía los edificios, estábamos en los alrededores del centro financiero. No entendía que podían estar haciendo ellos por aquella zona –Entonces- continuo Hammett -¿Qué haces en la vida?- salí de mis pensamientos y di un pequeño respingo por su repentino interés en cambiar el turno para hablar. Ya me había hecho a la idea de escucharle chacharear todo el rato.
-Bueno- solté un suspiro mientras analizaba mentalmente si debía mentirle o contarle la verdad. "Sobrevivir y adaptarme a las implementaciones de la sociedad", se armó en mi cabeza, pero la sacudí tratando de eliminar esas palabras. No iba a dejar entrever mis dejos de negatividad ahora, no con el carismático Kirk irradiando alegría a mi lado.
Se agacho un poco para mirarme sin detener el paso. Sus ojos clavados en mí, a la espera de mi demorada respuesta, me hicieron sentir un poco presionada para responder.

Me relaje. Hammett me había caído bien y parecía ser una persona en las cuales confiar. O al menos eso inspiraba.

Opte por una respuesta simple y sincera.

–Justo ahora nada, estoy buscando trabajo-.

Respuesta simple, sincera y yendo al grano. Claro. Era la manera más amable de decir que eras una fracasada desempleada.

-Ah- en un breve silencio pareció analizar la situación- James no me dijo nada de eso- apunto de repente.
-¿Que James, qué?- me quede sin palabras. "Con que el jovencito James ha estado hablando de mí, eh".
-Bueno... algo así escuche. Ni siquiera recuerdo bien qué fue lo que dijo- se rasco la cabeza con un poco de nerviosismo.

"¡No defiendas a Hetfield, Kirk!" grite para mis adentros.

"Aunque, bueno, hay cosas que él no sabe" volví a pensar recayendo en la crisis en la que estaba estancada mi existencia, aquel tema me hacía bajar el ánimo a los suelos.

-¿No te agobia no tener trabajo?- pregunto el pelinegro.
-No, no todavía. Ahorita no es de gran importancia- fingí tranquilidad y en un aire de "lo tengo controlado" –Pero bueno, ¿Qué te dijo James?- pregunte esperando que Kirk no indagara más en mi asunto
Él se encogió de hombros. -Pues no mucho- soltó con desinterés.
-Oh, ya- me esperaba una mejor respuesta. ¡Cómo era posible que luego de que no le parara el pico, ahora se le ocurriera hacerse el serio!

Él se llevo la mano a su barbilla como si tratara de recordar algo y eso me dio esperanzas -¿Tienes en mente trabajar en algún lugar en específico?- mis esperanzas se hicieron caca tan pronto como volvió a sacar el tema. No podía evitarlo, pensar en esa situación me estresaba bastante.
-No-
-Bueno, puedo sugerirte que no trabajes un lugar donde vendan comida rápida- una bombilla se encendió en mi cabeza. Aquello no lo había pensado y no me parecía mala idea.
-¿Por qué no?- no evite ocultar mi curiosidad.
-Es horrible- y, en contradicción a sus palabras, me dedico una sonrisa. Asentí con torpeza
-Define horrible...- si quería convencerme, tenía que esforzarse más
-Espera- me detuvo del brazo
-¿Qué?- Sus ojos miraban hacia la calle en ambas direcciones, analizaban los edificios que nos rodeaban y parecían buscar algo entre la multitud de gente que iba y venía.
-Creo que me perdí-
-*Nos* perdiste- corregí y me lanzo una mirada como de "eso no ayuda" –Pero, ¿Cómo puede ser posible? Tu siempre has vivido aquí-
-No recuerdo el número del lugar donde iba a verme con los muchachos-
-Aah... bueno...- por inercia mire al rededor
-Ehhh- su vista se clavó en la calle, como viendo el horizonte –Espero que mis instintos no me fallen-
-¿Alguna vez han fallado?-
-A veces- ahí estaba su sonrisa otra vez – Habría sido más fácil tomar un taxi pero me pareció que igual era buena idea caminar contigo- se explicó
-¿Insinúas que es mi culpa?-
-NONONO- alzo las manos –Nada de eso-
-Jajaja, está bien. No te preocupes- era tan carismático y sociable, pero al mismo tiempo un poco inocente. O eso me pareció.
-Puedo remediarlo, solo confía en mi instinto- me dio unas palmadas en la cabeza. Me estremecí ante el gesto.
-Claro- me recupere del escalofrío.