#8 "A mal tiempo, buena cara"

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Tras el abrazo, y la escapada de James, no evitaba mirar a la parejita detrás de Andi y de Maureen: Diana estaba con Chuck, alias el perro brabucón, y en buen momento me venía enterando.

Andi y Mo me miraban con evidente curiosidad. Entrecerraban los ojos, tocaban mis mejillas y analizaban mi cabello. Ambas tenían los ojos un poco rojos, y resaltaban con el maquillaje de payaso darks. Parecía como si hubiesen estado llorando toda la tarde pero tan pronto como empezaron a hablar, supe que aquello no se debía al llanto que me había imaginado, ni siquiera era por la emoción de volver a verme. No. Ambas mujeres estaban casi ebrias, si no lo estaban ya. Eso podía explicar el olor a alcohol, el por qué no me reconocieron cuando llegaron... y por qué bajaron del taxi riéndose como locas.

-Luces tan joven- dijo Mo mientras miraba mis facciones y apretaba mis mejillas
-Eh, gracias¿?- la observe sin moverme, reconociendo su rostro bajo el maquillaje blanco
-Cris, vamosh a beber algo y nos platicas de tu vida- propuso Andi.

<<A beber algo>> resonó en mi cabeza. Si aceptaba, ellas estarían bebiendo más, y quien-sabe cuánto alcohol tenían actualmente en su cuerpo.

-No tengo sed- conteste sonriente, en parte por evitar que ambas se intoxicaran más y acabaran más borrachas, y por otro lado, porque había perdido mi ritmo de beber
-Aaaah, no seas ashi – se quejó Mo –Hemos estado esperando por esta convivencia contigo por añosh-
-Y yo había estado esperando un encuentro con ustedes, más sobrias-

Andi y Mo intercambiaron miradas entre si y soltaron carcajadas, como si les acabaran de contar un buen chiste. Alce las cejas sin saber cómo reaccionar. Esto estaba resultando tan raro como cuando Alicia convive con los seres del país de las maravillas.

-No sheas tonta, ni que hubiéramos bebido taaaanto antes de venir- justifico Andi –Además hay cosas que debemos hablar- agrego lo último con susurros, como si esas "cosas que debíamos hablar" se trataran de asuntos súper secretos
-Ajá, supongo que sí- le seguí el juego
-Cris- Mo hablo con una voz grave y pesada, que ignoraba que tenía –Acompáñame a la barra, te invito yo-.

Estas eran mis amigas, ebrias, pero eran mis amigas. Diana se había esfumado junto con Chuck, quien-sabe-a-dónde, y en su lugar quedo un tipo de cabello negro, alto (el mismo que les había ayudado con la bolsa de basura cuando bajaron del taxi) y una joven rubia con el maquillaje de payaso darks a quien no reconocí. Supuse que él podía ser el nuevo guitarrista... John, Tom, Joe, Lou. No recordaba su nombre, pero sabía, por Diana, que era el novio de Mo; mientras que la rubia... no sé. No recordaba nada de ella. Ambos me habían estado mirando con curiosidad y en seguida dieron vuelta para irse.


***


-Y entonces le dije: ¡Olvidaste tus pantalones, imbécil!- finalizo Mo.

El grupo de sujetos, y mujeres, que se había armado a nuestro alrededor estallaron en carcajadas.

Personalmente no me había causado gracia la historia que Maureen acababa de contar pero, aun así, me forcé a sonreír aunque sabía que mi actuación era pésima. Estaba segura de que mi cara era la única que desentonaba en medio de todos esos rostros borrachos y sonrientes.

Habíamos terminado en una de las barras del Waldorf y, por alguna razón, Mo y Andi eran el centro de atención del grupo de gente que se había conglomerado ahí, incluyendo el barman, quien también reía de los chistes y, si no estaba atendiendo a otra gente, estaba atento a las pláticas de mis amigas. A la distancia distinguí al grupo que tocaban sobre el escenario. Las luces de este les iluminaban, mientras que nosotros estábamos sumidos en la oscuridad y en las iluminaciones de luces neón.

My Friend of Misery /(En edición) Where stories live. Discover now