-Eh, tranquila. Voy enseguida.

Antes incluso de que ella hubiera acabado de hablar, yo ya estaba cogiendo las llaves y bajando de un salto los escalones de nuestra nueva casa.

Ésta era la primera vez que la dejaba sola desde que habíamos llegado a Londres. La había acompañado a todos sitios los últimos días para que fuera conociendo la zona, sin embargo esa mañana ella me había asegurado que estaba lista para darse una vuelta sin alguien que la supervisara. Realmente no la creí, ésta ciudad era muy grande y el sitio donde vivíamos era uno de los más concurridos, pero tuve que ceder a su petición al notar que lo que realmente necesitaba era tomar algo de distancia para pensar con tranquilidad.

Llevaba unas semanas muy baja de ánimos. Desde que llegamos a Gran Canaria tras el viaje a Berlín algo en su mirada se ensombreció, sus ojos ya no tenían ese brillo incandescente que la hacía parecer más viva. Incluso cuando me miraba a mí sentía que no era lo mismo. Durante nuestras últimas semanas en la isla estuvo distante con todos, y yo no fui la excepción. Se dedicó en cuerpo y alma a cuidar de su padre, primero en el hospital y luego en su casa, atendiendo a todas sus necesidades y preocupándose en exceso, según Antonio, por su bienestar. Él incluso llegó a suplicarme en broma que la sacara de casa a que le diera un poco el aire y así le pudiera dejar tranquilo. En ese momento ella solo sacudió la cabeza, nos miró sin expresión en el rostro, y se marchó a preparar la comida.

Me preocupé mucho por ella, al igual que su padre y mi madre, quienes no parecieron muy convencidos cuando les anunciamos que habíamos tomado la firme decisión de irnos a vivir a Inglaterra. Dudaban de que en esos momentos _____ estuviera preparada para afrontar una nueva vida en un lugar tan diferente y alejado de... ¿De quién realmente? ¿De su familia? Yo sabía que ese era su problema, pero nadie más parecía deducirlo. Ella sentía que no tenía familia. En el hogar donde había crecido se suponía que a estas alturas de la vida ella debería de tener una madre y un padre que le hubieran dado cariño y cobijo en todas las etapas de su vida. Sin embargo, lo único que tenía en su lugar eran recuerdos repugnantes de peleas, gritos y tensiones, una madre con la que se acababa de reconciliar pero a la que sabía que no iba a volver a ver en mucho tiempo, una hermana en un centro de rehabilitación que no terminaba de sentar la cabeza, y un padre cuya ausencia de afecto durante su infancia le seguía causando dolor de estómago, a pesar de haber reconocido todos los errores cometidos con su familia.

-Siento que me ahogo aquí Liam. Necesito comenzar de cero en otro sitio. Necesito sentir que todavía estoy a tiempo de tener una familia propia a la que cuidar y querer y de la cual recibir el mismo trato. Quiero formar una familia contigo -me susurró el día antes de tomar el avión, al final de una larga y profunda charla acostados y abrazados a oscuras en su habitación, cuando le pedí por favor que me aclarara el porqué de haber tomado finalmente la decisión de mudarnos.

-Pero tu padre, tu madre, tu hermana... ellos también son tu familia.

-Lo sé, pero ellos han dejado heridas tan grandes en mí que hasta que no cicatricen y no pase el tiempo, sé que no voy a ser capaz de mover otra ficha más. Quizás es egoísta mi decisión, sobre todo con mi padre que precisa de los cuidados de otro, pero necesito tomar distancia.

Quedé satisfecho con su confesión al comprender su postura. Era su salud lo que estaba en juego y no estaba dispuesto a ver como ella seguía languideciendo hasta destruirse por completo. Me prometí a mí mismo en ese momento que una vez en Londres haría que la vida volviera a ella, que sus ganas por seguir adelante se mantuvieran firmes y sólidas, pero algo debía de estar haciendo mal yo también, ya que tras varios días ni había obtenido resultados en mi misión ni había avanzado en ella. A pesar de estar ya donde queríamos, _____ seguía constantemente sumida en sus pensamientos. Cada vez que la miraba daba la sensación de estar luchando contra sus propios demonios internos. Quise pensar desde un principio que su recuperación sería únicamente cuestión de tiempo, pensaba que con mi apoyo y mi cariño todo sería más fácil, pero había comprendido no hace mucho que iba a ser necesario algo más que eso. Quizá un poco de ayuda médica no le vendría mal, sólo esperaba que no se lo tomara a mal.

Junto a tiWhere stories live. Discover now