36. «2ª parte»

10K 370 286
                                    

Capítulo con escenas sexuales. Si no quieres leerlas, deja de leer cuando aparezca este símbolo: ⛔️. Cuando vuelva a aparecer es que ya habrán pasado.

—¿Confías en mí?

—C-claro que confío pero...

—Entonces no hagas preguntas. Solo acompáñame.

—No estaremos asaltando ninguna propiedad privada ni nada, ¿no? —su voz tembló muerta de miedo— Liam mi madre era abogada, ¿sabes lo que podría pasar si...?

—Shh —la silencié divertido, poniéndole un dedo en los labios— Aquí nadie está asaltando casas. Sólo relájate. Hay que ver... tú no sirves para ser rebelde ni un poquito, ¿eh?

—Pues no...

—Vamos, anda.

La cobijé bajo un brazo y me esforcé por parecer que conocía perfectamente el lugar en el que estábamos. No fue muy difícil, pues sólo había una puerta y tal y como supuse, daba directamente al ascensor. Introduje la llave correspondiente en una cerradura y el elevador comenzó a tomar altura sin necesidad de marcar el piso.

_____ aguardaba pegada a mí con la vista en el suelo para cuando las puertas se volvieron a abrir. Frente a nosotros quedó una especie de recibidor muy pequeño, con apenas un par de muebles decorativos y una puerta opaca a distancia de metro y medio. Era como una especie de acceso privado. Me adelanté con otra llave en mano y giré el picaporte, abriendo con serenidad mientras echaba un vistazo sobre mi hombro. _____ seguía al fondo del ascensor sin intención de salir.

—Ven, tonta —le guiñé un ojo— ¿No quieres ver el sitio donde pasaremos la noche?

Ella me miró impasible unos instantes. Cuando se dio cuenta de que iba completamente en serio, se reunió junto a mí boquiabierta. Soltó un par de monosílabos en pos de decir algo coherente, sin mucho éxito.

Agarré su mano y la llevé hasta el interior, cerrando la puerta con llave de nuevo.

—¿Te gusta? —ella apenas atinó a asentir, volteándose a observar todo minuciosamente, como había hecho prácticamente el día entero. Primero el coche, luego el estadio y ahora el apartamento. Probablemente demasiadas cosas nuevas en un día.

Tal y como me comentó Derek, el apartamento no era un lugar muy grande, para el uso que le daba decía que estaba bastante bien y que le había sacado de apuros en más de una ocasión. La sala de estar constaba simplemente de una alfombra, un sofá de dos piezas blanco, un sillón gris oscuro, una mesa de cristal y una televisión. Un pelín más lejos, estaba la cocina, sin separación alguna de la sala de estar.

Ella se acercó a una escalera de caracol negra que se alzaba justo en el límite entre la cocina y la sala de estar y pasó su mano por la barandilla. Echó la cabeza hacia atrás queriendo averiguar que había en la segunda planta, pero rápidamente retrocedió un paso y me miró interrogante.

—¿Por qué vamos a dormir aquí? ¿A caso lo has alquilado o algo así? —se mordió el labio— Liam, ya has gastado mucho dinero y no sé si esto es...

—Shh —me acerqué a ella y la atraje hacia mí, volviéndola a hacer callar—. Este apartamento es de Derek, _____. Él sabía que terminaríamos tarde por aquí hoy, así que se ofreció a dejárnoslo por una noche.

Sentí que me devolvía el abrazo más tranquila.

—¿Entonces esto es de Derek? —preguntó al rato.

—Sí. Cuando termina tarde en la empresa y está demasiado cansado como para conducir, se viene y pasa una noche aquí.

—Parece más uno de esos apartamentos a los que llaman picaderos de soltero —murmuró entre dientes.

Junto a tiTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang