Capítulo 22: Confesiones, o Las Desventuras Sexuales de Steven

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Cuando uno está acostumbrado a una cosa a tal punto en que no se concibe que las cosas puedan cambiar, cualquier modificación que se produzca en el hecho (por más pequeña que sea) puede producir un importante sentimiento de confusión y turbación mental.

Esa fue la conclusión (extraña, inesperada) a la que llegué en el momento en que Steven irrumpió en la conversación que tenía con Saul. No podría haber llegado a otra resolución, teniendo en cuenta que la expresión en la cara del rubito me produjo un desconcierto creciente, además de la inefable sensación de que aún me faltaban por conocer muchas emociones del espectro emocional humano.

La cara de Steven, que usualmente portaba una sonrisa luminosa con hoyuelos en las mejillas, ahora estaba desfigurada por el miedo. Tenía los ojos grandes, la boca torcida, las mejillas pálidas. Su cabello dorado estaba desordenado y sucio, su chaqueta desgarrada. Sus ojos azules, usualmente brillantes y traviesos, ahora estaban apagados por el terror, pero también traslucían algún tipo de resplandor inusual. Como aquel que le había visto cuando se besaba con Peace en el bosque. Un brillo de lujuria contenida, de deseos mentidos y reprimidos. Y por un momento llegué a creer que, más que asustado o angustiado, Steven estaba frustrado sexualmente.

De todas maneras, creo que pocas veces en mi vida he visto una expresión tan intensa que me resulta difícil de olvidar. Creo que esta es una de esas ocasiones. Me es difícil describir a Steven en este momento específico. Si tuviera que resumir al muchachito en una palabra y en su estado usual, la palabra que utilizaría sería sin dudas "Felicidad". Ahora no podría utilizarla. Creo que necesitaría al menos un párrafo para describir todo lo que pasa por la cara del rubito en este momento, y aún así me quedaría corta.

Las palabras más aproximadas que logré hallar fueron "Terror" y "Lujuria". Como el título de una película de terror de clase B, así de ridículo era el resumen. Pero era lo mejor que se me ocurrió. Muy en el fondo, sentía lástima, compasión...Y enojo.

Si el muchacho rubio no estuviera portando una expresión de total terror y angustia, yo lo habría echado. Después de todo, había sido otra interrupción a los escasos momentos que mantenía con mi nuevo amor, una de las tantas interrupciones que ya me tenían harta. Pero no había tiempo para ese tipo de cosas en este momento. Ahora lo único que tenía en mente (y probablemente Saul también) era consolar, reconfortar, tranquilizar al jovencito que teníamos enfrente. Y ambos hicimos lo que nuestro instinto nos decía.

Me aproximé en dos trancos al rubito, y apoyé una mano en su hombro tembloroso. Inmediatamente Steven se aferró a mí como un bebé koala a su madre. Anudó ambos brazos alrededor de mi cuello y hundió la cara en mi hombro, sollozando levemente, y articulando apenas dos palabras quebradas:

-¡Tengo miedo!

Todo su cuerpo temblaba en sollozos de terror, como si estuviera escapando por su vida. Un innato sentimiento de compasión me embargó, y lo abracé, intentando calmarlo. Lo arrullé suavemente, como aquel día en las calles cuando se largó a llorar por una telenovela. Si algo sabía de Steven, es que era muy sensible y tierno. Como un cachorrillo de pocos días. No se lo debía maltratar, sino cuidar y proteger. Y tranquilizarlo era mi labor ahora.

-Tranquilo, Stevie...Ya pasó, está bien...Ya no te persiguen...

Lo acuné tiernamente entre mis brazos como a un bebé, notando que lentamente se iba calmando. Sus sollozos no eran tan fuertes ahora, y había dejado de temblar.

Saul, mientras tanto, había observado toda la escena con una expresión de shock en su cara, pero ahora parecía haber vuelto a su estado normal. Avanzó hacia la puerta y corroboró que la puerta estuviera cerrada y el seguro bien puesto. Luego se aproximó a nosotros dos y apoyó una mano en el hombro del jovencito rubio.

War in the Jungle (GUNS N'ROSES) #HairRock #GNRAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora