BANG ll: Explosion of love.

«Los Dean»

Capítulo cincuenta y nueve.

Leah's POV.

Esto se sentía mucho peor que cuando les teníamos que decir que nos casaríamos. Lo mas probable, sería que todos creyeran que nos habíamos casado porque estaba embarazada.
Ya eran las diez, y me había aguantado durante casi dos horas las ganas de vomitar que el frijol me hacia sentir.

Los chicos habían desaparecido por estos días, y Ken con Damon sólo por esta noche. Habían ido a cenar y luego a quien sabe qué. Y por quien sabe qué me refería a sexo, por supuesto. Cuanto desearía ser como ellos.

Justin tenía las manos frías mientras yo tenía calor como el infierno. Él hablaba con Charlie de cosas sin sentido a lo que intentaban incluirse mi padre, y John.

De la que más podía sentirme segura para hablar del embarazo era con Aline. De alguna manera, pensaba que ella tendría la reacción perfecta. Observé a Justin que estaba algo distraído, y entonces él ofreció que nos fuéramos a la sala. Me dio una mirada, y el calor se esfumó de mi cuerpo.

—¿Lo haremos?—pregunté.—¿Enserio lo haremos?

—Si muñeca.—susurró.

—Justin, por Dios, tengo ganas de vomitar.

—Tranquila. Tu padre ya no puede enviarme con los pingüinos, ¿no?.

Me senté junto a él, observando a los demás. Esto se había vuelto un poco incómodo porque todos sabían que había algo que teníamos que decir, y en dos horas y media no habíamos hablado casi de nada. Un poco de la luna de miel, y de nuestra supuesta vida en Sydney. Nada más, aparte de risas nerviosas y miradas con muchos significados entre nosotros.

—¿Y que era de lo que querían hablar, chicos?—preguntó Charlie, bebiendo un poco de su copa. Aline sobó su brazo.

Dios, ¿era realmente una buena idea decirle a todos de una sola vez?

—Pues...—Justin suspiró, alargando lo mas posible el tiempo. Joder.
Tragué, negando con la cabeza y dándole a entender que en serio no podía ser yo la que les dijera. ¡Joder! Yo tiré la bomba ante mi familia diciendo que nos casaríamos. Bueno, él la tiro contra mi padre pero eso fue cosa aparte.

—Leah y yo vamos a... ser padres.

Mis ojos de cachorrito asustado daban una idea de como era que me sentía por dentro. Tenía tal presión en mi interior que tiritaba visiblemente negándome a soltar la mano de Justin.

El silencio reinó en la sala. Las otras seis personas además de nosotros estaban en completo silencio, y nosotros esperábamos alguna reacción, expectantes. Mamá abrió la boca, y nos miró a ambos como si fuéramos una ecuación de matemáticas.

Tal y como lo predije, Aline fue la primera en levantarse, y tener a mi juicio, una buena reacción. Ella nos sonrió y se nos acercó, abrazándonos a los dos al mismo tiempo. La estreché de vuelta, sintiendo que nos comprendía a la perfección y que diciéndome a mi misma que en verdad, ella era una de las mejores mujeres que conocía.

—Felicidades, chicos.—dijo besando mi mejilla, y luego a Justin. Ella tomó asiento a mi lado y agarro mi mano, apoyandome. La miré, y me sonrió, haciéndome sentir que todo estaba bien.

—No estés asustada, Leah. Justin y tú se quieren mucho. Un bebé siempre es una bendición. —sonrió.

Aline a siempre vista podía parecer una señora algo estirada, pero era dulce como el azúcar. Simplemente, era el amor hecho persona. Era tierna, elegante, y delicada.