«Vergüenza»

5.1K 291 42
                                    

Capitulo sesenta y dos.

Leah's POV.

—¿Entonces todo bien papá?—pregunté mirando por la ventana, con el teléfono en mi oído.

Ya había anochecido y Justin y yo veníamos desde las afueras de Sydney. Habíamos decidido despejarnos y pasar todo el día juntos paseando por ahí. Corté  llamada unos segundos después, al despedirme. Papá ya se había instalado en California y las cosas estaban bien por allá. Sólo esperaba que, las fuerzas extrañas del universo y la vida, no lo hicieran encontrarse con mi madre por esas calles.

Observé detenidamente a Justin. Movía su cabeza suavemente al compás de la canción que sonaba en la radio. Suspiré. Sus pantalones oscuros, y esa chaqueta de color verde militar que venía usando sentía que me provocaban. Según mi doctora, los cambios hormonales comenzaban a hacerse presentes e incluso aumentarían en un par de meses. Sentía tal deseo, que podía fantasear con cualquier cosa que él dijera, o hiciera. Incluso el anillo de matrimonio parecía hacerse burla al estar en contacto con él y yo no. El sexo era lento, tortuoso, y a pesar de que llegaba al orgasmo, me sentía insatisfecha.
Necesitaba hacerlo como a ambos nos gustaba. Con fuerza, con pasión, desatando todo eso que nos comprimía con ocasiones. Necesitaba liberar tensiones, sentir adrenalina recorriendo todo mi sistema, y el frijol me lo impedía. Con una sonrisa, y lo que parecía ser una perfecta idea en mente, hablé:

—¿Estas cansado?—pregunté suavemente. Él sonrió, y me miró.

—Un poco. Pero no conducirás si eso es lo que quieres.—respondió algo más serio.

—Aparca ahí.—indique con mi barbilla hacia adelante. La carretera, un domingo a las once y media se encontraba totalmente desértica.

—¿Que ocurre?—preguntó algo asustado.

Me mordí el labio. ¿Como llevar a cabo mi plan sin que él se negara? Había posibilidades de que lo hiciera.

—Estoy algo mareada.—mentí. Justin asintió, y paro a un lado de la carretera. Prendió las luces intermitentes, pero al cabo de unos segundos las apagué, e incluso me estiré para girar la llave y apagar el motor.

—Me gustó este día.—dije en un susurro. Hace bastante tiempo no podíamos estar solos y era algo que me estresaba.

—A mi también.—Justin miró unos segundos mi mano, que reposaba sobre mi pierna desnuda. Vamos cariño. Pensé. Eres inteligente, cáptalo.—Me gusta estar con los chicos y todo , pero quiero que esto acabe pronto. ¿Sabes? Sólo quiero que sea la última vez que hago algo así, y luego solo irme contigo, y con nuestro bebé.

Lo miré unos segundos. Quería exactamente lo mismo. Pero no podía dejar de sentirme extraña. Ahora, éramos tres.

—Y no sé cómo hacer que funcione. —terminó por decir, refiriéndose al plan.

—Tal vez una base militar sea demasiado para nosotros.—murmuré pensando en cómo ya no teníamos ni idea de como sacar el dinero de ahí.

—Sacarlo...—dijo de pronto, me miró a los ojos —¿Crees que no podemos?

Sonreí ante su cara algo asustada.

—No es eso. Todos somos muy inteligentes. En especial tú. Sólo, tal vez, si el dinero estuviera en otro lado, sería mas fácil para nuestras mentes encontrar la forma de sacarlo. Incluso más rápido.

—Ahí está otra vez. Sacarlo de ahí. Joder, muñeca, eres una genio.—su rostro ahora parecía totalmente iluminado, y sabía lo que significaba. Había tenido una idea maravillosa.

BANG ll: Explosion of love.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora