SR.Styles.

44:« Niño o niña»

La relación entre Harry y Liz cada vez iba mejorando, aunque aún quedaban algunas heridas por cerrarse. Harry era el ejemplo del  hombre perfecto pensó liz mientras subía al coche.Él se había vuelto más cariño, protector, siempre estaba pendiente que no le faltará nada.pero aun así ella no había podido dejar todo atrás, no sabía porque que él le había reaccionado así cuando se enteró de su paternidad, aquello aún rondaba su cabeza, a veces sentí miedo de que todo aquello que habían construido se viniera a baja.

Salió del coche y entró a la empresa de su futuro esposo sin saber que alguien la vigilaba.

Harry fue notificado que su mujer ya había llegó a la empresa sana y salva.

Harry se sentó en su silla a esperar a su mujer con tranquilidad, había hecho bien con contratar nuevamente a los  gualda espalda no podía bajar la guardia  aun con aquel loco maniático  suelto.Alguien quería destruirlo ,hacerle daño y la  mejor forma de destruirlo  era lastimado a  su mujer  e hijo, todo el mundo sabía que Liz estaba esperando un hijo del gran magnate empresario Harry Styles. Sabía que ella era su punto débil, su talón de Aquiles. Debía protegerla porque fuera quien fuera que quería destruirlo ya sabía cómo hacerlo.

Cuando Liz entró a la empresa todos los ojos se posaron en ella, o más bien en su abultado vientre que no dejaba de crecer.

Tomo el  ascensor  para subir a la oficina de Harry pero de repente cuando faltaban tres pisos para llegar a donde Harry el ascensor se paró y bajaron a todas la personas de este al parecer había surgido una falla de último minuto. Liz suspiro resignada tenía que tomar la escaleras y aún le faltaban tres pisos lo cual no le hizo mucha gracia.

Llegó sin aire cuenta Amelia la Secretaría de Harry la vio se acercó a ella rápidamente  la ayudó a sentarse  y luego desapareció rápidamente por un vaso de agua.Liz apoyó la cabeza en sus brazos aquello no había sido buena idea ahora se hallaba mareada y sofocada.

-Cariño¿Qué sucede?-Harry acaba de abrir la puerta y al verla así se preocupó. Se colocó en cuclillas frente a ella y tomo su cara en sus manos.

-Solo estoy un poco mareada-dijo pausadamente.

-Vamos a mi oficina alli estarás más cómoda y acto seguido la tomó en brazos.

La puerta se abrió y Amelia entró apresuradamente con un vaso de agua en manos.

-Gracias-agradeció Harry tomando el vaso en sus manos inclinó un poco a Liz la cual estaba recostada en el sofá.

-Parece muy agitada ¿segura que esta bien?

-Si, es que el ascensor se a dañado y tuve que subir por la escalera pero sólo fueron tres pisos.

-Pues en tu estado aquello no es nada-dijo con ironía, por lo  cual ella lo fulmino con la mirada.

-¿Y que quería que hiciera?

-Que me llamaras yo hubiera podido bajar.

-Lo tendré en cuenta para la próxima vez-replicó mirándolo con el ceño fruncido, lo cual le causó gracias a Harry.

-Vamos-dijo él ayudándole a levantarse.

-Llegaremos tarde a la cita.

-No irás a esa cita.

-Te a vuelto loco, claro que iré hoy el doctor nos dirás el sexo del bebé.

-Eso yo podría decírtelo.

-Que ahora eres brujo
o adivino.

-No pero con lo mucho que comes  está claro que es un niño y será tan guapo como el padre -dijo divertido.