SR.Styles.

15:«Sexo en la oficina»

Despertó temprano y salió de la cama sin despertar a Harry.
Tomo una ducha rápida, luego seleccionó un vestido de su nuevo guardarropa, era un vestido azul, de magas cortas. E llegaba justo por encima de la rodilla. Complemento su atuendo con unos zapatos nuevos ,a juegos con una chaqueta blanca.

Recordaba vagamente como Harry se había quedado mirándola cuando se había medido aquel vestido.

Una vez lista salió del departamento y se dirigió a la oficina a cumplir con sus deberes.

Harry no duró mucho en despertarse y noto de inmediato que ella no estaba allí. Se sorprendió pues cualquier otra mujer en su lugar aún estaría allí ,acostada acurrucada en sus brazos teniendo en cuenta que el hombre con el  cual se acostaba era su jefe.

Harry entre o a la oficina vestido con elegante traje gris que le quedaba de perfecto,  justamente cuando él se sentaba en su imponente silla, ella entró con el café en mano y un exquisito vestido azul el cual le daba un aspecto sexy ella miró el reloj y luego suspiro aún faltaban dos minutos para la siete y cuarenta y cinco.

-Buenos días-dijo ella tratando de que su voz sonara normal pues verlo allí con aquel traje era devastador, él sonrió de lado y ella sintió que en cualquier momento caería de bruces al piso ¿Por qué él tenía que ser tan guapo?

-Buenos días, justo a tiempo-dice burlón.
-Aquí está su café señor Styles-dijo ella mientras coloca el café en su escritorio. Con toda profesionalidad.

-¿Por qué no me has esperando?-indago él.

-Tengo un horario de trabajo el cual debo cumplir y respetar-responde ella.

-¿Aunque duermas en la cama de tu jefe?-pregunto, remarcando cada una de las palabras en un tono seductor.

-Aun así-contestó poniéndose colorada.

Lo cual a él le pareció adorable.

-Debo decir nena que te admiro-la elogió sinceramente.

-Pues viniendo de usted es grato saberlo. Le he  dejado unos documentos en su escritorio, son lo de la carpeta roja. Amelia me pedio que le comunicará que son los documentos que ha estado esperando del departamento de ventas. El señor Edward Roses lo ha llamado dejo dicho: que ha tomado una decisión respecto al nuevo proyecto y que necesita hablar con usted lo más pronto posible.

-Perfecto-dijo mirándola con admiración y deseó-veo que no me equivoco contigo, llama a Edward dile que lo verá a las nueve en mi restaurante.

-Enseguida-dijo y se dirigió a su escritorio a cumplir con su encargo.
Mientras que Harry la devoraba con la mirada y su miembro cada vez se ponía más duro solo podía pensar en tirarla en la mesa y tomarla, hasta que ambos quedaran saciados o bien podía pegarla a la pared y tomarla allí mismo.

-Sabes que me está matando con ese vestido-le susurro al odio y aprovecha que ella estaba de pies de espalda envolvió sus brazos en su cintura y froto descaradamente su erecto miembro al  trasero de la chica haciéndola gemir, suerte que había cerrado la puerta con seguro se dijo.

La temperatura en aquella oficina subió a mil, deslizó una mano por su vientre plano y luego subió el vestido hasta sus caderas metió una mano dentro de sus bragas y gruñó de satisfacción al sentir que ella estaba lista para recibirlo.

-Esta lista Liz ¡Maldición! No sabes cómo me pones.

-De lámina forma que tú a mí-se atrevió a decir y aquellas palabras lo excitaron más.

La pego a la pared con un movimiento maestro, bajo sus pantalón junto a sus bóxer y su pene salió disparado como si hubiera estado en una cárcel no se anduvo con rodeo rompí sus bragas.

-Necesito que rodee mi cintura con tus piernas nena-pidió con voz ronca y así ella lo hizo. La penetró de un solo tirón arrancando un grito de placer de ella, el cual murió ahogado en su boca cuando él  la besó con pasión.
La embestidas eran rápidas y profunda y ella se derretía en sus brazos con cada penetración , sentía tocar el cielo con las manos. Tuvo que morderse la lengua para no gritar pues estaban en la oficina y no quería que lo demás se enteraran de lo que allí estaba sucediendo.

-Harry-gimió ella cada vez se sentía más cerca.

-Sí, nena ya casi, vamos -le animó, ella lloriqueo en sus brazos en aquellos momento no podía pensar en nada que no fuera en el enorme placer que él le estaba proporcionando le ,allí no existía la vergüenza ni las inseguridades ya tendría tiempo para pensar en ello en otro momento.

-Bésame-suplicó ella.

El tomo su boca con fiereza y sus embestidas fueron cada vez más rápidas hasta que ambos llegaron aquel punto de liberación. Ella hundió su rostro en el hueco del cuello , su vista se tornó borrosa y se sintió mareada por los espasmos de placer.

-¿Esta bien?

-Sí, solo estoy un poco mareada.

-Es normal tu cuerpo aún no está acostumbrado del todo, el sexo consume muchas energías, nena necesito que te alimente bien-dijo pícaro, salió de ella y caminó hacia el sofá y la deposito allí suavemente. Arreglo su ropa y vio como ella hacía lo mismo.

El la beso por última vez antes de marcharse ,ya que tenía una cita de trabajo.

La hora del almuerzo había llegado y Harry aun no llegaba salió a comer y cuando regreso él ya estaba allí sentado en el sofá ella quería preguntarle ¿Por qué había tardado tanto? Pero se contuvo porque sabía que no tenía derecho a indagar en su vida.

-¿Cómo le fue Sr. Styles?

-Bien-respondio él -pero ya tutéame después de lo que hicimos esta mañana en esta oficina ya debería tutearme.

-El hecho que yo sea su amante o lo que sea, no quita que usted sea mi jefe, siempre he tenido bien claro cuál es mi lugar-dijo firmé.

- Es una orden de ahora en adelante llámame Harry ,no sabes cómo me gusta escucharte decir mi nombre.

Ella rodó los ojos gesto que no pasó desapercibido para él.

-Ven, acercarte-pidió,  ella se sentó a su lado acarició su mejillas y luego la tomó de la cintura y la sentó en su regazo la miro a los ojos al igual que ella a él.

-Eres hermosa-susurró él. y ella sintió los labios de el en los suyos, su corazón latió fuerte y un sentimiento profundo se apoderó de ella "No será que te estás enamorado" le dijo una vocecita en su cabeza, no era posible se dijo, debía tener en cuenta que aquello solo era un contrato y que cuando se cumpliera nunca más volvería a verlo. Cuando todo terminara ella regresaría a su hogar y empezaría la Universidad y su vida volvería a hacer la de antes y dejaría todo eso atrás, abrió los ojos y notó que Harry la miraba fijamente no se había percatado de cuando había terminado el beso por estar perdida en sus pensamientos.

-¿Sucede algo? -quiso saber él.

-No, no es nada-se apresuró a decir.

-Está segura de un momento a otro te pusiste tensa.

-Enserio no es nada Harry-la apretó más a su cuerpo y ella descansó su cabeza en su hombro, se sentía bien a su lado y eso la asustaba. Porque no quería enamorarse de su jefe.