SR.Styles.

25:«Un dia desastroso»

Liz no se sorprendió al ver el jets privado de Harry, era de esperar que un hombre cómo tuviera uno de éso.

En cuanto estuvieron en el aire Harry se concentró en el trabajo que tenia acumulado. Liz se hallaba irritada de verlo trabajar tanto Iban a la mitad del vuelo y él aún estaba sentado con varias carpetas en mano.

-Podrías estarte quieta ese maldito asiento-le espetó Harry de repente.

-Podrías parar un rato con eso, estoy aburrida-dijo y su tono de voz salió más duro de lo que pretendía.

-No me interrumpa-le espetó con amargura.

-Para eso querías que viniera para que te vea trabajar durante horas.

-No me provoque.

-Es que no puedes parar un minuto.

-Maldita sea...cállate de una vez así no puedo trabajar.

-De haberlo imaginado no hubiera venido-dijo molesta.

Entonces él sonrió burlón.

-De cualquier forma hubiera venido que no se te olvide que tu me perteneces-declaró con frialdad.

-Te odio-le gritó.

-Mmm, anoche no decías lo mismo cuando me imploraba por más.

-¡Bastardo!-

-Uh uh, cuida esa boquita.

-Eres detestable.

-Para de una vez-le advirtió.

-Disculpe señor Styles por no obedecer-dijo con sarcasmo.

Harry se paró de su asiento de un salto y tomó a Liz de los brazos.

-Deja de provocarme-dijo con crueldad, aquel día al parecer ambos se habían levantado con un humor de los mil demonio, pero la realidad era otra. Harry había escuchado a Liz hablar con alguien por el teléfono y al parecer era un chico aquello le había cabreado y más aún cuando lo escuchó decir a que lo quería. Desde entonces había estado conteniendo su rabia y se había centrado en el trabajo.

-Me haces daño-se quejó ella tratando de alejarse de él.

-No desvíe el tema.

Harry la miraba furioso y amenazador.

-Tu empezaste-le acusó. Él apretó su agarre y ella le miró asustada.

-Haces que pierda la poca paciencia que tengo, ahora mismo tengo ganas de pegarte como nunca antes lo e hecho. Ella se encogió en su asiento nunca lo había visto tan violento y eso le asustaba.

-Está asustada-Ella no dijo nada estaba muda por el miedo.

-No volveré a decir nada-dijo temblorosa.

Harry vio el rostro pálido de Liz y como temblaba y frunció el ceño.

-¿Te asustó?- Ella no respondió él la soltó y regresó a su asiento. Ella desvió la vista a la ventana entonces las lágrimas brotaron de sus ojos, un sollozos de escapó de su garganta y lloro.

-¡Dios mio! No llores-dijo.y ella incrementó sus sollozos.

-Basta-declaró él.  No sabía como manejar esa situacion, era una chica muy sensible.

Ella escondió su rostro entre sus brazos y se durmió sin darse cuenta. Harry la observó dormir y un sentimiento de culpabilidad le invadió.

Cuando bajaron del avión Harry la tomó de la mano aunque ambos aún se encontraban molestó. El chófer ya le esperaba fuera del aeropuerto. Ambos subieron en silencio. Al llegar al hotel Harry arrastró a Liz directamente al ascensor y ella lo miró incrédula.