Kanade Shippuden

Capítulo 33: La derrota de Kaguya.

—Esa mujer es poderosa, no podemos estar tan seguros —comentó la azabache mirando hacia lo que se estaba creando.

El cuerpo de la bestia que Kaguya creo, comenzó a ser rodeada por un extraño chakra negra para comenzar a tomar forma como las bolas que Naruto tenía por la espalda. Por debajo de aquella esfera, el cuerpo de Kaguya apareció, para impactar de pronto en el suelo, demostrando que estaba llegando a su límite y, que de alguna manera, los del equipo siete estaban acabando con ella.

—Soy la madre de todo el chakra —dejo en claro. Un enorme sonido se escucho por encima de los cuerpos de todos, por lo que miraron hacia la esfera gigante.

— ¡Empieza a caer! —gritó algo asustado Kakashi.

—El chakra se unificara —anunció enojada Kaguya.

—Claro que no. La historia ninja es algo súper serio con una larga existencia. La definen los ninja que vivieron y murieron, no es algo que puedan manejar a su antojo nosotros... ¡Vamos a proteger, la historia de los ninja! —dejo en claro Naruto con demasiada determinación, logrando que una pequeña sonrisa se formara en los labios de Kanade.

— ¡Este es su final! —gritó Kaguya.

— ¡Hagamos esto! ¡Kanade! ¡Sasuke! ¡Sakura! —los llamó el rubio.

Los movimientos de los cuatro comenzaron a sincronizarse, logrando que a Kaguya se le complicara lanzar algunos ataques, por lo que se alejo para recargar algo de su chakra que había pedido por culpa del Amenominaka que había utilizado más veces de lo que su capacidad se lo permitía. Al terminar, lanzó varios Jutsus los cuales impactaron al equipo siete haciendo que se alejaran a varios metros de distancia, para tratar de encontrar alguna solución ante las técnicas tan poderosas de la persona que enfrentaban.

Kanade, se dio cuenta de todo lo que estaba a punto de ocurrir, por lo que tomo el antebrazo de Sakura para que ambas se alejaran de tal lugar en donde, seguramente, los chicos harían su último movimiento. La azabache sonrió con nostalgia y todos los recuerdos que una vez formaron en el pasado, comenzaron a pasar por su cabeza, logrando que algunas lágrimas se acumularan.

Kanade, tanto como Sakura, pudieron darse cuenta de que los chicos necesitarían ayuda, por lo que saltaron y corrieron con chakra acumulado en la planta de sus pies tal y como lo habían aprendido hace varios años. Kanade, libero los puños de Susano y Sakura, acumulo gran parte de su chakra en los puños para comenzar a golpear a Kaguya en los lugares que Sasuke y Naruto no estaban atacando, por lo que el enorme duelo de Yasogami Kūgeki —cada uno a su propio estilo—, logró sorprender al peliplata.

Hasta que todo termino, justo cuando un pequeño bloqueo llegó a la cabeza de Kaguya, logrando que los cuatro pudieran lanzarle toda su fuerza acumulada en sus puños. Ella se enojo por completo, no podía comprender como unos chicos lograron derrotarla a ella, la madre de todo el chakra y gritó, justo cuando sintió como los cuatro arrancaban una parte de su cuerpo con un puñetazo que le dieron.

—Bien, mi primera impresión sobre este grupo... es que son una bola de mediocres...

Kakashi sonrió ante el recuerdo de aquellas palabras que menciono en su primer encuentro con sus alumnos. Lo que ellos estaban haciendo frente a él, le dejaban en claro al peliplata que habían madurado de una manera extraordinaria y que él, a pesar de que Sasuke y Kanade se habían ido de la aldea. Esos cuatro jóvenes, se habían ganado todo el cariño de Kakashi, por lo que en su mente pensó, lo mucho que quería a esas cuatro personas que habían vencido a Kaguya.

— ¡Devastación planetaria! —gritaron Sasuke y Naruto, al darse cuenta de que era la oportunidad para sellar a Kaguya.

Un enorme estruendo sonó, demostrando que el sello había sido todo un éxito, ya que del cuerpo de la bestia que Kaguya había creado comenzaron a salir las almas de las bestias con colas para que estas pronto se transformaran en el cuerpo real anunciando que ya eran libres.