Capítulo 14: Voluntad de defensa.

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Narrador omnisciente.









Suspiró en cuanto sintió el mismo dolor en el pecho, justo en la zona de aquella costilla aún lesionada. Le dolía su cuerpo de una manera impresionante, pero le tranquilozaba saber que estaba a menos de unas horas para llegar a la aldea de Konoha.

Deseaba recostar el cuerpo en su cómoda y leer un par de libros que tenía arrinconados en su escritorio, necesitaba recuperar su salud antes de que Naruto regresara y comenzara a cuestionar el porque de sus lesiones. Ya que si le decía que había ocurrido algo con Sasuke el ribio se volvería loco preguntando la ubicación del azabache.

Sus labios se abrieron ligeramente ante la sorpresa de ver una Konohagakure en ruinas, los escombros y las demoliciones eran lo que albergaba todo ese crater que se formó. Podía distinguir a los aldeanos tanto heridos como muertos, mientras que a lo lejos veía como algunos ninjas brindaban apoyo a cualquiera que lo necesitara.

Se sentó en forma de indio y sintió como su chakra comenzaba a fortalecerse. Colocó un pergamino justo frente a ella para hacer una invocación, frente a ella aparecieron cuatro sellos de los cuales apareció el árbol Osozakura reducido en pequeños arboles los que albergaron sus raices en los sellos de aquel pergamino que desapareció en cuanto Kanade decidió guardarle.

— ¿Que pretendes hacer? —preguntó Kenzo y Kanade resguardo el pergamino.

—El gran sabio me enseñó a como utilizar al árbol osozakura. Sin embargo, dude mucho tiempo que llegar a utilizar su capacidad total tras enterarme de sus consecuencias tras su utilización, por ello decidí emplear el aprendizaje que me brindaron con el manejo del mokuton y así poder dividir el árbol sagrado en tres diferentes proporciones. De esa manera podré utilizar el modo sennin en cuatro ocasiones sin verme tan afectada ante la roptura de mis huesos —explicó, recordando que la la larga charla de su sensei la cual consistia en que caería en un coma al igual que sus huesos se quebrarían y tardaría en recuperarse —. El chakra de Naruto es debil, ¡vamos! —ordenó preocupada.

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Frente a él apareció una persona que no esperaba, la dueña de aquella cabellera azulada le impedía mirar a su contrincante cara a cara, no entendía que era lo que estaba haciendo ahí cuando no tenía ni una sola oportunidad de enfrentarlo. Terminaría muerta si trataba de ayudarlo, aquella pelea no era suya y por ello no debía de estar en el lugar creyendo que sería capaz de golpearlo.

Todas las posibilidades y visiones que rondaban en su cabeza era de aquella chica siendo violentada y asesinada por Pain. No había manera alguna de que podía llegar a golpearlo y mucho menos que fuese liberado, entonces, ¿qué estaba haciendo en medio de ambos?

— ¡No dejaré que toques a Naruto – kun! —advirtió, tras analizar el pésimo estado en el que se encontraba el rubio.

Las barillas clavadas en su cuerpo eran lo que le impedía moverse, lo que significaba que su única misión era liberarlo de aquella prisión pero, impediría a toda costa que Naruto fuese dañado por aquel enemigo tan peligroso. Tenía miedo, sí, pero no por ello daría marcha atrás y abandonaría a una persona que significaba tanto en su vida.

Hinata, salió volando tras la técnica de Pain y ambos que yacían en el suelo entre cerraron los ojos al notar que una enorme sombra los cubrió del sol. Los labios de Naruto se abrieron levemente al ver un enorme halcón volar encima del campo de batalla y en cuanto este descendió unos cuantos metros pudo ver el cuerpo de Hinata encima de este al igual que comprobó que se trataba de nada más y nada menos que Uchiha Kanade.

Kanade ShippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora