Capítulo 31: A través de las dimenciones.

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La paz entre Indra y Asura.







Onii – San, cuando sea grande me gustaría pelear junto a ti y vencer a muchos enemigos —habló la pequeña mientras sostenía con fuerza la mano de su querido hermano mayor.

Su hermano la observó con una pequeña sonrisa, las palabras que ella utilizó fueron una extraña sorpresa para él. Nunca antes a su pequeña hermana le había interesado tanto combatir contra enemigos de la aldea, a ella siempre le gustó más el perfeccionar su arte con los shuriken y kunai.

—Eso lo veremos cuando seas mayor, Kanade, no creo que la familia del pequeño Sasuke esté de acuerdo con arriesgar tu vida en combate —dictó en un pequeño tono de burla.

La pequeña infló las mejillas. Le molestaba el hecho de saber que la familia de Itachi - san la protegía de sobre manera a tal punto en el que detestaba, incluso, que jugara con las shuriken y los kunai. Quería ser una increíble kunoichi y una excelente mujer para enorgullecer a su familia, en especial a su querido hermano mayor a quien tanto amaba.

Onii – san, cuando sea mayor, te prometo que seré una poderosa kunoichi, una excelente mujer y una excelente compañera de combate —aseguró con entusiasmo.

Su cabello fue revuelto en cuando su hermano colocó una de sus manos encima de su cabeza, el gesto que siempre solía hacerle para demostrarle su afecto. Shisui, amaba de sobremanera a su pequeña y disfrutaba escuchar todo lo que decía sobre mejorar en el futuro, quería que todo eso se cumpliera y que nada le afectara, pero muy en el fondo, sabía perfectamente que algo ocurriría que podía acabar con todas las expectativas que Kanade tenía.

—Lograras todo lo que te propones, Kanade y yo estaré muy orgulloso de ver qué lo estás logrando —admitió y ella, sin poder evitarlo, lo abrazó con fuerza.

—Lo lamento, Shisui – san, no seré una gran kunoichi, tampoco llegaré a ser una gran mujer y tampoco seré la esposa de Sasuke... —una pequeña sonrisa burlona apareció en su rostro—. Quizá, si la vida de nuestro clan no hubiese sido arrebatada, todo sería distinto y seguiría atada a ese compromiso y a todas las promesas que te hice.

Levantó la mirada y observó la nada, todo el espacio donde se encontraba no tenía sentido alguno, tan solo era una dimensión que su kamui eligió para poder mandar a sus rivales y de igual forma trasladar su cuerpo con el fin de protegerlo.

—Pero ahora soy una persona completamente distinta y Sasuke, todavía más...

Kanade, acarició de nuevo la cabeza de la persona que yacía inconsciente en sus piernas. No estaba segura de cuánto tiempo llevaba dormida, pero sabía que no podía permitir que su corazón se detuviera sin que está volviera a ser parte de su interior. En verdad deseaba volver con sus compañeros a pesar de que sabía que lo mejor para ellos era que no regresara.

Pasaron tantas cosas que hizo de manera insensata que no se merecía volver con los suyos, fue una egoísta que se comportó mal con quienes la querían en serio y eso, era algo que no podía soportar. Le ponía intranquila saber que gracias a su linaje, no podía ser una persona como Sakura o Naruto, había una maldad en su interior que le impedía ser alguien gentil.

—No sé cuánto tiempo llevamos acá, pero estoy segura de que pronto gastaré mi chakra y ya no podré brindarte atención médica. Por favor, reacciona y vuelve a mi cuerpo para que podamos salir de aquí —indicó preocupada, sabiendo que la persona inconsciente no podía escuchar sus palabras.

Kanade ShippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora