Capitulo 1

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Me sentía bastante rara para hablar delante de todo el salón. El maestro de matemáticas, el señor Donnie esperaba una respuesta mientras mis dedos tamborileaban contra la hoja de mis manos. Hacía más de dos meses que había entrado a mi último grado en la preparatoria y aun después de todo este tiempo yo no lograba acostumbrarme. Se soltaron unas risitas al fondo, el maestro siseo esperando mi respuesta lo cual nunca iba a suceder por que tenia la boca seca. Nunca se me había dado bien exponer en clase, ni mucho menos presentar un problema, sabía que iba a estar equivocada por que las palabras se me revolvían y escribía cosas que no iban con el tema. Trague saliva y respire profundo, quería concentrarme en la ecuación que se encontraba delante de mí. Podría hacerla, claro, pero estando yo sola. Me ponía nerviosa pensar que varios pares de ojos me observaban.

- Edythe, estamos esperando.

Por supuesto que me estaban esperando, llevaba cinco minutos parada frente al pizarrón y yo no podía mover ni un solo dedo, ni siquiera podía respirar, todo salía en pequeños suspiros. Decidí darme por vencida. Deje el plumón en la mesa del profesor y camine hasta mi lugar que era el último del salón. Justo en ese momento el timbre sonó, ya sabía que me había utilizado de pretexto para que me llevara sus cinco minutos que le faltaban.

—Terminaremos la siguiente clase— dijo mientras tomaba su maletín y metía los papeles.

Tome el dinero de mi mochila y camine rápido hacia la puerta del salón. Quería escapar por dos cosas: el profesor Donnie iba a hablar conmigo y porque...

—Edythe — llamaron, sabía quién era pero aun así no quería contestar. Y de ahí venia mi segunda razón: Mike era un chico que sin pedirlo se comenzó a juntar conmigo, sabía que sus intenciones que era le enseñará a estudiar pero obviamente me negué, no era mi problema que no estudiaba. Obviamente era un orgullo llevar la primera calificación de la escuela, es decir la más alta, pero ya nadie le interesaba eso, solo cuán social eras. Por supuesto el maestro Donnie pensaba que copiaba mi tarea, las primeras clases, pero se dio cuenta cuando solamente yo lleve la mía. Desde ahí comenzó la guerra con Edythe, la chica que se mataba por cumplir. Podía hacer cualquier ejercicio y no se me dificultaba pero estando enfrente de un público era totalmente tonta.

— ¿Vas a ayudarme con Biología? — preguntó mientras caminaba a mi lado. Mike era el capitán de fútbol americano, tenía hombros anchos y sus ojos de color azul claro, su cabello rubio peinado hacia atrás y su piel clara pero menos que la mía ya que era albina. Él señor Donnie había pedido que ayudará a mis compañeros pero me negaba, eso causaba tener amigos pero sobre todo no era mi problema, admito que me sentía mal pero debían ser responsables ellos y estudiar más.

— No — mi respuesta fue seca y desganada, lo que menos quería era que Mike estuviera buscándome por una calificación.

— ¡¿Ha?! ¿Por qué no?

—Debes estudiar tú mismo – y ahí estaba mi respuesta de siempre, antes solía afectarle a Mike pero se había acostumbrado a que no hablará con nadie, así que no seguía molestando después de decirle aquello. Después de eso camino en dirección contraria y me dejo caminar sola

Los alumnos caminaban dentro del enorme edificio, estaba haciendo más aire por lo que no tardaría en llover. Nunca hacía falta llevar botas un paraguas y una chamarra, siempre llovía, si solo traías algo, seguramente se mojaría así que por el propio bien de todos era mejor traerlos, adentro había casilleros así como lugares donde dejaban tu paraguas pero todos con tal de mojarse decidían meterlos al salón, lo cual era tonto porque de todas manera dentro o fuera se iban a mojar. La cafetería se encontraba llena con un montón de deportistas, gente social, los músicos, el club de ciencias, todos ubicados por sus gustos. Por supuesto para mí no había opción que sentarme en la última mesa del rincón, ahí donde la luz casi no entraba. Mike a veces me acompañaba, otras veces no, admiraba su decisión de sentarse conmigo y no molestarle lo que dijeran. Sabía que lo hacía por lastima y en verdad no me molestaba, solo me agradaba su compañía. Debes en cuando no era mal estar con alguien, platicando lo que le sucedió en las mañanas o el ridículo que cometía por cualquier tontería. Todos pensaban que era "Nerd" pero hacer bien tu tarea te llevaba a ese seudónimo, después de unas semanas se empezaron a dar cuenta que lo que menos me interesaba era tener amigos o que me molestaran sus comentarios, empezaron a ignorarme y yo a ellos. Al final de todos me dejaron de criticar y me llamaban rara lo que hizo enfadar mas por que no iba a empezar con que soy única y diferente, no, así que empecé a hablar con mas chicas pero por supuesto solo decidieron hablarme por las tareas, lo que nos llevaba devuelta aquí. Estaba sola y amaba mi soledad.

DeimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora