Kanade Shippuden

Capítulo 28: Fuerzas aliadas ninja.

Los dos Uchiha se cruzaron de brazos una vez que se colocaron encima de la cabeza del Juubi para observar las estupideces que los tres al frente de ellos iban a hacerles. Necesitaban reír un rato, porque quisieran o no los de Konoha, era imposible detener al diez colas por su enorme fuerza.

Las cadenas de nuevo rodearon el cuerpo de Kanade, amordasandola contra el Jūbi para evitar que hiciera cualquier movimiento estúpido.

La azabache hizo una mueca al ver como Naruto colocaba su típica posición de manos para hacer la multiplicación de sombras, ella tenía ganas de reírse del rubio porque este aun no comprendía la gravedad del asunto sobre el despertar del Juubi. Tenía ganas de gritarle que iba a morir si intentaba atacarlos con simples multiplicaciones, pero al distinguir lo que comenzaba a aparecer detrás del polvo a la espalda de Naruto, simplemente decidió quedarse callada a escuchar lo que tenía que decir.

— ¡Lo que están viendo ahora es el Jutsu de las fuerzas ninja! —gritó con orgullo.

La mirada de la azabache seguía fría y miraba directamente hacia Naruto quien permanecía observándola también.

La pelirrosa abrió los ojos al ver quien estaba justo encima de la cabeza del Jūbi, provocando que su aire se fuera en cuestión de un segundo. Por alguna razón sentía que sus ojos estaban jugando con ella al igual que su cerebro trataba de hacerla alucinar, necesitaba gritarle para asegurarse a sí misma de que se trataba de ella, pero no quería hacerlo ya que una parte suya sabía que si se trataba de su mejor amiga.

— ¡Este Jutsu los dejara hechos polvo! —anunció Naruto mirando con determinación a Kanade.

La azabache apretó los labios ante la idea de que el rubio tratara de detener lo que ya habían comenzado. Lo único que tenían que hacer era quitarle al zorro de las nueve colas para que de esa manera el Jūbi fuese mucho más fuerte de lo que ya era, por lo que comenzó a absorber chakra del Jūbi con el objetivo de recuperar la fuerza que había perdido.

. . .

La azabache se puso de nuevo la blusa un poco avergonzada, ya que mostró su cuerpo semidesnudo a esos dos hombres. No sabía de que manera decirles que no estaba cómoda con lo que estaban haciendo pero, ver el rostro concentrado de Sasuke la hacía cambiar de opinión, ya que no estaba viéndola con morbo sino más bien, estaba concentrado en saber que era lo que le sucedía.

—Kanade, ¿te encuentras bien? —preguntó Bushido, una vez que ella se acomodó el cabello.

—Estoy bien, me molestó un poco que nos hayas atrasado para que recuperara mi chakra —explicó algo molesta.

—Necesitaba hacerlo, tu chakra está mucho mejor ahora y puedes usar cualquier Jutsu que desees, menos el Kamui... ¿Quedo claro?

— ¿Por qué no puedo usarlo? —preguntó algo confundida.

—Tu sharingan controla el espacio y tiempo, una parte es para absorber la otra para expulsar, viéndolo de esa forma, tu tienes la parte de absorción y tu contraparte la de expulsión y si ambas no están conectadas el poder de tu mangekyo no funciona —explicó caminando hacia la azabache—. Tu Kamui no funcionará, al menos que estés con tu otra parte para que de esa manera el espacio temporal pueda unirse con ambos ojos.

—Entiendo...

— ¿Cómo va a poder sellar a su otra parte, cuando hay una guerra de por medio? Estoy seguro de que será imposible que Kanade pueda convencerla en un ambiente tan tenso... —habló con frialdad Sasuke. Bushido suspiró resignado.

—En cualquiera de los casos, yo seré quien les apoye... —les dijo el peliblanco tratando de tranquilizarlos—. Pueden irse ahora.

Los azabaches dieron media vuelta y comenzaron a correr, esperando a que nada más pudiera detenerlos, porque a pesar de que no quisieran admitirlo estaban un poco apresurados en llegar al campo de batalla. Kanade, lo único que tenía en su cabeza era a Itachi y Shisui, quienes habían defendido la aldea por encima de sus propias vidas.