Capítulo 28: Fuerzas aliadas ninja.

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—Entonces, ¿la chica aceptó ser el receptor de Jūbi tan fácilmente? —cuestionó y Obito asintió.

—Kanade siempre estuvo lista desde el momento en el que la entrené y por ello no se negó en cuanto se lo ordené, sabe perfectamente que está bajo nuestro control.

— ¡Esa no es Kanade! —gritó Naruto, logrando colmar la paciencia de Madara.

Naruto, notó cómo las cadenas fueron liberadas de su cuerpo y su respiración se agitó al ver como el azabache mayor la sujetaba con fuerza del mentón obligando a que se parara, la sacudió por un instante y la obligó a mirar al rubio.

— ¡No entiendes que esta es Kanade! Desde el principio, todo lo que hizo fue un completo engaño y ahora está mostrando lo que en verdad quiere, entregándose a nosotros para terminar con  nuestro plan —explicó Madara con desdén.

Un nudo se formo en la garganta del rubio al notar como la azabache lo miraba con tanta desesperanza, con tanti miedo de lo que fuese a ocurrir. De alguna manera había algo mal en toda esa situación, algo no estaba bien y estaba seguro de que la verdadera Kanade estaría luchando aunque ni tuviera fuerza alguna. La Uchiha que conocía, estaría insultando y maldiciendo si sus extremidades no le funcionasen o incluso, mordiendo si la sujetarán de dicha manera.

—Entonces, si eres Kanade respóndeme por favor... —rogó Naruto mirando al suelo, haciendo que la chica se detuviera— ¿Por qué te uniste a alguien como Madara?

El cuerpo de Kanade cayó de golpe al suelo en cuanto su mentón fue liberado.  Esta, miró en dirección a Madara quien se cruzó de brazos al escuchar aquella pregunta tan necia.

—Ya te lo dijeron, ¿no? Todo lo que vivieron fue una completa farsa para llegar a este punto. El maldito Jinchuriki del kyuubi arriesgando su vida para defender a una chica valiosa para él —declaró Obito.

Naruto, no escuchó ni una sola palabra de los dos hombres que estaban con la Uchiha, lo único que le importaba era que ella respondiera a cualquiera de las preguntas que este le hiciera.

—Kanade, dime... ¿Todo esto es por lo que paso con Konoha? —le preguntó con un poco de pánico, pero ella simplemente negó.

—Naruto, nosotros los del clan Uchiha lidiamos con un destino cruel que no cambia sin importar qué. Estés en el bando que estés, todos los que sobreviven terminan siendo una basura —dejo en claro Obito.

Obito, saltó para atacar.

Naruto se dirigió a Kakashi que estaba a punto de ser masacrado por Obito, quien ya iba a dirigirle un enorme shuriken al cuello del peliplata, solo que, fue detenido por el rubio a tiempo logrando que Kanade captara su atención en él. Desde su punto de vista del escenario, él, se había fortalecido de una forma impresionante.

— ¡De alguna u otra manera te salvaré, Kanade! ¡No soy ninguna basura! ¡Tampoco dejare que maten a un amigo mío! —le gritó Naruto. Quien estaba justo por delante de Kakashi demostrando que lo protegería.

— ¡Los derrotaremos por el bien del futuro! —gritó Kakashi, retomando su posición a un lado de Naruto. Enseñando que no solo dejaría el trabajo pesado a Gai y el rubio, sino que también él daría todo de sí mismo para derrotar a los que tenían enfrente.

Un enorme rugido sonó por la espalda de todos, por lo que voltearon a ver lo que estaba sucediendo brindándoles una sonrisa de victoria a los enemigos de Konoha, ya que el Juubi había despertado como tanto habían estado esperando. Naruto y su equipo simplemente se quedaron petrificados, aterrorizados por no haber detenido lo que Obito y Madara deseaban.

El rubio quería llorar, no soportaba ver a Kanade en esa situación porque el sentimiento por ella seguía clavado en su pecho. En ese preciso momento no solo le dolía verla a un lado de Madara, mientras protegían al Juubi, sino que también le dolía que en ese momento quisiera borrar todo sentimiento que alguna vez sintió por ella. Necesitaba superarla porque, a comparación de Sasuke, ella había llegado demasiado lejos, destruyendo por completo la capacidad de superación del rubio. No quería odiarla o, mejor dicho, no podía odiarla.

Kanade ShippudenWhere stories live. Discover now