Capítulo treinta y uno| Ya todo es pasado.

65.4K 3.3K 145
                                    

Nea

Son las 8:57 de la noche, aún falta para que me vea con la bruja, hoy pienso romper todo trato con Roxán. Ya entendí que jamás me querrá y que ahora me debo de preocupar por mi hijo.

Voy a la sala en dónde por la tarde abandone a Kyara.

Entro y veo a Kyara con su móvil.

— Hola Kyara. — Camino y me siento a su lado.

— Hola Nea. — Me responde a secas y deja su celular.

— Kyara perdona por todo lo de la tarde, es sólo que tengo problemas en el trabajo y...

Kyara sonríe de repente y me abraza.

— ¿Kyara?

— Es la primera vez que me pides disculpas.

O es cierto, yo jamás en mi vida he pedido disculpas, pero por mi hijo todo, no pienso arruinarle su vida desde antes que nazca.

— Me odio. — Bromeo.

— Yo te quiero.

Me deja de abrazar y veo que esta muy feliz: — Yo también te quiero.

— Por cierto ¿a dónde me quedaré?

— Jav te llevara de nuevo al departamento, yo iré a resolver un asunto.

Kyara borra la sonrisa de su rostro: — Sobre lo de universidad, podrás ir el lunes entrante y me encarge de que te acomodarán en el semestre que ibas.

Ella me vuelve a abrazar: — Creí que no lo harías. — Se separa.

— Yo siempre cumplo lo que digo, pero cuando cumplas siete meses de embarazo dejaras de ir.

— Si, estoy completamente de acuerdo.

— ¿Tu quieres al bebé? — preguntó de repente.

Ella me mira: — Más que a nada.

Su respuesta me asombra mucho, pero a la vez me alegra, no me hubiera gustado que fuera como Roxán.

— Eso me alegra bonita.

— ¿Y tú lo quieres?

— Comienzo a tomarle afectó. — Respondo y pongo una mano en su vientre, aunque aún esta muy pequeño me gusta acariciarlo.

[...]

Me dirijo al bar para encontrarme con Roxán, durante todo el camino me he repetido que ya todo esta superado.

Entro al bar y veo a Roxán sentada en una de las mesas de la esquina.

Lleva un vestido negro muy pegado, su cabello ahora es negro y esta más clara que la última vez que la vi.
Es increíble como es que se ha mantenido tan bien a lo largo de los años, creo que en lugar de empeorar la veo mejor.

Me acercó y me siento en un sofá en frente de ella
Ella me sonríe y toma la botella de ron que tenia en un recipiente con hielos.

Me sirve un poco y ella también se sirve.

— Siempre tan puntual, ¿verdad?

Yo vacilo en mi respuesta, pero optó por seguirle el juego.

— Si, por supuesto.

— Bien vayamos al grano, ya te lo dije, necesitó dinero...

— Lo siento, pero yo no puedo ayudarte en eso.

— Hijo, ¿vas a dejar a tu madre desahuciada? — me dice con fingido dolor.

Yo sólo río para poder ocultar el dolor: — Pero si yo no tengo madre, tu no eres nadie para mi.

Ella me observa con asombro: — Si que has cambiado eh.

— ¡Claro! Aprendí de los mejores.

Roxán se acomoda en su asiento y se pone sería: — Mira Nea no me importa nada de ti ¿si?, yo sólo quiero que me deposites el dinero que me merezco, yo te ayude a extender el negocio, ¿o ya lo olvidaste?

De repente recuerdos de ella y yo volvieron a mi. Es cierto que ella jamás me quiso, pero también es cierto que convivimos mucho y ella también me enseño bastante.

Y bueno, dejando de lado el sentimentalismo, tengo que aceptar que ella también me ha ayudado bastante, claro todo ha su beneficio pero ha colaborado.

Y entonces comprendí que a veces las cosas suceden y la vida no te da a elegir, simplemente es cosa de entender.

Y yo ya entendí que no nací para que mis padres me quieran, que mis intentos son en vanos y que es hora de dejarlo ir.

En cuestión de segundos recordé toda mi vida y me di cuenta que el momento más feliz de mi vida fue cuando vi a Kyara por primera vez, se veía tan inocente su manera ruda y fría de comportarse sólo eran para protegerse, se veía tan tierna, y el segundo momento más feliz de mi vida fue cuando Kyara me dijo que seria padre.

Esos fueron los únicos momentos en los que no me he sentido sólo.

¿En que momento cambie tanto que ni siquiera me di cuenta?

Recordé tantas cosas y después regrese a la realidad cuando vi a Roxán.

Tal vez ella jamás me quiso pero ahora habrá alguien que me querrá. Alguien que podrá ayudarme a cerrar mis heridas, bueno que me ayudara a terminar de cerrar mis heridas porque definitivamente Kyara si me ayudo en mucho.

— De acuerdo, mandame tu número de cuenta yo te depositaré , pero es lo último.

— Nea, quiero disculparme por a ver arruinado gran parte de tu vida y honestamente yo...

— No digas nada más Roxán, ya todo eso es pasado.

Termine mi vaso de ron y me puse de pie: — Cuidate Roxán. — Le sonreí con sinceridad.

— Tu también pequeño Nea, y cuida mucho a esa esposa tuya y a tu futuro hijo.

Ya no dije nada más y salí del lugar.

Es increíble como una simple reflexión puede cambiar tu vida, después de años al fin me sentí en paz.

Al Lado Del MafiosoWhere stories live. Discover now