Capítulo cinco| Conociéndote.

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Kyara

Son las 7:06 de la noche, o al menos eso es lo que marca el reloj de la habitación, Nea esta completamente dormido, quiero huir pero se que él me encontrará.

No he comido absolutamente nada, comienzo a vestirme con dificultad ya que anoche Nea no fue muy cuidadoso conmigo, término de vestirme y entró al baño. Me miro al espejo y veo con tristeza mi demacrado rostro, necesitó un baño con urgencia. Unas lágrimas se resbalan por mi rostro, me siento sucia y con mi orgullo tirado, nadie jamás me había obligado a estar con alguien a la fuerza.

Salgo del baño y veo a Nea ya despierto: — Creí que habías intentado escapar. — Dice apoyado en el respaldo de la cama con una gran sonrisa.

— Sabes que eso es imposible así que no te burles, por cierto ¿no hay nada de comer?

— Si en un momento bajamos, pero dime, ¿qué acaso no tienes otra ropa?, ese vestido ya se ve horrible.

— O si tengo mucho ropa, es que como sabia que me iban a secuestrar vine preparada. — Dije lo más sarcástica posible.

— Que graciosa, bien iremos a comprarte ropa, en el centro comercial comemos algo ya después iremos a un lugar.

— ¿No es peligroso que te vean?

Por un momento Nea me mira detenidamente y después se empieza a reír sin control, he de admitir que su sonrisa es hermosa y muy contagiosa.

— ¿Pues con quién crees que estas hablando? — Pregunta muy divertido.

— No creo que seas tan poderoso. — Digo mi pensamiento en voz alta.

— ¿Eso es lo qué en serio crees? — Dice con un tono divertido y sarcástico.
— Nunca te he visto en los noticieros o en los periódicos.

— Bueno eso es porque de seguro cuando prendías el televisor solo veías novelas o cuando veías noticias solo era para ver la sección de espectáculos y te aseguró que con el periódico era lo mismo .

Dios este hombre ha leído mi mente...

Eso es lo primero que pienso, mientras Nea camina hacia la televisión y la enciende, después vuelve a acomodarse en la cama, miro la televisión y veo que ha puesto el noticiero.

Noticias de última hora. — Dice la reportera que presenta las noticias. — Han sido secuestrados alrededor de 378 chicos y chicas en la mansión abandonada del sur, la policía ha dicho que la prioridad es encontrar ha estos chicos.
Según las investigaciones los jóvenes fueron secuestrados en la madrugada del día de hoy mientras celebraran una fiesta ilegal repleta de drogas y alcohol.
El mayor sospechoso es Nea Balboa, el mayor mafioso del momento, la policía ya ha intentado capturar a este hombre muchas veces pero siempre se escapa y "El invisible" como muchos lo conocen nunca ha cometido ningún error en ninguno de sus trabajos, se espera que esta vez haya dejado alguna pista para que se pueda capturar.
Se sabe que hoy pasara mercancía en la frontera hacia Inglaterra, la policía ya tiene preparado al ejército y se espera poder capturarlo pronto.
Los padres de los jóvenes realmente están desesperados y entre los secuestrados destaca Kyara Ruíz la hija de los exitosos empresarios ellos están movilizando a todo el país para que la encuentren rápido, han contratado a los mejores detectives y abogados, la Militarizada también esta trabajando, se espera y puedan ser encontrados pronto... Bueno y en otras noticias...

Nea apaga la televisión y lo veo demasiado tranquilo.

— ¿Qué acaso no estas preocupado? — Pregunto mientras me acercó a él.

— ¿Por qué debería de estarlo? — Dice aún más tranquilo.

— Bueno, tal vez porque toda la policía te esta buscando... — Respondo irónica.

—No, no estoy preocupado.

— ¿Y si te atrapan hoy cuando pases tu mercancía?

— Eso no pasará. — Dice muy seguro.

— ¿ Cómo es que estas tan seguro? — Pregunto y me siento en la cama.

— Porque tengo a la policía comprada solo están haciendo el típico show .

Me quedó estática frente a su respuesta, tal vez si es muy poderoso... Bueno si es muy poderoso. Eso a mi no me conviene, mis esperanzas de que lo capturen pronto justo ahora acaban de morir.
Por mi cabeza pasan mis padres, como estarán ellos, o peor aún como le estará hiendo a Janell.

— Vámonos. — Lo miro y veo que ya esta cambiado, lleva un pantalón pegado color negro, una camisa color negra y unos tenis  negros, esa ropa lo hace ver increíblemente bien, además huele delicioso.

Salimos de la habitación y bajamos las escaleras, ahora si puedo ver mejor la casa y me percato que ahora se ve mucho mejor. Salimos de la casa y justo en frente se encuentra un carro negro deportivo. Creó que este hombre tiene una obsesión por el color negro.

[...]

Llegamos a un centro comercial que no conozca pero que es bastante grande, se me hace raro que no lo conozca siendo tan grande.

Nea y yo caminamos hacia donde hay una tienda con ropa juvenil.
Vemos diferente ropa pero Nea solo me compra una chaqueta de cuero negra, un pantalón pegado color negro, unos tenis  deportivos negros. Caminamos a una tienda de lencería y solo compramos un conjunto, salimos y me compra un perfume, un labial y polvo compacto.

— ¿Qué quieres comer? — Pregunta.

— ¡Comida japonesa! — Respondo con alegría.

Entramos a un restaurante en donde venden comida japonesa, ambos comemos pero nadie dice nada, realmente no se nada sobre él .

— ¿Qué color te gusta? — Pregunto para poder romper la tensión.

Nea me mira y me da una de esas mirada asesinas, creo que no me responderá.

— El azul turquesa, ¿y el tuyo?

— El azul celeste, ¿cuántos años tienes?

— 24 años, ¿y tu?

— 19, ¿tienes hermanos?

Él se queda un poco pensativo, como si estuviera recordando algo: — No, soy hijo único ¿y tu?

— Yo también soy hija única.

Ya no se que más preguntar, además de que se nota que él no tiene interés alguno en hablar conmigo.

— ¿No harás mas preguntas? — Pregunta sonriéndome.

— No quiero obligarte a responderme, entiendo que no quieras hablar. — Respondo y me llevo más comida a la boca.

— No me estas obligando, es solo que no estoy acostumbrado a hablar con una mujer sobre mis gustos.

— ¿Eres gay?

— ¿No te lo demostré lo suficiente anoche?, porque si quieres podría volvertelo a demostrar. — Comenta pícaro. — Pero de todos modos no estoy acostumbrado a hablar con las mujeres, yo sólo follo con ellas.

— ¿Nunca has tenido amigas?

—No creo que exista la amistad sincera. — Responde un poco exaltado.

— Hmm.

Seguimos comiendo en silencio.
Nea se queda mirando un punto fijo, ya no vuelve a decir nada más y por lo que veo me costará mucho ganarme aunque sea un poco de su confianza.

Al Lado Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora