Capítulo 30: Cervezas Artesanales.

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- Mamá, te haz separado muchas veces. - dijo Martina riendo.

Josefina, el nombre de la dicha madre por cierto, no era una mujer de relaciones duraderas y aprovechaba su edad al máximo. Martina la describe como una tigresa.

- Ay cállate, malcriada. - respondió. - Bueno Summer, te traigo está botella como símbolo de que eres bienvenida aquí y que puedes quedarte el tiempo que quieras.

Las lágrimas amenazaron en llegar, otra vez pero me contuve. Josefina llegó en un segundo y me dijo.

- Tienes máximo está noche para llorar, desahogarte y maldecir a todo el mundo. Por que mañana, vas a levantarte y seguir con tu vida y no vas a permitir que nadie te vea débil. - dijo e intenté regalarle una sonrisa.

- ¡Vamos a emborracharnos! - gritó Martina haciéndome reír del todo.

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RUBÉN P.O.V.

Dos días después.

- Vamoh a salih loh doh, así como en loh viejoh tiempoh. - dijo Mangel entrando a mi habitación con una caja de pizza.

- Déjame en paz, maldita sea, quiero dormir. - respondí tapándome más.

En cualquier momento mi cuerpo se iba a pegar con la cama, donde había pasado los dos últimos días sin pararme de ahí.

Mangel me traía comida, pero mi apetito se había ido de viaje. Al igual que mi ánimo.

Me la he pasado recordando los momentos con Summer, que por lo que me dijo Mangel, estaba bien en casa de Martina.

Mis ganas de ir a buscarla cuando Mangel me dijo su paradero fueron enormes. A lo que me gané un par de golpes en la cara de parte de mi amigo.

"dale tiempo"

Dijo Mangel y eso estaba tratando de hacerlo, maldita sea, estaba intentándolo.

- Te vah a levantar, te vah a bañar por que hueleh mal. - hizo una pausa y aproveché para mostrarle el dedo de al medio. - Luego noh vamoh a comer la pizza, porque tengo hambreh.

- Mangel, dejame aquí por favor. - rogué.

- Doh diah así tah bien. Ya te di tiempoh, ahora levantateh. - exigió.

Gruñí en la cama y le di un par de golpes a la almohada antes de ponerme de pie y caminar a la ducha.

Mangel parecía el padre de todos siempre, y siempre lograba que todos le hiciéramos caso.

Me metí al baño y los flashback llegaron de inmediato. Era lo que me pasaba a toda hora en esta maldita casa.

Todo me recordaba a ella. El olor de su shampoo de manzana permanecía presente en el baño y casi podía sentir que ella estaba aquí, esperándome para comer en la cocina usando una de mis camisetas.

Me había enamorado antes, claro que si. Pero nunca de esta manera. Nunca de la manera de sentir que ella era parte de mi, sentir que ella me completaba.

Yo soy un desastre sin ella.

Mi ducha se prolongó bastante tiempo, hasta que el grito de Mangel desde afuera me apuró.

Cuando salí Mangel ya estaba comiendo, el olor de la pizza me hizo sentir el hambre de estos dos días y comencé a comer.

- Tomah. - dijo Mangel tirándome mi móvil. - Entra a Twitter y escribe algoh, loh que seah, la gente se ehtah preocupandoh.

¿Quién dijo que sería fácil? - 2ª Temp. ¡No Te Soporto! ElRubiusOMGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora