Capítulo 14

706 70 30
                                    

Shailene

Cuando terminé todos los asuntos relacionados con el concierto. Volví a casa ya en la tarde.

Ahora que mi mamá se retiró de trabajar de la empresa, le daba tiempo para cuidar de mis hijos en lo que yo llegaba. Y para mi sorpresa, los encontré a los tres en el jardín leyendo un libro muy delgado y a mi madre con su computadora en una de las bancas.

-¡Mami! -gritaron mis 3 pequeños cuando me vieron entrar.

-¡Hey! Hola, corazones -les di un beso en la mejilla a cada uno. -¿Qué tal están? 

-Hola, Shai.

-Hola, mamá -la saludé de beso en la mejilla -¿Hicieron travesuras? -pregunté mirándolos, y ellos con su carita llena de ternura. 

-No, para nada, mis nietos son los mejores niños, jamás se atreverían a hacer travesuras ¿Cierto?

Ellos asintieron y volvieron a sus libros.

-Bien, hija, ya me tengo que ir -cerró su laptop y la metió a un estuche negro -Todavía tengo que pasar por Tanner e ir a comer con mis amigas.

-Okey, te veo luego -nos despedimos con un abrazo -Te quiero mucho.

-Yo también, cielo, cuida bien de mis nietos -sonreí tristemente cuando nos separamos 

¿Por qué? Bueno, es fácil de responder esa pregunta, no pude cuidar de mi bebé estando embarazada, y ahora tengo pavor de dejar a mis hijos solos.

-Adiós, niños -se arrodilló y les dio un beso -Cuídense mucho y obedezcan a sus papás.

-No nos pueden controlar, abue -dijo Tobias y ambas reímos.

-Igual que su madre, siempre de rebelde -me dijo riendo.

-Oye, yo no contestaba así -me defendí.

-No. tú no contestabas, tu cumplías el que no serías controlada -volvimos a reír -De acuerdo, bye a todos. 

-Adiós, mamá, me saludas a los demás -salió por la puerta y se volteo.

-Claro que sí, hija.

Desvíe mi vista hacía mis hijos y aun seguían con sus libros, yo también fui al estudio y tomé uno. Me senté con ellos y los 4 nos quedamos en silencio clavados en las palabras que contenían las hojas.

(...)

Tardamos varias horas para dejar de leer, así que luego de ello, lleve a mis hijos a que se bañaran y pusieran la pijama. Los 4 bajamos a cenar y cuando estábamos al pie de las escaleras, llegó Theo.

-¡Papá! -el trío gritó al unísono y se abalanzaron sobre mi esposo.

-¡Hola, campeones! ¿Cómo han estado? -abrazó a los 3 y se agachó para poder escucharlos.

-Estuvimos jugando con la abuela -dijo emocionado Will.

-Y también leímos toda la tarde con mamá -prosiguió Peter.

-¿Ah, sí? -asintieron al mismo tiempo -Vaya, que bien, me alegra que les guste leer.

-Es un muy hábito -lo interrumpí yo, y me acerqué para poder recibirlo amistosamente -Te extrañé -dije contra sus labios.

-¿Y crees que yo no? -sonreí y me retiré.

Nos quedamos viendo, unos escasos segundos y casi se me olvidaba que los niños estaban a un lado de nosotros.

Me aclaré la garganta y hablé -Vayan ya a cenar, en un momento los alcanzamos -no dudaron más en estar parados viéndonos y salieron disparados hacía el comedor.

P. D: Te Amo {Sheo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora